LOS CONFUNDEN CON MONOS NOCTURNOS | Pobladores del municipio de Bella Flor tuvieron que matar algunos ejemplares de aquellos animales emparentados con los tejones y mapaches, ante un ataque contra humanos como efecto de la deforestación. Se aguarda informe oficial de autoridades ambientales…

EL GUICHI, ESPECIE EN PELIGRO, INVADE VIVIENDAS EN PANDO

A consecuencia de los ataques, pobladores exterminaron algunos ejemplares de los supuestos monos y muestras orgánicas de los animales han sido remitidas a La Paz por la dirección de Salud de la Alcaldía de Bella Flor, para su análisis respectivo. | Fotomontaje Sol de Pando

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© Redacción Sol de Pando en Cobija

Informaciones procedentes del municipio de Bella Flor, alarmaron a la población pandina con el insólito ataque de una “manada de monos” que habría atacado a personas en las comunidades de Santa Lucía, San Antonio y Villa Mabari. Entre las víctimas se encontraría un niño.

Según datos difundidos por el portal La Voz del Norte, tres heridos —cuyo diagnóstico se desconoce— han sido atendidos en el centro de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) de Santa Lucía, mientras similar ataque se produjo en una propiedad privada de San Antonio y un menor de edad también fue atacado en Villa Mabari.

A consecuencia de los ataques, pobladores exterminaron algunos ejemplares de los supuestos monos y muestras orgánicas de los animales han sido remitidas a La Paz por la dirección de Salud de la Alcaldía de Bella Flor, para su análisis respectivo.

Se aguardan los resultados de dichos estudios y un informe oficial por parte de las autoridades de los ministerios de Salud y de Medio Ambiente.

El guichi es esencialmente frutícola e insectívoro. Resulta inexplicable que un animal arbóreo que se alimenta de miel, fruta e insectos bajo la luz de la luna, termine invadiendo gallineros y atacando a los humanos. | Foto Jorge Rodríguez Galarza

No son monos sino guichis, especie en peligro

La bióloga Gilda Ticona Saravia aclaró que las imágenes de los animales muertos en Bella Flor no corresponden a ejemplares de monos. Se trata de guichis, mamíferos de la familia de los prociónidos, a la que pertenecen los mapaches, coatíes o tejones. Según el catálogo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza  (UICN), el guichi se encuentra en peligro de extinción.

El nombre científico del guichi, como se lo conoce en Pando, es Potos flavus. Se trata de una especie arborícola endémica desde Mesoamérica hasta la Amazonia, abarcando extensos territorios en México, América Central y Sudamérica, donde se lo identifica con diversos nombres comunes como kinkajú, martucha (en México), perro de monte, cuchumbí, cusumbí, mico león, mico de noche (en Colombia), cuchicuchi (en Venezuela), huasa, martilla, cuyuso, cusumbo (en Ecuador) o chozna (en Perú).

Pueblos indígenas de la Amazonia boliviana como los Tacana, Cavineños, Araonas y Yuquis, lo llaman también “mono michi”, ya que cohabita en los árboles con especies de primates como el niru-niru, de la familia los Aotus, nombre científico que reciben los monos nocturnos. Ambas especies llevan vida nocturna y duermen de día.

A diferencia de los Aotus (monos nocturnos), los Potos flavus (guichis) poseen una cola prensil (que usa para colgarse de los árboles) singularmente larga, tanto como su cuerpo (mide entre 40 y 50 centímetros). Poseen un oído muy agudo que les permite escuchar el sonido de una serpiente deslizándose entre las matas. Sus colmillos y una lengua larga le facilitan alimentarse de hormigas, termitas y miel. Tienen hábitos similares a los del oso hormiguero. También son solitarios, se aparean una vez al año y no forman manadas.

Aunque la taxonomía biológica lo clasifica entre los carnívoros, el guichi es esencialmente frutícola e insectívoro.

Dada esa naturaleza del guichi, resulta inexplicable que un animal arbóreo que se alimenta de miel, fruta e insectos bajo la luz de la luna, termine invadiendo gallineros y atacando a los humanos.

Están estresados de tanta invasión al bosque por los ruidos de las motosierras”, sostiene Gilda Ticona, integrante del Colegio de Biólogos de Pando.

En efecto, el municipio de Bella Flor es una zona de intensa actividad maderera dentro el departamento de Pando, además que aquí se han producido importantes asentamientos agrarios dentro las áreas de concesión forestal, con los consecuentes chaqueos y derribe de árboles que están dejando sin su hábitat arbóreo a centenares de guichis en la zona.

Estos animales pudieron ser agresivos, pero en defensa propia, posiblemente hayan estado en apareamiento y la gente los molestó” —comentó la experta a Sol de Pando—. “Y también han podido llegar  a ese lugar en busca de frutos”.

Dentro el territorio de Pando, existen comunidades significativas de guichis en la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi así como en la Estación Biológica Tahuamanu, sobre la cuenca de los ríos Beni y Madre de Dios. Sin embargo urge declarar de prioridad ambiental la protección de esta especie, como se hizo en México.

Según un estudio publicado por la Universidad Amazónica de Pando (UAP) en 2015, el guichi es una de las siete especies amazónicas en peligro de extinción, bajo los parámetros de la UICN.

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