Data: diciembre 25, 2012 | 12:49
PERÚ | El 75% del lote 88 de Camisea se encuentra en el interior de la Reserva Nahua-Nanti, donde habita la etnia Nantis

El proyecto gasífero de Pluspetrol invadirá territorio de indígenas no contactados

En 2003 se aprobó un Decreto Supremo para proteger a los indígenas que viven en la reserva de la expansión de las exploraciones gasíferas. El decreto afirma rotundamente: “Queda prohibido el otorgamiento de nuevos derechos que impliquen el aprovechamiento de recursos naturales en la reserva”. El gobierno de Humala incumple ese decreto. | Fotomontaje Sol de Pando

En 2003 se aprobó un Decreto Supremo para proteger a los indígenas que viven en la reserva de la expansión de las exploraciones gasíferas. El decreto afirma rotundamente: “Queda prohibido el otorgamiento de nuevos derechos que impliquen el aprovechamiento de recursos naturales en la reserva”. El gobierno de Humala incumple ese decreto. | Fotomontaje Sol de Pando

Los indígenas afectados, entre los que se encuentran miembros de las tribus nanti y mashco-piro, habitan a tan solo 100 kilómetros de Machu Picchu. A pesar de vivir en la reserva protegida de Kugapakori-Nahua-Nanti, el Gobierno tiene previsto abrir su tierra a la exploración de hidrocarburos. El proyecto energético más grande y tristemente famoso de Perú, los campos de gas de Camisea, se encuentra en las profundidades de la reserva…

© Survival

Las principales organizaciones indígenas de Perú llevarán al Gobierno y a las poderosas empresas gasísticas a los tribunales con el objetivo de poner fin a las explotaciones de hidrocarburos que amenazan seriamente las vidas de los indígenas aislados.

Las organizaciones de indígenas amazónicos AIDESEP, FENAMAD, ORAU y COMARU tienen previsto demandar tanto al Gobierno como a las empresas de hidrocarburos por sus propuestas de expansión del gigantesco proyecto gasístico de Camisea hacia el interior del territorio habitado por varios pueblos indígenas no contactados y aislados.

Survival estima que hay alrededor de 15 pueblos indígenas aislados en Perú. Todos viven en las regiones más remotas y aisladas de la selva amazónica. Entre ellos están los cacataibo, los isconahua, los matsigenka, los mashco-piro, los mastanahua, los murunahua (o chitonahua), los nanti y los yora.

Un consorcio de empresas a cargo del lote, entre las que se encuentran la española Repsol, el gigante petrolero argentino Pluspetrol y la estadounidense Hunt Oil, planea abrir cientos de pistas por el interior de la selva, detonar miles de cargas de explosivos y excavar pozos de exploración en busca de más gas.

El 75% del lote 88 de Camisea se encuentra en el interior de la Reserva Nahua-Nanti, creada para proteger a los indígenas aislados y no contactados, extremadamente vulnerables a la enfermedad y los proyectos de desarrollo en su tierra.

En 2003 se aprobó un Decreto Supremo para proteger a los indígenas que viven en la reserva de la expansión de las exploraciones. El decreto afirma rotundamente: “Queda prohibido el otorgamiento de nuevos derechos que impliquen el aprovechamiento de recursos naturales [en la reserva]”.

El Decreto fue una de las muchas condiciones que estableció el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) antes de hacer el préstamo al Gobierno para la construcción del proyecto Camisea.

Survival ha instado al Gobierno peruano a que suspenda todas las actividades extractivas en tierra habitada por indígenas aislados y a que cumpla su promesa de no comenzar nuevas exploraciones en la región.

En un comunicado emitido la semana pasada, las organizaciones indígenas aseguraban que toda nueva actividad de exploración llevaría a la “extinción” de las tribus que allí viven.

‘El Estado peruano continúa con las políticas extractivistas, priorizando el dinero por sobre la vida de los pueblos… por eso decidimos demandar al Estado Peruano, a la empresa hidrocarburífera… para lograr la protección de los pueblos indígenas aislados de la destrucción de su habitat y de su extinción’, sostiene el pronunciamiento indígena.

Una zona de importancia global

La Reserva Nahua-Nanti, en la Amazonia peruana, es la zona de amortiguación del Parque Nacional de Manú, una de las áreas protegidas más importantes del mundo.

Al igual que Machu Picchu, el parque es un Lugar Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y se dice que tiene una diversidad biológica “que supera a la de cualquier otro lugar de la Tierra”.

Varios pueblos indígenas no contactados viven en la Reserva Nahua-Nanti, así como otros pueblos aislados. Entre ellos están los nahuas, los nantis, los matsigenkas y los mashco-piros. Todos ellos, como el resto de tribus aisladas, dependen de la selva para su supervivencia.

La tierra de los indígenas también acoge los enormes campos gasísticos de Camisea, el proyecto energético más grande y conocido de Perú. De hecho, el 75% del “Lote 88” de Camisea se encuentra dentro de los límites de la Reserva.

El proyecto gasífero de camisea

En los años 80 miembros del pueblo indígena nahua fueron contactados por primera vez después de que trabajadores de Shell en busca de petróleo y gas accedieran a su tierra.

Sin inmunidad ninguna frente a las enfermedades de los foráneos, los nahuas sucumbieron rápidamente a males comunes y la mitad de la tribu fue exterminada.

Desde 2004 ha habido al menos cinco vertidos de gas significativos, que según la información disponible han contaminado la tierra y las vías de agua. La población local ha denunciado que los vertidos han dañado gravemente su salud.

El lote Fitzcarrald penetrará aún más en la reserva de los indígenas y partirá su territorio en dos. | Foto Survival

El lote Fitzcarrald penetrará aún más en la reserva de los indígenas y partirá su territorio en dos. | Foto Survival

Pluspetrol y sus socios

En la actualidad Camisea está gestionado por un consorcio de empresas gasísticas lideradas por la argentina Pluspetrol. Entre ellas se encuentran la estadounidense Hunt Oil y la española Repsol.

En abril de 2012 el Ministerio de Energía de Perú aprobó la expansión de la exploración gasística en el Lote 88. Esto supone más pozos, más pruebas sísmicas y más molestias para los indígenas.

Perú anunció recientemente que el Gobierno se haría con el control de otro lote en la región de Camisea que penetrará aún más en la reserva de los indígenas y partirá su territorio en dos.

Irónicamente, el lote se llama Fitzcarrald, como el barón del caucho (Carlos Fermín) que abrió originariamente la zona a las empresas caucheras en el siglo XIX. La fiebre del caucho causó la esclavitud y la muerte de decenas de miles de indígenas.

Hasta el momento, la empresa petrolera estatal PetroPerú ha mantenido en secreto los planes de trabajo, y la población local no ha sido informada sobre el proyecto.

Protección legal

En 2003, bajo presión del Banco Interamericano de Desarrollo, se aprobó un Decreto Supremo para mejorar la protección de la Reserva Nahua-Nanti.

Perú consiguió del Banco un crédito de más de 75 millones de dólares para desarrollar el proyecto Camisea después de acceder a una serie de condiciones. Una de ellas era la promesa de que “queda prohibido el otorgamiento de nuevos derechos que impliquen el aprovechamiento de recursos naturales”.

Esto significa que todo nuevo proyecto dentro de la Reserva Nahua-Nanti es ilegal de acuerdo tanto a la normativa internacional como a la legislación peruana.

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