Data: diciembre 7, 2022 | 18:01
INJERENCIAS DE EVO MORALES, MÁS LA CORRUPCIÓN Y CNN, CAUSARON DESTITUCIÓN DE PEDRO CASTILLO | Las presiones del cocalero boliviano para forzar una Asamblea Constituyente en el país vecino, desataron una tenaz reacción de la derecha peruana que derivó en la caída de Castillo tras una entrevista con del Rincón, operador de la CIA…

PRESIDENTE PERUANO CAE POR PRETENDER DAR MAR A BOLIVIA

Pedro Castillo se declaró seguidor de Evo Morales. Anunció que promovería una Asamblea Constituyente para instaurar un Estado Plurinacional similar al de Bolivia. | Fotomontaje Sol de Pando

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© Redacción Sol de Pando | Agencias

Una doble injerencia sobre los asuntos internos del Perú, de Evo Morales por un lado y de la CIA por otro, ha derivado en la destitución congresal del presidente Pedro Castillo Terrones, quien se encuentra ahora tras las rejas por intentar frenar su destitución clausurando el Parlamento, un delito de sedición.

En la gestación de esa caída anunciada, la intervención abierta en la política peruana  por parte del ex presidente neo-estalinista de Bolivia, Evo Morales, había desatado una reacción agresiva de la ultraderecha limeña articulándose con una intervención solapada de la CIA, a través de la cadena televisiva CNN, que manipuló la demanda marítima boliviana para justificar la remoción constitucional de Castillo.

El drama del Presidente caído se agravó con la corrupción practicada por su entorno familiar. El pasado 10 de agosto, la cuñada de Castillo, Yenifer Paredes, fue detenida acusada de cobrar sobornos para favorecer en adjudicaciones de obras públicas del gobierno. La mujer del Presidente,  Lilia Paredes, también es investigada por la Fiscalía, junto a sus tres hermanos y dos sobrinos prófugos, por formar una organización criminal para enriquecerse intermediando en licitaciones que favorecieron a empresarios de ese entorno familiar.

Las injerencias de Evo Morales en la gestión de Pedro Castillo

Evo Morales era visto como el principal asesor de Pedro Castillo, lo cual llevó a varios parlamentarios opositores exigir explicaciones del Presidente. | Foto archivo Sol de Pando

Profesor de rural y dirigente sindical del magisterio, Pedro Castillo marcó su destino incluso antes de asumir la Presidencia de su país. Durante la campaña electoral se declaró seguidor del cocalero boliviano Evo Morales y anunció que promovería una Asamblea Constituyente para instaurar un Estado Plurinacional similar al de Bolivia.

El 20 de abril de 2021, cuando Castillo obtuvo el pase a la segunda vuelta electoral para dirimir la Presidencia con la ultra-derechista Keiko Fujimori, Evo Morales se adjudicó el virtual triunfo de Castillo. “Saludamos y expresamos respeto y admiración a Pedro Castillo de Perú, que tiene un programa similar al nuestro: revolución democrática y cultural pacífica, defendiendo recursos naturales e impulsando una Asamblea Constituyente”, habían escrito en la cuenta de Twitter que figura a nombre del ex Presidente boliviano.

Aquella declaración de Morales fue calificada como “injerencista” por algún editorial de la prensa conservadora de Lima, y encendió las alarmas rojas del fascismo peruano. “Yo le quiero decir bien claramente al señor Evo Morales: no se meta en mi país, no se meta en el Perú. Fuera del Perú, Evo Morales. Los peruanos no vamos a aceptar su ideología, el socialismo del siglo XXI”, despotricó la hija del ex dictador Fujimori.

El 28 de julio del 2021, durante el acto de posesión de Castillo, Evo Morales participó en la ceremonia con calidad de dignatario de Estado, pese a que había renunciado la Presidencia de Bolivia en noviembre de 2019 tras el fallido intento de una cuarta prórroga de mandato. La presencia protagónica del cocalero en ese acto, eclipsó al propio Presidente boliviano en ejercicio, Luis Arce.

A partir de entonces, Morales ingresaba al Perú frecuentemente, con un despliegue logístico de altísimo presupuesto, con uso de aviones de lujo y hospedajes de cinco estrellas. Abrió una sede de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), en Puno. Sostuvo frecuentes reuniones con una facción de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, que había logrado cuotas de poder en el Gobierno de Castillohttps://www.soldepando.com/cerron-jefe-de-una-mafia/ mediante un pacto electoral. Evo era visto como el principal asesor de Pedro Castillo, lo cual llevó a varios parlamentarios opositores exigir explicaciones del Presidente.

