Data: agosto 30, 2025 | 17:08
EFECTOS POLÍTICOS DE LA DISCRIMINACIÓN | Por encima del MAS, el ex policía es referente de un nuevo movimiento insurgente en Bolivia. La corrupción policial en el gobierno delincuencial de Arce y la arrogancia de una derecha empresarial racista que le excluyó de los debates, lo han hecho crecer. Los estrategas que manejan la campaña de Tuto Quiroga aislan a su candidato del campo popular...

RACISMO Y ODIO A LO INDÍGENA FORTALECEN A LARA

La verborragia racista que cae como un turbión de insultos sobre Edman Lara, ofende, más que al candidato, a los sectores sociales de raigambre popular que después de la debacle política y moral de Evo Morales, buscan un líder que los represente y hallaron que Lara puede llenar ese vacío. | Foto Sol de Pando

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© Redacción Sol de Pando | Servicio Informativo Datos & Análisis

“Lari”, “cholo de mierda”, “masiburro”, «cana desertor» y otros adjetivos injuriosos de similar calibre con que los seguidores del ex presidente Jorge Tuto Quiroga vienen inundando las redes sociales en el intento de hacer retroceder a Edman Lara, producen un efecto contrario.

A raíz de una ola de odio racial que los estrategas de la campaña de Tuto Quiroga destilan con virulencia en el escenario electoral, la figura insurgente de Lara tiende a potenciarse; muy a pesar de las críticas que el ex policía recibió debido a los exabruptos verbales que develaron una faceta autoritaria del candidato vicepresidencial del PDC.

A los epítetos racistas, se suman falsedades que se propalan en el afán de destruir la imagen del conflictivo candidato, en un contexto de franca guerra sucia. Otro ex policía, el mayor David Vargas, lanzó una difamación afirmando que “los familiares del capitán Lara son del lado del Chapare, tienen embarcaciones en Puerto Villarroel si no me equivoco (sic), y sabemos que en el Chapare todos viven del narcotráfico”. En una reciente entrevista, Lara aclaró que nació en Villa Rivero, Punata, y que vivió desde su adolescencia en Santa Cruz junto a su madre; no tiene ninguna embarcación, ni familiares en el Chapare.

Con esta estrategia basada en el desprecio a lo indígena y popular, y en la falsedad, Tuto Quiroga se va bloqueando las puertas del electorado concentrado en las zonas rurales, barrios periurbanos y comunidades indígenas, que a este paso ha de cerrar filas en favor de Lara, no de Paz Pereira.

Gracias a la campaña mal encaminada por los asesores de Quiroga, Lara crece ante las multitudes marginadas, y en ese camino el riesgo de que los vestigios del MAS se rearticulen con más facilidad, es inminente.

La verborragia racista que cae como un turbión de insultos sobre Edman Lara, ofende, más que al candidato, a los sectores sociales de raigambre popular que después de la debacle política y moral de Evo Morales, buscan un líder que los represente y hallaron que Lara puede llenar ese vacío. (El tiempo dirá si es una repetición del caudillismo neo-estalinista y autoritario del MAS, una reedición populista del compadre Palenque o un liderazgo revolucionario de nuevo cuño).

“Lari”, “cholo de mierda”, “masiburro” y otros adjetivos injuriosos con que se intenta hacer retroceder al candidato vicepresidencial del PDC, producen un efecto contrario. La ola de odio racial destilado con virulencia en el escenario electoral, tiende a potenciar la figura insurgente de Lara. | Foto archivo Sol de Pando

ECOS HISTÓRICOS DEL POPULISMO, POR ENCIMA DE EVO MORALES

Si las elecciones fueran este domingo, el binomio Paz-Lara podría alcanzar el 60% de la votación, como en los tiempos de Evo Morales, pero no porque el cocalero pedófilo daría necesariamente aquel votaje, sino porque ese voto está agazapado desde siempre en las zonas pobres, indígenas y marginales. Es el voto de la realidad nacional. Es el voto al cual el general René Barrientos Ortuño supo llegar, haciendo discursos en su quechua tarateño.

Del mismo modo que el ex policía, casi de la nada o desde donde menos se esperaba, habían surgido en las últimas décadas del siglo pasado fenómenos similares como el compadre Carlos Palenque o don Max Fernández, expresiones del populismo congénito en la Bolivia plebeya desde los tiempos del Tata Belzu.

Incluso Sánchez de Lozada, el astuto neoliberal, tuvo que ser también populista en cierta medida, haciendo una Ley de Participación Popular.

Evo Morales quebró esa tradición histórica, por más de 20 años, infectando nuestro patrimonial populismo con un siniestro Estalinismo del Siglo XXI cargado de cocaína.

UN DESAFÍO MORAL DE HIERRO PARA TUTO QUIROGA

Los periodistas Andrés Gómez y José Pomacusi observan que en las actuales condiciones, el binomio Paz-Lara va con ventajas sobre sus oponentes en el balotaje, Quiroga y Velasco. Haber ganado en la primera vuelta, ya es ventaja. Revertir ese voto en la segunda vuelta, es el desafío de hierro para Tuto Quiroga. 

