Data: abril 25, 2019 | 14:24
NEXOS DEL CORONEL GONZALO MEDINA CON LA MAFIA ITALIANA | El prófugo Pedro Montenegro Paz era el contacto de un cartel montado en Brasil para transportar la droga a mercados de Europa y Estados Unidos bajo control de familias calabresas, atraídas por la producción excedentaria de coca en Bolivia...

Ndrangheta, el Cartel de Calabria viene por la cocaína boliviana

Pedro Montenegro, de polera oscura, con Robin Justiniano (polera blanca) ostentando su vida lujosa en una costa colombiana. La Policía Federal del Brasil vincula a este clan boliviano con el Cartel trasnacional de la Ndrangheta. | Fotomontaje Sol de Pando

La Policía Federal del Brasil asegura que las incautaciones en ambos continentes causaron una gigante pérdida económica al Cartel de Calabria. “De hecho, la cocaína se pagó en Sudamérica a un precio base de alrededor de 4 mil euros por kilogramo, por lo que las compras que fallaron tuvieron un costo de más de 6 millones de euros. Al mismo tiempo, si aquella droga incautada hubiera sido procesada y puesta en el mercado, habría producido unos 200 millones de euros al por mayor y 400 millones de euros al por menor”, indica un informe policial al cual Sol de Pando tuvo acceso exclusivo…

© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando
El expediente alude a tres bolivianos que se identifican mediante los “nicks” de “Black”, “Chavo” y “Caballero”. Los investigadores federales sospechan que dos ellos serían el capitán Moreira y el hijo de Medina. | Foto dominio público

El narcotraficante Pedro Montenegro Paz, condecorado el año pasado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz pese a que Interpol lo buscaba desde 2014, forma parte de un nuevo Cartel del narcotráfico internacional vinculado a la temible mafia italiana Ndrangheta. El boliviano, hoy prófugo, junto con el montenegrino Mario Vucinic era encargado de proveer la droga a una red montada en Brasil para su envío a Europa por ultramar, mediante gigantescos containers, en coordinación con el chileno Rayko Milan Tomasín Rivera; todos ellos bajo la protección policial de dos jefes de la Felcc en Santa Cruz: el coronel Gonzalo Medina Sánchez y el capitán Fernando Moreira Morón.

En abril de 2018 Gonzalo Medina, entonces comandante de la fuerza anti-crimen de Santa Cruz, condecoró al narcotraficante Pedro Montenegro, a quien Brasil exigía extraditar desde 2015. | Foto dominio público

La información obtenida por Sol de Pando en fuentes reservadas de la Policía Federal del Brasil, indica que la participación boliviana en este nuevo Cartel estaría compuesta al menos por otros tres individuos, además de Montenegro Paz, identificados con los alias de “Chavo”, “Caballero” y “Black”. Uno de ellos, “Black”, sería el policía boliviano Fernando Moreira, y el otro, “Chavo” o “Caballero”, sería uno de los nicks utilizados por Robin Justiniano, el hijastro de Medina que también fue “condecorado” por la Felcc de Santa Cruz junto a Pedro Montenegro.

Pedro Montenegro Paz, el narco prófugo, y Robin Justiniano, hijo del comandante de la Felcc de Santa Cruz, eran los encargados de proveer la cocaína al Cartel de Calabria instalado en Brasil. | Foto dominio público

Según fuentes consultadas por Sol de Pando en Brasil, la Ndrangheta —sofisticada organización criminal que viene prosperando sobre la costa mediterránea de Calabria— durante la última década desplazó a mafias tradicionales como la Cosa Nostra siciliana y la Camorra napolitana en el negocio de la distribución mayorista de cocaína dentro el continente europeo, con crecientes incursiones en Estados Unidos, además.

Este nuevo Cartel de la cocaína cuenta entre sus miembros con traficantes navieros, financistas, abogados y sicarios provenientes de países diversos como Albania, Montenegro, Serbia, Inglaterra, Francia, Suiza, Holanda y Bélgica, además de países latinoamericanos como Bolivia, Brasil, Colombia, Perú, Argentina, Chile, Venezuela y México.

