Data: noviembre 28, 2023 | 15:23

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PERIODISTAS URUGUAYOS ALERTARON SOBRE LA ESTAFA TELEVISIVA | Se trató de un operativo mediático orquestado desde el gobierno de Lacalle. Marset hizo las esperadas concesiones mintiendo a favor del régimen para garantizar la liberación de su familia. Lo imprevisto fue la excesiva dosis de corrupción y frivolidad mostrada por los productores de la entrevista…

LA PEOR ENTREVISTA NUNCA ANTES VISTA

Los productores de la entrevista a Sebastián Marset que se difundió el domingo en un canal de la televisión uruguaya, pasan a la historia del periodismo latinoamericano como un claro ejemplo del anti-periodismo más sinuoso pocas veces visto. | Foto Captura Canal4 Uy

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El periodismo uruguayo está considerado entre los mejor reputados de Latinoamérica. Debido al profesionalismo de un importante segmento de la prensa uruguaya, la sociedad civil del país de Galeano y Benedetti es una fuerza ética expresada a través de una opinión pública muy bien informada; por tanto, cuando la democracia se pone en vilo a causa de la descomposición corrupta del sistema político, la sociedad civil uruguaya se refugia en la zona de emergencia del buen periodismo y la verdad se erige como la fortaleza que impedirá el avance autoritario de la corrupción rampante.

Sin embargo, aquellos periodistas que son líderes de opinión en la democracia uruguaya, por un momento han sido eclipsados ante un periodismo oscuro y sinuoso —el anti-periodismo— que durante casi tres horas paralizó al país entero la noche del domingo 26 de noviembre, con una presunta entrevista al narcotraficante prófugo Sebastián Marset. Fue una estafa periodística descomunal que corroboró la magnitud de la crisis moral y decadencia del sistema político uruguayo, de la cual es parte orgánica este anti-periodismo talentoso para lucrar con el sensacionalismo más frívolo y la manipulación informativa más cínica orquestada desde los subterráneos del poder corrupto.

La estafa periodística de Canal4 consistió en subordinar los pocos minutos de una entrevista de dudosa calidad periodística con Marset, a un tedioso show televisivo protagonizado por el productor del programa y la periodista entrevistadora que se enredaron en piruetas verbales para “demostrar” que no hubo delito ni corrupción en el hecho de entregar el pasaporte a Marset, y que Marset es un gentil narcotraficante, muy uruguayo por cierto, víctima de la corrupción paraguaya y boliviana. Además, el presidente Lacalle es un gobernante honesto y transparente. Si le dieron el pasaporte a Marset en Dubai sabiendo que era un narcotraficante perseguido por Paraguay, no fue por corruptos sino por boludos, concluyeron los productores del programa, usando (y manipulando) una declaración nada menos que del ex presidente José Mujica sacada de contexto.

En pos de aliviar la carga de responsabilidad que pesa sobre el presidente Lacalle en la entrega del pasaporte a Marset, el canal televisivo no midió escrúpulos en lanzarle al prófugo, ante los telespectadores, como el naciente héroe de una narco-fantasía popular, matizando la pseudo entrevista con música del cocainómano Farruko, a pedido expreso del propio Marset.

Y los verdaderos periodistas uruguayos no esperaban ningún rigor informativo en aquel descomunal operativo mediático tramado desde el Gobierno. Sabían muy bien lo que se venía; pero nadie sospechaba que tal sicariato periodístico sería tan grotesco.

“Sería como creer que la entrevista que Sean Penn le hizo al Chapo Guzmán tenía algún interés periodístico; pero era nada más para vender una historia. Seguramente va a ver mucha gente (y eso en realidad suele suceder) que mira esto como viendo una revista de modas en la sala de espera del dentista; cuando vos aturullas de datos a la gente, muchos no entienden el fenómeno”, dijo a Sol de Pando el escritor y periodista Carlos Peláez, prestigioso referente del periodismo de investigación en Uruguay, pocas horas antes de emitirse aquel bodrio televisivo.

Más show narco-político que entrevista periodística | VIDEO

Algunas voces de la ética periodística

Un día antes de la desaforada entrevista, Sol de Pando recibió diversos comentarios de periodistas uruguayos que, al igual que Carlos Peláez, no ocultaron su indignación profesional ante el modo en que los ejecutivos de Canal4, con apoyo del aparato propagandístico gubernamental, promocionaban la aparición televisiva de Marset cual si se tratase del advenimiento del Mesías. Los estrategas de aquel operativo mediático habían generado una sobrecargada expectativa nacional e internacional, como si la selección uruguaya jugara la final del Mundial con transmisión exclusiva de Canal4.

Reproducimos, a continuación, las proféticas advertencias de aquellos colegas, con los comentarios periodísticos que Sol de Pando publicó antes del mediodía del domingo pasado.

