Data: agosto 27, 2014 | 22:11
SORPRESA ELECTORAL | Animada por dos sondeos consecutivos que, contra todo pronóstico, le dan la victoria en caso de una segunda vuelta, la candidata socialista derrotó en el primer debate televisivo a Dilma Rousseff...

La acreana Marina Silva está muy cerca de ser la primera Presidenta negra del Brasil

Marina Silva superó todos los obstáculos que sufren los habitantes de la selva amazónica: la pobreza, el analfabetismo, los matones a sueldo de los hacendados y madereros, la malaria, las distancias y llegó a lo más alto del país que detenta la soberanía casi total del pulmón verde del planeta. Fue acompañando a su gente, los seringueiros (recolectores de caucho), que Silva construyó su carrera política. | Foto Archivo

Marina Silva superó todos los obstáculos que sufren los habitantes de la selva amazónica: la pobreza, el analfabetismo, los matones a sueldo de los hacendados y madereros, la malaria, las distancias y llegó a lo más alto del país que detenta la soberanía casi total del pulmón verde del planeta. Fue acompañando a su gente, los seringueiros (recolectores de caucho), que Silva construyó su carrera política. | Foto Archivo

La ecologista Marina Silva aprendió a leer y a escribir después de los 16 años. Fue recolectora de caucho en el Estado amazónico del Acre,  empleada doméstica, novicia, sindicalista, senadora y ministra. En cinco semanas, podría convertirse en la primera presidenta negra y evangélica de Brasil; hostil al aborto y a la legalización de las drogas, aunque deja abiertos todos los debates…

HISTORIA DE UNA SIRINGERA Maria Osmarina Marina Silva Vaz de Lima, conocida como Marina Silva, nació el 8 de febrero de 1958 en la ciudad de Rio Branco, capital del estado de Acre, pero vivió toda su infancia en una aldea de seringueiros llamada Breu Velho, en el Seringal (plantación donde hay árboles de caucho) Bagaço, a 70 km de Rio Branco. Sus padres, Pedro Augusto y María Augusta, tuvieron 11 hijos, de los que sobrevivieron apenas ocho. En su infancia trabajó en el campo junto con sus hermanas, pasando luego a la recolección de caucho. Cazaba, pescaba, y por fin ayudó a su padre a cancelar las deudas con el dueño del cultivo de caucho. A los catorce años aprendió las cuatro operaciones básicas de matemática, pues donde vivía no había escuelas. Tras ser alfabetizada y recibir la enseñanza básica, en 1981 se matriculó en la Universidad Federal de Acre. Fue en la universidad que descubrió el marxismo, y en 1985 se afilió al Partido Revolucionario Comunista, considerado semiclandestino por los militares. Inició su carrera política como concejal en el municipio de Rio Branco, en Acre, en 1988. Como activista ambientalista, fue compañera de lucha de Chico Mendes, y con él fundó la filial de la CUT en Acre en 1985. También en este año se hizo miembro del Partido de los Trabajadores (PT). El año siguiente, en 1986, se hizo candidata a diputada federal, pero no logró ganar la elección. Como concejal de Acre, causó una controversia, devolviendo beneficios financieros que los demás concejales recibieron. Con eso llegó a tener muchos adversarios políticos, pero la admiración popular también creció. En 1990, fue elegida diputada estatal. Se puede decir que es una de las principales voces del Amazonas, pues fue responsable por varios proyectos, entre ellos el de la regulación del acceso a los recursos de biodiversidad. En 2003, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva la nombró Ministra del Medio Ambiente. Dimitió en 2008, y en agosto de 2009 abandonó el Partido de los Trabajadores (PT) para ingresar en el Partido Verde (PV),1 por el cual se ha convertido en la primera candidata mujer, de minoría étnica (zambo) y pentecostal a la presidencia de Brasil en las Elecciones generales de Brasil de 2010. Aunque no llegó a la segunda vuelta electoral, Marina Silva logró el 19,3% de los votos, superior al estimado por las encuestas de intención de voto, que preveían que la ambientalista llegaría solamente a alrededor del 14% de los votos.

