Data: septiembre 14, 2022 | 9:07
COCHABAMBINA NOTABLE | La autora de clásicos nacionales como “Hijo de Opa”, es también fundadora de la primera biblioteca de literatura infantil existente en el país. Piden se la condecore con el Cóndor de los Andes...,

GABY VALLEJO, EL GALARDÓN DE BOLIVIA

La fecunda trayectoria de una escritora boliviana | VIDEO

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© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando

En  la víspera de este 14 de septiembre, la educadora y escritora cochabambina Gaby Mercedes Vallejo Canedo ha recibido un  nuevo galardón reafirmando la veneración con que su pueblo reconoce aquella fecunda obra cultural que la maestra —de incontables generaciones— construye a su paso.

El Concejo Municipal de Cochabamba la condecoró junto a otros ciudadanos notables elegidos para la ocasión, en la categoría al mérito cultural. Fue la tercera vez que su ciudad le rindió pleitesía. En 1989 fue declarada Ciudadana Meritoria y en 2010 recibió la medalla Alejo Calatayud por el Bicentenario del grito libertario de Cochabamba.

Sin embargo, la justificación del reciente galardón se quedó en el lugar común de destacar su currículum académico como maestra y pedagoga, además de su prolífica obra literaria (restringida al año 2018 en el parte municipal, desmereciendo su producción lanzada en los años posteriores, incluido su reciente libro, “Aproximaciones”, que se publicó en plena pandemia). Inexplicablemente, los munícipes mostraron desconocer que Gaby Vallejo es también fundadora y mentora de una institución educativa de enorme significación para la formación intelectual de los niños cochabambinos, como es la Biblioteca Infantil Thuruchapitas.

El haber omitido el trabajo de Gaby Vallejo como promotora de la lectura infantil mediante aquella institución creada por ella, desluce la buena intención municipal en la justa condecoración. Y también indica el poco interés de las autoridades en apoyar aquel emprendimiento autogestionario de la maestra escritora.

Significado de la palabra Thuruchapitas

En gran parte de su narrativa infantil, Vallejo pone en escena a esos niños campesinos del valle y de las punas que tienen la carita curtida por el beso del viento y quemada por el sol altiplánico. | Fotomontaje Sol de Pando

La Biblioteca Infantil Thuruchapitas tiene su sede a pocas cuadras del Prado, en pleno centro de Cochabamba; pero al mismo tiempo es una biblioteca móvil que se desplaza hacia los barrios marginales de la ciudad y a pueblos de las provincias vecinas, llevando hacia los niños pobres y campesinos un tesoro bibliográfico que es impartido mediante una pedagogía lúdica que enriquece y fortalece la enseñanza escolar basada en el culto al libro.

Thuruchapitas es el repositorio de literatura infantil nacional y universal más importante de Bolivia. Registra en su catálogo más de 10.000 ejemplares obtenidos con recursos propios y donaciones de diversas fuentes. Cuenta con un equipo de maestras y pedagogas voluntarias.

En fiel consonancia con su línea de pensamiento plasmada en su vasta obra literaria, Gaby Vallejo concibió la biblioteca infantil —además cual correlato de su propia producción en el campo de la literatura infantil— como un acto de reivindicación de los derechos indígenas  y de solidaria identificación con los pobres y marginados de la sociedad.

En gran parte de su narrativa infantil, Gaby Vallejo pone en escena a esos niños campesinos del valle y de las punas que tienen la carita curtida por el beso del viento y quemada por el sol altiplánico. En lengua quechua se los llama “th’uruchapitas”, algo así como “mejillitas embarradas”. Esas tiernas mejillas de barro, según nos explicó la maestra en sus propias palabras, “es lo que tienen los niños pobres en la cara, resultado del viento, la tierra, el frío, el sol del altiplano, que no se lava con nada”.

Tal es el origen del nombre de la Biblioteca Infantil Thuruchapitas.

Cuando amor es sinónimo de escribir

Gaby Vallejo presentando su reciente libro publicado durante la pandemia. | Foto Sol de Pando

La narradora tiene en su haber una obra majestuosa. Comenzó a escribir prematuramente por amor, conjuró a la artera muerte escribiendo… y su vida es escribir, lo dijo ella misma.