La trama cocainera del Lava Jato

La brasileña María Fátima Stocker, financista del Cartel, también vinculada al Lava Jato, cayó presa en España hace cinco años. | Foto cortesía Policía Federal

La investigación simultanea realizada en Brasil e Italia identificó al mafioso calabrés Pasquale Bifulco como líder de esta ruta entre Sudamérica y Europa, colaborado por su paisano Vito Zinghini y el montenegrino Vladan Radoman que se encargan de financiar la compra de cocaína a gran escala, creando empresas navieras off shore en paraísos fiscales como Panamá, Islas Caimán y Las Bahamas.

Las familias calabresas descubrieron que la cocaína boliviana es más barata de la que se produce en Perú o Colombia, debido a su sobre-producción que excede a la demanda en los países consumidores del vecindario como Brasil, Chile y Argentina. El clan policial de Medina y Moreira, como parte de este Cartel trasnacional, tiene la misión de “movilizar” la cocaína que se acumula y se estanca en nuestro país dado el exceso de producción de la hoja de coca como materia prima.

En los puntos sudamericamos de embarque —puertos de Brasil hacia el Atlántico y de Chile hacia el Pacífico—, el financiamento para la compra de la cocaína y para los gastos operativos de su transporte marítimo y/o aéreo, se hallaba a cargo del chileno Rayko Milan Tomasín Rivera y de la brasileña María Fátima Stocker, alias “La Directora”. Esta última ha sido identificada como socia de Alberto Youssef, el “doleiro” (cambista) que desató el escándalo del Lava Jato usando su estación de servicio en Brasilia para desviar dineros de Petrobras hacia atividades ilícitas. La prensa brasileña sostiene que Youssef entregó a Stocker recursos de la estatal petrolera para financiar las atividades de la Ndrangheta en Brasil, mediante la compra de cocaína en Bolivia y Perú.

María Fátima vivía en Suiza casada con un banquero de aquel país, donde está denunciada por atividades de lavado. En mayo del 2014 cayó presa en España y en los próximos días será enjuiciada por un tribunal europeo.

Flamante ruta intercontinental para la cocaína boliviana

El Puerto de Gioia Tauro, en Calabria, donde miles de gigantezcos containers guardan las toneladas de cocaína que la Ndrangheta importó desde Sudamérica durante la última década. | Foto El Pais

Según un relatorio del Ministerio Público Federal (Fiscalía) que en abril de 2014 investigó los vínculos de María Fátima Stocker con la trama del Lava Jato, la “Directora” cumplía el rol, dentro la organización criminal, de adquirir la cocaína “al por mayor” para su embarque en containers desde el Puerto de Santos, en São Paulo, hacia las costas del Mediterráneo en Europa, donde la droga se distribuye hacia España, Francia, Holanda, Suiza, Bélgica y Alemania, además de Italia.

El punto de desembarque es el Puerto de Gioia Tauro, en la costa meditarránea de Calabria. Un brillante reportaje publicado por El País de Madrid el 11 de septiembre de 2018, describe así la ruta de la cocaína sudamericana hacia los mercados de Europa dominados por la Ndrangheta:

«Los controles en Colombia han obligado a los proveedores de la ‘Ndrangheta a transportar la coca en camiones por la selva amazónica, llegar a Brasil y embarcarla en el puerto de Santos (en el Estado de São Paulo, el más grande de Sudamérica). Carrieri, que ha estado en tres países en la última semana y lleva 24 horas sin dormir en el momento de la conversación en su cuartel, ha visto de todo: falsos fondos, partidas en el motor del refrigerador… La estrategia suele ser la misma. Sociedades ficticias panameñas organizan la carga y el transporte. Pongamos que salen 10 contenedores de caña de azúcar. Antes de cerrar el contenedor colocan ahí cuatro bolsas de 25 kilos de coca. A eso lo llaman rip off. Luego cierran y ponen un sello. Pero dentro han dejado otro idéntico al oficial que servirá para precintar de nuevo el contenedor una vez sacada la coca en Gioia Tauro…».

Los investigadores establecieron que los brasileños René Luiz Pereira, hoy preso, y Sleiman Nassim El Kobrossy, prófugo, eran los encargados de realizar los pagos a los provedores en Bolivia. “Sleiman era el responsable de pagar a los provedores de la droga en Brasil, mientras que René sería una especie de emisario o tesorero, responsable de mover el dinero para pagar la droga”, explica el informe fiscal.

