Data: abril 1, 2024 | 17:47
ASFIXIA PRESUPUESTARIA | La capital de Pando enfrenta los recortes más severos entre todos los municipios de Bolivia afectados por la crisis de la renta nacional petrolera. El presupuesto municipal en 2023 fue cercenado por deudas y por la caída del Impuesto a los Hidrocarburos…

COBIJA PERDIÓ CASI BS 17 MILLONES DEL IDH

Según informa el Secretario Administrativo y Financiero de la Alcaldía de Cobija, Yovanni Monje, el presupuesto global programado en la gestión pasada fue de Bs. 225’050.782, pero ingresaron Bs 174’564.929, es decir sólo el 77,57% de lo presupuestado, el recorte fue del 22,43%. | Infografía Sol de Pando

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© Redacción Sol de Pando en Cobija

Con los rasgos de un dramático colapso financiero, la Alcaldía de Cobija enfrenta la crisis post-inundación con un agravamiento del déficit presupuestario que afecta al conjunto de los municipios de Bolivia, debido a la caída del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH); y en el caso de la capital de Pando el déficit se agudiza por el pago de deudas devengadas desde gestiones pasadas y que sobrepasan la capacidad del erario municipal.

Datos reveladores de esta dramática realidad económica en el municipio acreano, fueron expuestos por el Secretario Administrativo y Financiero de la Alcaldía de Cobija, Yovanni Monje Aguilera, durante el acto de Rendición Pública de Cuentas por la Gestión 2023, celebrado el 28 de marzo.

En el presupuesto ejecutado, se produjo un severo recorte de casi Bs 17’000.000 en la transferencia gubernamental del IDH, originalmente presupuestado en Bs. 106’325.823, de los cuales fueron desembolsados apenas  89’534.875, es decir Bs 16.790.948 menos de lo programado, implicando un cercenamiento del 15,79% en dicho ingreso.

Por otra parte, el servicio de la deuda contraída con entidades como el FNDR y Banco Unión absorbió gran parte de los ingresos del IDH, debido a que obligaciones no cumplidas durante la anterior gestión comenzaron a ser debitadas en la actual administración.

Siguiendo el informe difundido por el secretario municipal Yovanni Monje, a partir de la gestión 2021 el Banco Unión comenzó a debitar por los créditos adquiridos para varias obras. “En 2023 nos han descontado aproximadamente 20 millones por concepto de estos créditos”, explicó Monje.

Para colmo, según la Rendición de Cuentas, recursos de donación externa formalmente comprometidos y presupuestados no fueron canalizados al Tesoro Municipal, generándose en el Presupuesto 2023 un déficit adicional de 727.210 bolivianos.

Con excepción de los fondos de la UPRE canalizados por el Tesoro General de la Nación, que se cumplieron en un 94%; así como la coparticipación tributaria, también vía TGN, que se desembolsó en un 97%, la mayoría de los ingresos municipales previstos fueron mermados. Los recursos propios por cobro de impuestos y patentes llegaron a sólo el 76% de lo programado, mientras los ingresos por servicios de salud, en especial los que produce el Hospital Municipal Roberto Galindo, llegaron a duras penas al 28%. Los recursos provenientes de la cooperación externa para financiar obras mediante el Fondo Productivo y Social (FPS)  fueron desembolsados en no más del 59%.

El presupuesto global programado en la gestión pasada fue de Bs. 225’050.782, pero  ingresaron Bs 174’564.929, es decir sólo el  77,57% de lo presupuestado, el recorte fue del 22,43%.  La causa principal de esta tendencia deficitaria radica en la disminución inminente de los recursos del IDH y en el pago de obligaciones que rebasó la capacidad de endeudamiento de este municipio.

Según la base de datos de Sol de Pando, en el presupuesto de 2021, el Presupuesto General de la Nación (PGN) programó para Cobija una transferencia de Bs 255.284.125, y para la gestión 2022 se asignaron Bs 168.694.705, imponiéndose una reducción del 33,9% entre una gestión a otra.

En enero de este año, el TGN desembolsó Bs 4’586.383 por concepto de IDH, el 78% de ese monto fue destinado al pago de las deudas con el FNDR (Bs 2’189.913) y con el Banco Unión (Bs 923.508), además del alto costo por la conversión del IDH de dólares a moneda nacional (Bs 497.871), sumando una deuda pagada de Bs 3’611.293 y restando un saldo de apenas Bs 975.091. | Infografía Sol de Pando

MÁS ALLÁ DEL IDH

No hay indicios de que la situación mejore este año. El pasado mes de enero, el TGN desembolsó Bs 4’586.383 por concepto de IDH, el 78% de ese monto fue destinado al pago de las deudas con el FNDR (Bs 2’189.913) y con el Banco Unión (Bs 923.508), además del alto costo por la conversión del IDH de dólares a moneda nacional (Bs 497.871), sumando una deuda pagada de Bs 3’611.293 y restando un saldo de apenas Bs 975.091.

Líderes cívicos y vecinales de Pando, que estuvieron presentes en el acto público de la Rendición de Cuentas, plantearon la iniciativa de reducir la dependencia del IDH y de la cada vez más esmirriada exportación del Gas natural, promoviendo la creación de un “Impuesto Directo al Litio”.

“No tenemos recursos ni para pagar el sueldo de la Alcaldesa”, declaró la burgomaestre de esta ciudad, Ana Lucía Reis, pocos días después de la inundación del río Acre en febrero, cuando anunciaba su pedido al Gobierno central para que se suspendan “todos los pagos de deudas por uno o dos años, con el fideicomiso, con el Banco Unión y otros acreedores para dar respuesta a nuestro pueblo, después de un desastre tan grande”.

Se trata, dijo la Alcaldesa, de deudas que suman más de Bs 160 millones entre fideicomiso y créditos, y si se incluyen otros compromisos, alcanzan los Bs 240 millones.

El desastre natural de febrero, que fue el mayor de la historia en los últimos 50 años, obligó a la alcaldesa Reis a generar un presupuesto extraordinario de Bs 430.000 para la limpieza de las viviendas damnificadas, y es incalculable el presupuesto necesario para resolver estructuralmente el problema ambiental y habitacional causado por la deforestación del bosque ribereño. “Tenemos que trasladar barrios enteros hacia zonas alejadas del río, y eso implica la urgencia de recursos que no tenemos”, advierte.

Después de la inundación, devino el desastre social. Trabajadores y profesionales de la Alcaldía de Cobija sufren y resisten la crisis sin poder cobrar sus sueldos y salarios desde hace varios meses. La Alcaldesa apuesta por la austeridad y busca soluciones desde su propia creatividad.

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