“Es increíble que un canal uruguayo promocione de semejante manera la entrevista a Marset y la Justicia no actúe de oficio para saber dónde está. Es como si estuviéramos asistiendo a un nuevo género televisivo: la burla-ficción…”, protestó el periodista Álvaro Pan Cruz, conductor de la prestigiosa red INFO24 y responsable del órgano digital de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Pan Cruz preside, además, la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC).

Sabido es que el Canal 4 responde a un lineamiento frontalmente adscrito al Gobierno de Lacalle y al Partido Nacional, fuerza ultraconservadora que representa los intereses de una oligarquía agroindustrial y financiera envuelta en episodios de corrupción que han estremecido de escándalo y vergüenza a la opinión pública uruguaya. “Resulta intrigante que Marset haya elegido este canal para su intervención, considerando que la exviceministra Carolina Ache, involucrada en el caso del pasaporte de Marset, está casada con Tomás Romay Bueno, integrante de la familia Romay, ligada históricamente a dicho canal”, comentó el periodista Sergio Cesinaro, director de Crónicas del Este.

El ponderado Fernando Ferreira, comunicador de la Red Libertad de Uruguay, agregaba que el productor del programa, Ignacio “Nacho” Álvarez, es un avezado operador partidario. “Ese no es periodista, es un operador político del grupo Romay y trabaja abiertamente para el presidente Lacalle, así que el show ha comenzado”, comentó Ferreira.

Para el escritor Ricardo Pose, redactor y columnista de Caras & Caretas, la entrevista fue un operativo mediático ajustado estrictamente a los intereses del sector gubernamental involucrado con la entrega dolosa del pasaporte a Marset. Es un grupo político que actúa bajo las sombras con los mismos rasgos de una organización criminosa. “Lo que se ve es la misma organización que le tramitó el pasaporte… se le facilitó el pasaporte, ahora se facilitará las condiciones de su entrega”, comentó Pose.

Hay quienes sospechan que el cerebro gris de aquella fraudulenta operación mediática fue el ex asesor presidencial Roberto Lafluf, un avezado y millonario publicista que manejó la campaña electoral de Lacalle y tuvo que renunciar hace dos semanas junto con los ministros Heber y Bustillo, por haber jugado sucio en la entrega del pasaporte a Marset destruyendo evidencias del delito.

La anunciada entrega pactada que apunta a evadir la extradición

En la breve e insustancial entrevista, Marset ha demostrado que tiene en sus bolsillos a los gobernantes corruptos y sus periodistas a sueldo; no le importó lanzar algunas “mentiras piadosas” como que no gastó “ni un dólar” en el pasaporte de Dubai, con tal de garantizar la liberación de su mujer y sus cuatro hijos en edad escolar; Gianina y los niños se entregarán en los próximos días. Luego Marset mismo exigirá ser enjuiciado en Uruguay, con el plan en marcha de evadir la extradición al Paraguay, otra vez más con la ayudita del gobierno de Lacalle y de su cuate Cartés. Va sucediendo lo mismo que en Dubai, sólo que esta vez en forma de show televisivo.

Los periodistas uruguayos, tal como anticipó Ricardo Pose, sabían que la entrevista sería también amañada para crear el contexto favorable a la entrega pactada del entorno familiar perseguido junto a Marset. El joven narco usó el micrófono y las cámaras para insistir que su esposa y sus hijos no tienen nada que ver con “sus cosas”. Exigió que su familia uruguaya sea protegida por la justicia de su país.

El pasado 26 de octubre, cuando su cuñado Sebastián Alberti Rossi se entregó voluntariamente ante la Fiscalía de Uruguay, el periodista Lucas Silva, de La Diaria, advirtió que los abogados de Marset habían tomado contacto con la misma Fiscalía buscando abrir negociaciones para liberar a los demás miembros de su familia mediante entregas pactadas. “Desde el entorno de Marset no descartan que haya ‘más entregas’ en los próximos días”, anunció Silva. El periodista dijo también que los obstáculos que Paraguay pudiera oponer a esta salida política del embrollo judicial, exigiendo la extradición del prófugo, son subsanables en la medida en que el nuevo gobierno paraguayo es afín al ex presidente Horacio Cartes, vinculado empresarialmente con el grupo de Marset en Asunción. El 3 de octubre, recordó Silva, el aún ministro del Interior Heber se había reunido en Asunción con el nuevo presidente paraguayo Santiago Peña, leal a Cartes.

El abogado Santiago Moratorio, que también fue entrevistado por la periodista de Canal4, reveló que Uruguay tiene la potestad de no extraditar a uruguayos requeridos por otros países, con la alternativa de enjuiciarlos en jurisdicción uruguaya, trasladando el expediente acusatorio del país solicitante. Sin bien las leyes de Uruguay permiten la extradición de sus nacionales “en vista de la inexistencia de la prohibición de hacerlo”, también se guarda el derecho de no hacerlo; y en este caso Marset podría ser enjuiciado en una corte uruguaya con los cargos por los cuales se le imputa en Paraguay, sin necesidad de ser extraditado.