La investigación estableció que René Luiz Pereira mantenía contactos mediante el Whatsaap con tres bolivianos que se identificaban bajo los nicks de “Chavo”, “Caballero” y “Black”. Ellos serían los proveedores de la cocaína en Bolivia. Luiz Pereira era el encargado de pagar a los bolivianos personalmente en Santa Cruz, mientras que Pedro Montenegro Paz era el encargado de hacer llegar la droga desde Bolivia al puerto de São Paulo.

“Los mensajes intercambiados por René con los bolivianos encubiertos con los Nicks de ‘Chavo’, ‘Caballero’ y ‘Black’, muestran que el pago a los bolivianos era con dólares en efectivo, en Bolivia; lo cual prueba una actividad evidente de narcotráfico, y no es factible suponer algún tipo de inversión legal en aquel país por parte de los compredores”, afirma el documento al que accedió Sol de Pando.

Cronología de una interdicción sistemática

El emblema heráldico de la mafia calabresa. La Ndrangheta es una logia tan o más tradicionalista que la Cosa Nostra siciliana y la Camorra napolitana. | Foto archivo Sol de Pando

La red comenzó a ser procesada judicialmente en marzo de 2014 con la captura sistemática de sus principales integrantes mediante acciones combinadas entre las fuerzas antidroga de Brasil e Italia. El operativo “Monte Pollino”, ejecutado por la Policía Federal del Brasil, fue simultáneo a la operación “Buongustaio” (“Buen gusto”) por parte de la Policía Italiana en territorio europeo. Ambos operativos dieron como resultado el bloqueo de casi dos toneladas de cocaína boliviana y peruana en su tránsito de São Paolo a los puertos del Mediterráneo europeo controlados por la mafia calabresa.

El operativo brasileño-italiano consistió en una suma de pequeños golpes, aparentemente aislados, que fueron ejecutándose desde enero de 2013 —y durante todo ese año— a partir de labores previas de Inteligencia. En dicho lapso, el Cartel de Calabria movilizó en Brasil por lo menos $us 1’226.480 para la compra de cocaína preferentemente boliviana, por su bajo precio y buena calidad.

Según el detalle obtenido por Sol de Pando en la fuente federal, el primer evento se registró en enero de 2013 con la incautación de 44 kilos de cocaína que estaban siendo embarcados hacia Bélgica desde el Puerto de Munguba, Estado de Amapá. En febrero se interceptó un buque de la empresa naviera “Grande América” con un cargamento de 174 kilos de droga que estaban siendo embarcados desde Puerto Santos al Puerto de Hamburgo, en Alemania. Simultáneamente en el puerto de Antuerpia, Bélgica, fue detenido el chileno Carlos Mauricio Castillo Rendón, alias “Caliche”.

El 29 de abril de 2013, en Barra Velha, Santa Catarina, se incautaron 107 kilos de cocaína ocultos en el parachoque de un Honda CRV que conducía el brasileño Aparecido Rodríguez Gomes, alias “Muita Treta”. Exactamente un mes después, el 29 de mayo, se impidió el tráfico de 269 kilos de cocaína ocultos en un container propiedad de Tiago Figueiredo Gomes, alias “Manga Larga”, cuyo destino era Bélgica; cargamento financiado por María Fátima Stocher, alias “La Directora”.

El 2 de agosto de 2013, se incautaron 61 kilos de la droga que el brasileño Vinicius Alberto Caetano Lopes, alias «Vini», camufló en su vehículo intentando llegar al puerto de Praia Grande, en São Paulo. También en agosto se detecta la llegada de 80 kilos de cocaína al puerto calabrês de Gioia Taurus. Se intercepta una comunicación de Rayko Milan Tomasín Rivera informando a Pasquale Bifulco que la droga fue comprada en Bolivia con dinero enviado por María Fátima Stocker.

Rayco informó además que el 18 de abril “La Directora” le hizo llegar, a través de Luzia Elaine de Souza Roman, $us 50.000; dinero que fue administrado por Carlos Alberto Mellies quien se encargó de comprar la droga en Bolivia. Posteriormente Fátima le envió a Rayko también a través de Luzia, en tres partidas, un total de $us 600.000 (seiscientos mil dólares) para la compra de 100 kilos de cocaína. Las entregas se efectúan en tres fechas de mayo, encontrándose Rayko y Luzía para cada pago en un restaurante McDonal’s, en el Carrefur de la Plaza del Árbol y en la Plaza de Alimentos del Metro Jabaquara, en São Paulo.