Su obra narrativa ha sido llevada al cine y escenificada por grupos de teatro.

Su creación literaria abarca la globalidad de su ser ella: entre una infancia campesina (nació en los alrededores de Tarata en 1941) y una trayectoria profesional académica contribuyendo al desarrollo cultural de Cochabamba, destacándose entre las mujeres notables de la ciudad. Desde la militancia libertaria que toma cartas en novelas como “Los vulnerables” o “Hijo de opa”, con alegatos de denuncia a las atroces dictaduras, hasta la sensualidad de su mirada femenina que transita por los parajes eróticos de su novela “Tatuaje mayor” o de sus desembozados cuentos en “Del placer y la muerte”, entre un conjunto de ocho obras narrativas de gran fuste. Sin embargo nada de ello la exime de su constante retorno al origen, rodeada de niños, una más entre ellos. Es una de las más prolíficas escritoras de literatura infantil con una treintena de libros con su peculiar estilo “thuruchapitas”.

EL CÓNDOR DE LOS ANDES ES MUJER

Una de las instituciones culturales de la cual es fundadora, el PEN-Cochabamba, está gestando la iniciativa de proponer su nombre para que sea honrada el próximo año con la medalla Cóndor de los Andes, la máxima distinción que confiere el Estado boliviano a los ciudadanos más ilustres de la nación.

Recientemente el galardón ha sido conferido a la poeta y cantautora Matilde Cazasola, como un justo reconocimiento a la trayectoria de la artista chuquisaqueña. Que otra mujer, también del ámbito cultural, reciba el mismo Cóndor de los Andes el año que viene, será un mensaje de sanidad y frescura en un país angustiado por la decadencia antiestética de la política partidaria, por la corrupción machista y la ola feminicida que ya es genocidio sistemático. Matilde Casazola y Gaby Vallejo simbolizan la reserva moral y el refugio espiritual que necesitamos los bolivianos en este tiempo de orfandad colectiva.

Hablando de condecoraciones…

Gaby Vallejo recibió la plaqueta del honor conferida por la Unesco como Embajadora Universal de la Cultura, a iniciativa de la Unión de Escritores de Tarija y la Unión Latinoamericana de Escritores, en abril de 2019. | Foto Los Tiempos

De hecho, Gaby Vallejo es en sí misma una condecoración para Bolivia. En los 44 años de su trayectoria desde que en 1976 recibiera el Premio Nacional de Novela Erich Gutentag por “Hijo de Opa” (llevada al cine por Paolo Agazzi con Los Hermanos Cartagena), la escritora ha sido galardonada y homenajeada dentro y fuera de Bolivia en innumerables ocasiones.

Varios de sus cuentos infantiles, traducidos a diversos idiomas, fueron  premiados en Italia, Alemania y Estados Unidos. En 1995 recibió el Premio Nacional de Literatura Juvenil del Ministerio de Educación, y el 2008 el Senado Nacional le confirió la Bandera de Oro al mérito cultural. En 2019 fue reconocida por la Unesco como Embajadora Universal de la Cultura, y ese mismo año la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) la invistió con el máximo grado académico de Doctora Honoris Causa. El salón principal de conferencia de la Feria Internacional del Libro de la Laguna Alalay lleva su nombre.

Además, durante la última década, el prestigio de la Biblioteca Thuruchapitas, creada por la maestra Vallejo, ha trascendido las fronteras de Bolivia recibiendo galardones y reconocimientos de instituciones mundiales como la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) con sede en Alemania y la Comisión de Bibliotecas e Información Científica de Estados Unidos. En octubre de 2018 Thuruchapitas fue galardonada con el Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Hormiguita Viajera que concede la Biblioteca Popular Madre Teresa de Buenos Aires, Argentina. La Biblioteca Thuruchapitas también ha sido postulada Premio Astrid Lindgren Memorial, uno de los galardones más importantes del mundo para la literatura infantil y juvenil otorgado por el gobierno de Suecia.

Durante la premiación municipal en vísperas del pasado 14 de septiembre, el gobierno municipal de Cochabamba pasó por alto aquellos antecedentes indispensables a la hora de dar gracias a Gaby Vallejo.

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