“A Quiroga le conviene que el voto nulo se mantenga si no migra hacia él” —afirma Gómez—. “Sus ideas fuerza presentarán a ‘Lara como peligro autoritario’ y a la dupla como ‘continuidad del masismo’, pero sólo servirán si penetran en los sectores populares. Una desventaja más: esos sectores no cambiaron su primera impresión respecto a Tuto. Si nunca lo vieron cercano, ¿por qué habrían de hacerlo ahora? ¿Puede una cirugía plástica política lograr el milagro? Veremos”.

Según Pomacusi, “Tuto debe correrse con urgencia de la derecha al centro para tener chances de ganar. Si no, se va a quedar muy solo”. El periodista cruceño observa que “Tuto necesitará visitar muchos pueblos, de los alejados, de los de gente más humilde y calles de tierra. Y tendrá que moderar el tono de su discurso y su propuesta: ‘Lo voy a meter preso en 10 minutos’, ‘Vamos a hacer recortes, cerrar empresas’. El país no está para motosierras”.

Es un colosal error ideológico comparar a Quiroga con Milei. Argentina es un país europeo, Bolivia es una nación de indios, cholos y clase media empobrecida. Lara no es Kirchner.

LOS DEBATES DE LA DISCRIMINACIÓN

Revisando concienzudamente los registros audiovisuales que el capitán Edman Lara (el grado de capitán le corresponde por ley, aun estando apartado de su institución sin sentencia penal) vino desparramando desde hace más de dos años en las plataformas virtuales, resulta que el hombre no está más loco que cualquier otro político que disputa el poder en Bolivia. La sicopatía perversa de Doria Medina o la concupiscencia autoritaria de Evo Morales, no son menos patológicas que las euforias verbales de este ex policía, convertido hoy en un héroe plebeyo que está estresando al país.

En tales registros audiovisuales, constatamos que Lara ya había lanzado su criticada (y claramente inviable) oferta del bono de Bs. 2.000 para los ciudadanos de la tercera edad, el 16 de junio de este año, es decir dos meses antes de las elecciones del 17 de agosto. No es una propuesta sacada debajo de la manga de improviso, apenas para el balotaje.

Durante los conflictos de Llallagua y otras zonas del país convulsionadas por los bloqueos de Evo Morales, también en junio, Lara protestó tras el asesinato de cuatro jóvenes policías emboscados por sicarios ligados a Evo Morales, y exigió al Ministro de Gobierno intervenir el Chapare para detener y encarcelar al jefe cocalero.

Ninguno de aquellos temas abordados por Lara ya entonces, a través de su TikTok, ingresaron a la agenda del debate nacional, jamás se visibilizaron a escala masiva. Al binomio del PDC le habían cerrado todas las palestras del show business electoral.

Con desprecio empresarial, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) excluyó de su debate a Paz Pereira, provocando que militantes del PDC irrumpieran en la palestra, en medio del debate, con un cartel de protesta reclamando por esa exclusión.

En el debate de vicepresidentes que emitió Unitel el 27 de julio, Edman Lara no fue invitado. Era la ocasión propicia para debatir aquella propuesta del bono Bs 2.000, y posiblemente una discusión oportuna sobre ese tema, en ese momento, demostrando su inviabilidad, habría evitado el desorden que esta polémica postergada viene causando en la etapa del balotaje. 

De hecho, la temática de los debates fue mediocre e insustancial. Candidatos del narcotráfico como Del Castillo (vinculado a Marset) y Andrónico Rodríguez (vinculado a narcos que apadrinó García Linera) no fueron cuestionados en ningún debate por aquellos vínculos en su campaña electoral.

A diferencia de los candidatos del narco-estalinismo derrotado, no hay indicio alguno de que detrás de Edman Lara exista dinero de narcotraficantes, ni del Chapare ni de Santa Cruz. Salvo que se demuestre lo contrario.

Resulta que no está más loco que cualquier otro político disputando el poder en Bolivia. La sicopatía perversa de Doria Medina o la concupiscencia autoritaria de Evo Morales, no son menos patológicas que las euforias verbales de este ex policía, convertido hoy en un héroe plebeyo que está estresando al país. | Fotomontaje Sol de Pando

LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y CENTRALIDAD ÉTICA

El nacimiento político de Lara, con un rasgo de peligroso mesianismo, se gestó en el drama de la corrupción policial enmarcada en la corrupción generalizada dentro el régimen de Luis Arce Catacora.

Por alguna razón que quizá se remonta a un pasado mediato, el capitán Lara no tuvo cabida en los círculos ligados al esquema de privilegios de Johnny Aguilera (camaradas suyos aseguran que Edman pertenecía a los grupos desplazados que manejó Quintana) y se enfrentó a los abusivos de turno pagando las consecuencias.

Por denunciar algunas corruptelas —armado de su celular— fue encarcelado, torturado y vilipendiado, hasta padecer un colapso nervioso y perder su carrera policial.

Tuvo el tino de filmar los episodios de su martirio y los transmitió en vivo por el TikTok. Surgió así el inesperado “héroe nacional-popular”, viralizándose, y —por lo que puede verse— llegó para quedarse, para bien o para mal.


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