Data: abril 21, 2022 | 9:04
AGENCIA NORTEAMERICANA BUSCA CERCAR A LA COCAÍNA DEL CHAPARE | El surgimiento de laboratorios de cristalización en el sub-trópico de Cochabamba causó una sobre-oferta internacional de la droga…

LA DEA INTERVIENE A TRAVÉS DE LA POLICÍA FEDERAL DEL BRASIL

La Policía Federal del Brasil, que contrajo un acuerdo bilateral con la Policía antidroga de Bolivia, es el intermediario accidental de la DEA en la jurisdicción boliviana, pues ambos países, Estados Unidos y Brasil, son los directos afectados por la irrupción de la cocaína cristalizada que sale del Chapare en volúmenes estremecedores. | Foto archivo Sol de Pando

© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando | Servicio Informativo Datos & Análisis

© Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso del autor

Para lectura en móvil usar pantalla horizontal |

El pasado domingo, 10 de abril, el ex presidente Evo Morales acusó al Gobierno actual de permitir la intervención de la DEA en asuntos internos del país, insinuando que la agencia norteamericana se habría infiltrado en la policía antidroga de Bolivia y en el Ministerio de Gobierno.

“Yo no sé si la DEA, dentro de algún Ministerio o de algunos ministerios, trata de implicar y de satanizar al movimiento campesino del trópico de Cochabamba”, declaró Morales en su programa dominical de la radio Kausachun Coca.

El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo desmintió a Morales: “No existe ningún tipo de coordinación con la DEA; en algunos casos, en los operativos de lucha contra el narcotráfico se coordina de manera específica con la Policía de Brasil, de Perú, de Chile y todas las policías que se encuentran alrededor de nuestras fronteras, pero son por temas específicos, nunca hemos coordinado con Estados Unidos ni mucho menos con la agencia DEA”.

Efectivamente, la Policía Federal del Brasil, que contrajo un acuerdo bilateral con la Policía antidroga de Bolivia (la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, Felcn), es el intermediario accidental de la DEA en la jurisdicción boliviana, pues ambos países, Estados Unidos y Brasil, son los directos afectados por la irrupción de la cocaína cristalizada que sale del Chapare en volúmenes estremecedores.

A pesar su expulsión del país en 2008, lo cierto es que la DEA está activamente interesada en el nuevo narcotráfico boliviano, debido a que la droga producida en el territorio cocalero que controla Evo Morales está invadiendo el territorio norteamericano ante la dificultad de ingresar al mercado del Brasil. En dos ocasiones, en 2010 con el caso del general René Sanabria, y el pasado año 2021 con el coronel Maximiliano Dávila involucrado, la DEA desbarató redes de transporte de cocaína boliviana que eran embarcada desde puertos de Chile, vía Panamá, hacia ciudades como Miami y Nueva York, en el corazón del “imperio”.

Debido a que el sistema de transporte que dispone la cocaína del Chapare es esencialmente terrestre, la producción del clorhidrato era comercializada en camiones de alto tonelaje cagados de fruta y productos tropicales, saliendo por Oruro, La Paz y Potosí hacia Chile y Argentina. Siendo su única ruta de ultramar el Pacífico, resultaba inexorable introducirse en el mercado norteamericano, cayendo en la boca del lobo, la DEA.

El modus operandi de la cocaína en Bolivia | VIDEO

De Sanabria a Dávila: la pesadilla de Evo Morales

En 2010, el general René Sanabria que ejerció la comandancia de la Felcn durante el primer mandato de Evo Morales, fue atrapado por la DEA con las manos en la masa, en Panamá, participando en el traslado de cocaína del Chapare vía Arica hacia Estados Unidos. Sanabria estuvo recluido nueve años en una cárcel de Miami, confesando ante la DEA, y debe purgar otros diez años en Bolivia.

A diferencia del caso Sanabria que aparentemente no tuvo mayor consecuencia política para el régimen de Evo Morales, el caso de Dávila —sobre quien pende el pedido de extradición a Estados Unidos— es motivo de preocupación para el ex Presidente. Dávila se encuentra hoy preso en el penal de San Pedro, en La Paz, a la espera de su extradición exigida por el Gobierno de Estados Unidos, es decir la DEA.

Como parte de las pruebas que dispone la agencia norteamericana, además de su vinculación con el reincidente Techo de Paja en la red para llevar cocaína a Nueva York, la DEA sostiene que Dávila dirigió desde la Felcn una operación monstruosa para transportar la droga del Chapare hacia el mercado de Brasil, movilizando 66 avionetas estacionadas en 40 hangares de un aeródromo en el municipio de Cotoca, Santa Cruz. En ese caso, la información que dispone la DEA fue generada y proporcionada por la Policía Federal del Brasil.