El 25 de septiembre de 2021, Morales llegó a Arequipa para participar en un foro de las juventudes del partido oficialista Perú Libre. Allí pidió a Castillo lanzar la convocatoria a una Asamblea Constituyente.  “Yo saludo los gritos de la Asamblea Constituyente. Les digo a los jóvenes que encabecen la Asamblea Constituyente”, dijo Morales durante su discurso. “Es una nueva refundación para Perú, como se hizo en Bolivia. Es una enorme responsabilidad y no estamos lejos. Estamos con la verdad, la razón y la justicia”, agregó.

Durante la mañana de este miércoles, antes de su apresamiento, Castillo clausuró el Congreso peruano que le había destituido en la víspera, pretendiendo instaurar un “Gobierno de Excepción”, y en su proclama golpista anunció que convocaría “en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”. Por fin se había hecho realidad el sueño peruano de Evo Morales, pero fue como un tiro por la culata.

Contraofensiva de la CIA con las cámaras de CNN

Castillo le dijo a del Rincón que una posible salida al mar para Bolivia sería previo referéndum. Pero eso era lo de menos. Tras la entrevista con CNN, la caída de Castillo ya era una muerte anunciada. | Foto CNN

Desde el momento en que Evo Morales metió sus narices en Perú, la ultraderecha peruana reaccionó, como era de esperar, invocando la injerencia norteamericana. El operador de la contraofensiva fascista sería un periodista de CNN y agente de la CIA, Fernando del Rincón, que a través de una entrevista realizada en el Palacio presidencial de Lima cavó la tumba de Castillo.

Según la comunicadora venezolana Larissa Costas, Fernando del Rincón pertenece a un grupo de periodistas internacionales reclutados por la Oficina de Coordinación Política de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, aparato que desarrolla operaciones sicológicas y tácticas conspirativas mediante la manipulación informativa.

Desde la guerra contra Irak, dice Costas, CNN empleó a especialistas militares para planificar sus políticas informativas, trabajando como empleados regulares de esta cadena televisiva. Ayudaron en la producción de noticias durante la guerra de Kosovo. En un simposio militar sobre operaciones especiales realizado en Arlington, el coronel Christopher Saint John, entonces Comandante del Cuarto Grupo de Operaciones Psicológicas, dijo que la cooperación con CNN era un ejemplo “de libro de texto” de los lazos que el ejército estadounidense quiere tener con los medios.

Del Rincón planifica y coordina las entrevistas que realiza a líderes latinoamericanos, con los “analistas” del Pentágono y la CIA a cargo de la región. Desde su programa de entrevistas, tuvo una influencia decisiva en el gobierno transitorio de Jeanine Añez para consolidar el carácter fascista de aquel régimen. Invitado por el entonces ministro de la represión Arturo Murillo, el “influyente” periodista de CNN llegó a Bolivia pocos días después de las masacres de Senkata y Huayllani para ser condecorado por el Comité Cívico Pro Santa Cruz.

La entrevista que le hizo al gobernante peruano la noche del 25 de enero pasado, tenía el propósito de manipular la demanda marítima boliviana, de la cual Castillo de había declarado partidario mucho antes de ser Presidente, para forzar una figura de “traición a la patria” que sería la base de una acusación constitucional encaminada a la destitución congresal. La acusación constitucional, que tomó como “prueba” aquella entrevista de CNN,  fue aprobada por el Congreso del Perú el pasado 17 de noviembre.  

En mayo de 2018, Castillo ya se había alineado con el neo-estalinismo evista cuando propuso otorgar una salida al mar a nuestro país por territorio peruano —aliviando así la derrota de Bolivia frente a Chile en La Haya—, sin imaginar que esa inocente propuesta causaría su futura caída. Dos años después de aquel anuncio, el periodista de CNN reactualizó el tema entrevistando al Presidente peruano, tendiéndole una trampa y colocándolo en el paredón de un ultranacionalismo que condenó el cándido fervor de Castillo por Bolivia como un acto inconstitucional de “traición a la patria”.

En un recurso de Hábeas Corpus presentado el 8 de abril por la defensa de Castillo, el ahora destituido Presidente peruano alegaba que “las declaraciones del favorecido en la entrevista dada al periodista de la Cadena CNN en castellano (sic) no atentan contra el bien jurídico, soberanía nacional, ya que no se está dando salida al mar a Bolivia ni tampoco se le está entregando soberanía del mar peruano y las expresiones brindadas en la referida entrevista nunca podrían configurar el delito de Traición a la Patria”.

Castillo le dijo a del Rincón que una posible salida al mar para Bolivia por el Perú sería previo referéndum. Pero eso era lo de menos. Tras la entrevista con CNN, la caída de Castillo ya era una muerte anunciada. Fernando del Rincón se ganó otra condecoración fascista, y Evo Morales tendrá que llevar su discurso estalinista a otra parte.

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