HISTORIA DE UNA SIRINGUERA
Maria Osmarina Marina Silva Vaz de Lima, conocida como Marina Silva, nació el 8 de febrero de 1958 en la ciudad de Rio Branco, capital del estado de Acre, pero vivió toda su infancia en una aldea de seringueiros llamada Breu Velho, en el Seringal (plantación donde hay árboles de caucho) Bagaço, a 70 km de Rio Branco. Sus padres, Pedro Augusto y María Augusta, tuvieron 11 hijos, de los que sobrevivieron apenas ocho. En su infancia trabajó en el campo junto con sus hermanas, pasando luego a la recolección de caucho. Cazaba, pescaba, y por fin ayudó a su padre a cancelar las deudas con el dueño del cultivo de caucho. A los catorce años aprendió las cuatro operaciones básicas de matemática, pues donde vivía no había escuelas. Tras ser alfabetizada y recibir la enseñanza básica, en 1981 se matriculó en la Universidad Federal de Acre. Fue en la universidad que descubrió el marxismo, y en 1985 se afilió al Partido Revolucionario Comunista, considerado semiclandestino por los militares. Inició su carrera política como concejal en el municipio de Rio Branco, en Acre, en 1988. Como activista ambientalista, fue compañera de lucha de Chico Mendes, y con él fundó la filial de la CUT en Acre en 1985. También en este año se hizo miembro del Partido de los Trabajadores (PT). El año siguiente, en 1986, se hizo candidata a diputada federal, pero no logró ganar la elección. Como concejal de Acre, causó una controversia, devolviendo beneficios financieros que los demás concejales recibieron. Con eso llegó a tener muchos adversarios políticos, pero la admiración popular también creció. En 1990, fue elegida diputada estatal. Se puede decir que es una de las principales voces del Amazonas, pues fue responsable por varios proyectos, entre ellos el de la regulación del acceso a los recursos de biodiversidad. En 2003, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva la nombró Ministra del Medio Ambiente. Dimitió en 2008, y en agosto de 2009 abandonó el Partido de los Trabajadores (PT) para ingresar en el Partido Verde (PV),1 por el cual se ha convertido en la primera candidata mujer, de minoría étnica (zambo) y pentecostal a la presidencia de Brasil en las Elecciones generales de Brasil de 2010. Aunque no llegó a la segunda vuelta electoral, Marina Silva logró el 19,3% de los votos, superior al estimado por las encuestas de intención de voto, que preveían que la ambientalista llegaría solamente a alrededor del 14% de los votos.

© Redacción Sol de Pando

Esta mujer menuda de 56 años, de piel morena y con su cabello recogido siempre en un moño, pelea desde pequeña contra la adversidad tras nacer en la pobreza y sobrevivir a tres hepatitis, cinco malarias y una enfermedad cutánea llamada leishmaniasis, refirió este miércoles la Agencia France Presse (AFP).

Ahora lucha por arrebatarle la presidencia a Dilma Rousseff (PT, Partido de los Trabajadores, izquierda) en las elecciones de octubre, y las encuestas la dan ganadora en segunda vuelta.

Maria Osmarina Silva Vaz de Lima, candidata inesperada a la Presidencia tras la muerte de su compañero de fórmula Eduardo Campos, del Partido Socialista, en un accidente aéreo el 13 de agosto, nació en febrero de 1958 en la comunidad Breu Velho, en el estado amazónico del Acre (norte del Brasil).

Tuvo diez hermanos de los cuales tres fallecieron. Con los que quedaron, creció entre recolectores de caucho, saliendo desde temprano a realizar cortes en las cortezas de los árboles y luego recoger el látex que se acumulaba.

Hoy, es una ferviente defensora de valorar los recursos naturales y el desarrollo sustentable, captando la simpatía de los jóvenes.

La sorpresa estalló el martes, durante el primer debate televisado entre los siete candidatos presidenciales, donde se enfrentó a su principal contendiente, la presidenta Dilma Rousseff, que se mantuvo a la defensiva.

Favorita en debates y encuestas

Sólo Silva, junto a Lula, conserva su popularidad intacta después de la revueltas sociales de los brasileños en junio de 2013. | Foto Archivo

Sólo Silva, junto a Lula, conserva su popularidad intacta después de la revueltas sociales de los brasileños en junio de 2013, cuando no dudó en atacar a Dilma Rousseff | Foto Archivo

