Data: octubre 16, 2020 | 13:29
ELECCIONES CON TRASFONDO DEL FUEGO FORESTAL | A pesar de la anulación del decreto incendiario de Evo Morales, los chaqueos persisten y los incendios no disminuyen en la Chiquitania y el Chaco. Un gigante helicóptero bombero financiado por Canadá comenzará a operar desde el lunes…

BOSQUES Y SERRANÍAS NO DEJAN DE ARDER

Las comunidades indígenas y campesinas también están padeciendo por el avance del fuego. “Hay mucha desesperación de la gente, son varios días combatiendo el fuego”, dice Yenny Noguera. | Foto FREUCB

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© Redacción Sol de Pando | Agencias

Los incendios forestales en Bolivia no dan tregua. Al igual que en el 2019, la Chiquitanía y el Chaco boliviano son los ecosistemas que más han sido afectados por el fuego. La ministra del Medio Ambiente y Agua, María Elva Pinckert, informó hace una semana que se había cuantificado un millón 393 mil hectáreas perdidas en todo el país. No existe a la fecha una cifra actualizada.

Pinckert detalló que fueron detectados 57 incendios forestales activos en Bolivia: 43 en Santa Cruz, 11 en Chuquisaca y 3 en El Beni, aunque no dio ninguna cifra sobre el desastre que también llegó al Chaco de Tarija.

Además de la Chiquitanía que abarca bosques en Santa Cruz y parte del Beni, la zona del Chaco es presa de los incendios forestales en bosques que se extienden sbre los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.

Solo en Santa Cruz se calcula que las pérdidas por los incendios forestales superan las 830 mil hectáreas; mientras que en Chuquisaca el fuego ha arrasado 30 mil hectáreas y avanza hacia las áreas protegidas de Iñao y Aguaragüe.

El asambleísta departamental que representa al Chaco, José Ortiz, informó que se calcula en la zona una pérdida de 50.000 hectáreas y que las serranías siguen ardiendo.

La ola de incendios forestales está destruyendo bosques y serranías en la Chiquitania oriental así como en el Chaco de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, condenando a la extinción miles de especies vivas. | Foto FREUCB

Áreas reservadas y comunidades indígenas arrasadas

“Desde el observatorio creemos que son muchas más las hectáreas quemadas”, comenta Oswaldo Maillard, coordinador del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC). “Nuestra mayor preocupación son en las áreas naturales protegidas porque tiene zonas inaccesibles”, agregó Maillard.

Las comunidades indígenas y campesinas también están padeciendo por el avance del fuego. “Hay mucha desesperación de la gente, son varios días combatiendo el fuego”, dice Yenny Noguera, de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap).

En Santa Cruz, la mayor cantidad de focos de calor han sido detectados en los municipios de San Matías, San Ignacio, Concepción, Urubichá, San Rafael, Ascensión de Guarayos, Cabezas, Vallegrande y San José, según la ABT.

Maillard, de la FCBC, muestra su preocupación por el Área Natural de Manejo de Integrado (ANMI) San Matías, pues el municipio del mismo nombre es una de los lugares más afectados por el fuego en Santa Cruz. “Según el observatorio, en el [AMNI] San Matías hay cicatrices de los incendios de 116 mil hectáreas y en Copaibo más de 40 mil hectáreas, cifras hasta el 1 de octubre”. Señala Maillard.

Pero no solo el ANMI San Matías está padeciendo los estragos del fuego. Maillard señala que de acuerdo con el Observatorio del Bosque Seco Chiquitano, el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, la Reserva Municipal Copaibo y la Reserva de Vida Silvestre Ríos Blanco y Negro continúan afectadas por los incendios. “Hubo una lluvia sobre Copaibo que mitigó el fuego, pero nuevamente se reactivó. Y en Ríos Blanco y Negro surgió un incendio que fue creciendo en una zona muy distante de cualquier acceso y población”.