La policía brasileña, aliada con la DEA, busca frenar el ingreso de cocaína peruana que los pilotos del Beni transportan por la ruta del norte amazónico boliviano (atravesando los estados de Acre y Rondônia desde Pando y Beni) y de cocaína boliviana que atraviesa el Pantanal desde Santa Cruz por el Estado de Matogrosso y por el Paraná en Paraguay; el punto final de desembarque es São Paulo, desde donde la Ndrangheta se encarga de llevar la droga hacia Europa.

Para entender el narcotráfico en Bolivia | VIDEO

Los florecientes huanchacas del Chapare

La intervención en el aeropuerto privado de Santa Cruz, conocido como “aeródromo La Cruceña” (ex “aeroclub Mundaka”), ocurrida el 26 de marzo, puso en la defensiva a Evo Morales ante la eventualidad de que la DEA lo vincule con el caso, pues se sabe que Dávila, durante la gestión de Morales y del ministro de Gobierno Carlos Romero Bonifaz (inclusive durante la gestión de Añez con el ministro Murillo), protegía y fomentaba el transporte aéreo de cocaína salida desde laboratorios del Chapare con rumbo a Paraguay y Brasil, a través de este aeródromo privado. Según un informe de la DEA que fue entregado por la Policía Federal del Brasil, las 66 avionetas halladas en enormes hangares del aeródromo de Cotoca hacían escalas en el aeropuerto de Chimoré recogiendo la droga que era cargada en las 66 avionetas dispuestas exclusivamente para ese fin (desmontaron los asientos para pasajeros en los fuselajes).

Pocas horas antes de que los propietarios del aeródromo y de las 66 avionetas fueran convocados por la Fiscalía anti-droga, Evo Morales irrumpió en la escena, el 4 de abril, haciendo estallar el escándalo de los audios de Sajta.

Con esa maniobra, el ex Presidente tendió una cortina de humo sobre el asunto de Cotoca, postergando un informe parlamentario que el ministro del Castillo debía efectuar el 6 de abril, e impidiendo la detención de los propietarios del aeródromo, quienes, según fuentes policiales contactadas con Sol de Pando, habrían tenido tiempo para huir hacia el Estado de Matogrosso. La DEA y la Policía Federal del Brasil aseguran que los dueños del aeródromo La Cruceña mantenían vínculos estrechos con el coronel Maximiliano Dávila.

El escándalo desatado por Morales para desviar la atención pública sobre el aeródromo, lo enfrentó con el ministro del Castillo y precipitó la caída de los mandos jerárquicos de la policía anti-droga, a los que Evo Morales acusó de “agentes del imperio y de la derecha”.

Sin embargo, el caso de Sajta “destapado” por Evo Morales, fue un boomerang que apuntó al propio ex Presidente. Declaraciones del teniente coronel Erick Yerko Terán efectuadas el 5 de abril, pusieron en evidencia que se trataba de un mega-laboratorio de cristalización instalado en torno a cinco pozas de maceración, cuyo propietarios brasileños (Terán afirma colombianos) estarían asociados a productores de hoja de coca que responden sindicalmente a Evo Morales. El grupo narco-cocalero estaría relacionado con el actual viceministro de sustancias Controladas, Jaime Mamani, colocado en el cargo como la “cuota” de Evo Morales dentro el actual Gobierno.

Los audios de Sajta confirman el hecho de que el Chapare, bajo el régimen de Morales, ha dado un salto en la cadena productiva de la cocaína, convirtiéndose en productora de clorhidrato de cocaína, ya no solamente sulfato base. Es decir, factorías como Huanchaca que proliferaron durante la dictadura de García Meza en propiedades ganaderas de Beni y Santa Cruz, emergen hoy en el Chapare con una severa dificultad en el sistema de transporte aéreo que garantice el destino al Brasil. El aeródromo La Cruceña era una solución estructural para llenar el vacío dejado por los pilotos benianos que optaron por trabajar con traficantes peruanos.

Según reveló el propio Ministerio de Gobierno, aunque sin explicar por qué no han sido capturados sus propietarios, el mega-laboratorio de Sajta (“una ciudad en medio del monte, con toda la tecnología”, lo describió Terán), tiene una capacidad de producir 200 kilos de cocaína cristalizada al día.

Tomando en cuenta que un kilo de clorhidrato tiene un precio en el país de $us 2.500 dólares, en cinco días de producción (de lunes a viernes) sólo de Sajta sale una tonelada de droga por un valor de $us 2’500.000. Con solamente 10 laboratorios similares, el Chapare estaría produciendo 100 toneladas que generan 25 millones de dólares a la semana. El precio se duplica en los mercados vecinos y sube 10 veces más en Europa y Estados Unidos.

LINKS RELACIONADOS
SOBRE LA INGERENCIA NORTEAMERICANA EN BOLIVIA

datos-y-analisis

Related Images:

dossier pacahuara



sopa de mani



coronavirus



Reporteros Sin Fronteras



CPJ



Knigth Center