El 26 de mayo, Rayko debe pagar una deuda de $us 186.700 a un proveeedor boliviano. Fátima y Luzia se encargan de hacer llegar el dinero encontrándose en el Hotel Ceasar Park. El 18 de junio, Luzia recibe instrucción de Fátima para entregarle a Rayko $us 100.780, lo cual se produce en la Plaza de Alimentos del Shopping West Plaza de São Paulo. El 21 de junio se produce la entrega de otros $us 100.000 en un restaurante de la Terminal de Jabaquara.

El 14 de diciembre de 2013, llegan 45 kilos de cocaína al Puerto de Antuerpia, Bélgica, a través de la organización calabresa de Pasquale Bifulco. La remesa fue un consorcio formado por el suizo Uwe Fellier, alias “Tequila”, que compró la mayor cantidad de la carga, conjuntamente Rayko Milán Tomasin y Wagner Pereira Dutra, alias “Drácula”, que aportaron con cinco kilos comprados en Brasil de un proveedor identificado como “Bahía”, quien a su vez fue contactado por Carlos Augusto Sangeon, alias “Guto”.

El 22 de enero de 2014 fueron incautados $us 189.000 de manos de René Luiz Pereira, comprador de la cocaína boliviana, quien fue detenido cuando María Fátima Stocker, alias “La Directora”, se hallaba en Brasil intentando organizar un despacho en consorcio con el chileno Rayko, con quien se reunió en el Hotel Ibis Aeroporto de São Paulo. Fátima huyó de la redada policial y apareció en España, donde fue aprehendida en mayo.

¿Se desmantela el Cartel de la Ndrangheta?

Mario Vucinic, el integrante montenegrino de la Ndrangheta que vivió en Santa Cruz colaborando con el clan de Medina, Moreira y Montenegro Paz. También se lo busca en Brasil. | Foto cortesía Policía Federal

La operación “Monte Pollino” incriminó a 20 operadores del cartel que se encargaban de organizar el embarque en São Paulo; hallándose procesados bajo mandamientos de detención preventiva 13 brasileños (entre ellos cuatro mujeres), dos calabreses, dos chilenos, un montenegrino (Vucinic), un boliviano (Montenegro) y el empresario gastronómico suizo Uwe Fellier, alias “Tequila”, ligado al cartel de Sinaloa.

La operación “Buongustiao” en la punta italiana de la narco-ruta, fue a la caza de casi treinta organizadores de la recepción de la droga enviada desde el Brasil, lista en la que figuran, además de los mafiosos calabreses y sus socios sudamericanos, integrantes montenegrinos y albaneses de la Ndrangheta.

La Policía Federal del Brasil asegura que las incautaciones en ambos continentes causaron una gigante pérdida económica al Cartel de Calabria. “De hecho, la cocaína se pagó en Sudamérica a un precio base de alrededor de 4 mil euros por kilogramo, por lo que las compras que fallaron tuvieron un costo de más de 6 millones de euros. Al mismo tiempo, si aquella droga incautada hubiera sido procesada y puesta en el mercado, habría producido unos 200 millones de euros al por mayor y 400 millones de euros al por menor”, indica un informe policial al cual Sol de Pando tuvo acceso exclusivo.

Casi 50 integrantes del cartel, de diversas nacionalidades, están siendo enjuiciados con órdenes de prisión preventiva, tanto en Brasil como en Italia, España y Alemania. Ocho están prófugos, entre ellos el boliviano Pedro Montenegro Paz, quien curiosamente fue condecorado públicamente por el comandante policial anticrímen de Santa Cruz, Gonzalo Medina, en abril de 2018.

También se halla prófugo el montenegrino Mario Vucinic, alias “Sobrino”, socio de Montenegro Paz. Vucinic vivió en Santa Cruz durante varios años. En diciembre de 2016 fue denunciado mediante edictos por haberse apropiado de terrenos particulares, junto a dos socios bolivianos de apellido Cabrera, en la localidad de Puerto Quijarro.

Continuará…

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