Así operará el Chinook en Bolivia. La nave llega a Bolivia gracias a una la donación de 4 millones de dólares canadienses, que fueron pagados directamente a la empresa Coulson Aircrane, propietaria del helicóptero de doble hélice, de origen norteamericano. Tiene una velocidad máxima de 315 kilómetros por hora y lleva incorporado un tanque de agua de 11 mil litros de capacidad. | Foto Archivo

La llegada del Chinook gracias a Canadá

En la jornada de este viernes, el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, anunció que en las siguientes horas se conocerá el cronograma de vuelos del helicóptero Chinook que, desde la siguiente semana, apoyará por aire las tareas de sofocación de incendios en el Chaco.

El aparato llegó ayer, jueves,  a bordo de un carguero Antonov y está en proceso de armado. En las siguientes horas, desde el Comando de Incidencias de Santa Cruz, se conocerá el cronograma de vuelos de ese helicóptero que trabajará 24 horas apagando los fuegos en las serranías chaqueñas.

El ministro de Defensa, Luis Fernando López, informó que la aeronave arriba a nuestro país por gestiones de la Cancillería boliviana y la inmediata respuesta del Gobierno de Canadá que realizó la donación de 4 millones de dólares canadienses, que fueron pagados directamente a la empresa Coulson Aircrane Ltda., propietaria del helicóptero Chinook.

“Esta aeronave tiene las características de ser un helicóptero de doble hélice, bimotor de origen norteamericano que tiene una velocidad máxima de 315 kilómetros por hora y lleva incorporado un Bambi Bucket de 11 mil litros de capacidad, este es un modelo que fue utilizado en todo el mundo en la lucha contra incendios”, señaló López.

El titular de Estado indicó que la tripulación que viene con este helicóptero Chinook consta de varios pilotos y un gran equipo de apoyo, que ayudarán en la mitigación de incendios en el país de acuerdo a la prioridad que se establezca en coordinación con los bomberos que están trabajando en tierra.

El asambleísta departamental del Chaco José Ortiz dijo que, hasta antes de la llegada del Chinnok, el único helicóptero apaga incendios que viene operando en Macharetí no es suficiente.

El Chinook, que es conocido por su capacidad de carga y uso para combatir incendios forestales, operó en cuatro continentes y en esta gestión realizó labores en Australia, Estados Unidos y en Chile.

El Gobierno ha iniciado 452 procesos administrativos a personas acusadas de ocasionar quemas y de ellos 20 son denuncias penales. En agosto de este año se suspendió la entrega de autorizaciones para las quemas controladas en todo el país. El incumplimiento de la norma será sancionado con cárcel. | Foto FREUCB

Procesos legales y reformas normativas

Por otra parte, la ministra Pinckert dijo que la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) ha iniciado 452 procesos administrativos a personas acusadas de ocasionar quemas y de ellos 20 son denuncias penales.

“Actualmente hay cinco personas detenidas y dos con sentencia. Nunca en la historia de Bolivia hubo sentenciados por quemas”, dijo Pinckert.

En agosto de este año, ABT suspendió la entrega de autorizaciones para las quemas controladas en los departamentos de Santa Cruz y El Beni, decisión que se amplió para todo el país desde el 5 de octubre. El incumplimiento de la norma será sancionado con cárcel.

Este contexto de crisis ha obligado a dos gobernaciones a declararse en situación de desastre. El viernes 2 de octubre lo hizo la gobernación de Santa Cruz y el sábado 3 de octubre el departamento de Chuquisaca. Además, el Territorio Autónomo Indígena de Charagua evalúa tomar la misma decisión.

El pasado 15 de setiembre la presidente Jeanine Añez  declaró estado de emergencia nacional posibilitando el uso expedito de los recursos económicos necesarios para sofocar las gigantes olas de fuego en el vasto territorio incendiado.

Añez también informó sobre la anulación del polémico decreto 3973 aprobado por el anterior gobierno que presidió Evo Morales. La abrogación de dicho decreto, según Añez, tiene el fin de “terminar con el desmonte y la quema indiscriminada de nuestros bosques”.

La norma impuesta por Evo Morales fue catalogada como incendiaria, luego de la devastación que causaron los incendios forestales el año pasado principalmente en la Chiquitania y el Chaco, que arrasaron con más de seis millones de hectáreas, exactamente hace un año.

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