Soros apoya a la Yihad en el conflicto sirio
El International Crisis Group publica un estudio sobre la influencia yihadista en la oposición armada siria. El vocero oficial del Grupo Soros reconoce que «se ha hecho prácticamente imposible negar la existencia y la influencia de un movimiento que se ha hecho mucho más visible y consolidado» (p. 32). El estudio se esfuerza por lo tanto en describir la presencia yihadista de una manera que minimiza su influencia para mantener así el mito de la «revolución democrática».
Su tesis principal de Soros es que la influencia yihadista «fue prematura y exageradamente resaltada por el régimen» pero que ahora se ha hecho «irrefutable» (p.i.). Queda por explicar cómo es que lo que ayer era falso hoy se ha hecho cierto. Según el estudio, la oposición se radicalizó en el plano religioso a medida que se alejaba la posibilidad de lograr el derrocamiento del régimen.
Los hechos contradicen esa teoría. Desde los primeros días de la oposición armada, los combatientes trataron de crear un emirato islámico en Dera. Al cabo de varios intentos infructuosos, finalmente lograron crear un emirato islámico en Baba Amro (Homs), en lo que fue el momento culminante de su guerra y su mayor logro, ampliamente propagandizado por los medios de difusión a nivel mundial, hechos que no se mencionan en el estudio del International Crisis Group.
El «tanque pensante» de George Soros relativiza en realidad la influencia del sectarismo religioso basándose para ello en varios comunicados y declaraciones de los líderes de la oposición armada, cuya retórica no es representativa de lo que realmente piensan los Contras. El International Crisis Group tampoco menciona que en las manifestaciones contra Bachar al-Assad donde la única persona aclamada es el jeque Adnan al-Arour, personaje que se ha hecho célebre por sus diatribas contra los «enemigos de Dios», que para él son los miembros de todas las minorías religiosas.
En todo caso, el estudio del International Crisis Group tiene como objetivo preparar a la clase mediática para un viraje político. Si Estados Unidos renuncia a respaldar la revolución siria, no lo hace porque esta no haya logrado acabar con el Estado sirio sino porque ha caído bajo el control de los yihadistas.
No está de más recordar que Lakhdar Brahimi, el actual enviado especial de los secretarios generales de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, es un ex administrador del International Crisis Group y que sigue ocupando un puesto de «consejero» en el tanque pensante de George Soros.