Animada por dos sondeos consecutivos que, contra todo pronóstico, le dan la victoria en caso de una segunda vuelta, apareció muy cómoda durante las tres horas de debate.
Pasando por encima de los enfrentamientos, prometió una «nueva política» que concilie la estabilidad económica y la justicia social, atacando a los dos partidos que han gobernado en Brasil durante 20 años, el Partido de los Trabajadores de Rousseff (PT) y el Partido Social Demócrata brasileño (PSDB) del candidato Aecio Neves.
El primer debate televisado de la campaña tuvo lugar 40 días antes de la primera vuelta el 5 de octubre y tan sólo unas horas después de la publicación de la segunda encuesta en varios días que señalan a Silva como favorita.
Esta vez, con una ventaja de nueve puntos sobre su principal rival, un 45% frente a 36% en intención de voto.
Su fuerte ascenso en las encuestas es, sin embargo, la mitad de la sorpresa. Una vez en la oposición, todo recordaba a las elecciones de 2010, en las que Rousseff ganó y Silva quedó en tercera posición con el 20% de los votos como líder entonces de un pequeño partido ecologista.
Sólo Silva, junto a Lula, conserva su popularidad intacta después de la revueltas sociales de los brasileños en junio de 2013. Entonces, ella no dudó en atacar a la presidenta, considerada como una «gerente» con carente visión estratégica, y a Aecio Neves, relegado al tercer lugar en las encuestas.
Durante el debate, acusó a Rousseff de minimizar el alcance de las deficiencias en sanidad, educación y transportes públicos –protestas clave de los manifestantes de junio de 2013– y la culpó de cometer «errores evidentes» en términos económicos que han contribuido al aumento de la inflación y a una fuerte desaceleración del crecimiento, después del ‘boom’ económico de los años de Lula.

Factores de una muy probable victoria

«Con Marina hay dos factores: el emocional, tras la muerte de Campos, y el racional, que está captando votos de indecisos, que eran muchos, y de evangélicos», dijo a la AFP André Cesar, analista de la consultora Prospectiva.

Alguna vez estuvo a punto de ser monja católica y hoy es una ferviente evangélica. Pese a sus devociones, defiende el Estado laico que en Brasil rige desde 1988.

«Tenemos que dejar claro que, si Marina vence, Brasil no va a sufrir un retroceso oscurantista. Marina es abierta, culta, y la convicción de ella es un Estado laico», aseguró a la prensa Mauricio Rands, uno de los coordinadores de su campaña.

Una ética conservadora

En 2010 se declaró contraria al aborto, aunque dijo estar dispuesta a que el asunto se decida en plebiscito.

Marina, que está casada y tiene cuatro hijos (dos de un anterior matrimonio), también se opone a la legalización de las drogas, la investigación con células madre y los matrimonios entre personas del mismo sexo. Pero ha aclarado que considera una «injusticia que, cuando dos personas constituyen una vida junta, una de ellas pueda perder el patrimonio común».

Marina Silva ha prometido ser la primera presidente «pobre y negra» de Brasil, donde un 51% de la población es negra o mulata. Algunos analistas la llaman «Lula con faldas», comparándola con el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), un exobrero metalúrgico que también fue alfabetizado a los 14 años.

En su adolescencia, buscando tratamiento a su primera hepatitis viajó a Rio Branco, capital de Acre, donde también ingresó a un programa de alfabetización y se enroló en un convento católico. Luego se graduaría como profesora de Historia.

Discípula de Chico Mendes

Marina Silva ha prometido ser la primera presidente "pobre y negra" de Brasil, donde un 51% de la población es negra o mulata. Algunos analistas la llaman "Lula con faldas", comparándola con el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, un exobrero metalúrgico que también fue alfabetizado a los 14 años. | Foto Archivo

Marina Silva ha prometido ser la primera presidente «pobre y negra» de Brasil, donde un 51% de la población es negra o mulata. Algunos analistas la llaman «Lula con faldas», comparándola con el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, un exobrero metalúrgico que también fue alfabetizado a los 14 años. | Foto Archivo

En Acre conoció a la Teología de la Liberación e hizo un curso de liderazgo sindical rural, que dictaba el líder de recolectores de caucho, Chico Mendes.

Dejó el convento y se integró en la lucha de Mendes, participando en la resistencia pacífica contra la deforestación, junto con recolectores y sus familias. Con Chico fundó la Central Única de Trabajadores en Acre, y trabajó a su lado hasta el asesinato de éste en 1988.

Ya en las filas del PT, fue concejal en Rio Branco y en 1994 se convirtió en la senadora más joven de la historia del país, con 36 años, y fue reelecta en 2002.

En cuanto Lula asumió la presidencia en 2003, la nombró ministra del Medio Ambiente, cargo bajo el cual redujo las tasas de deforestación amazónica. Pero la ecologista dejó el PT en el 2009, y aseguró éste tenía una idea de crecimiento económico basada en la destrucción de los recursos naturales y enriquecimiento a cualquier costo.

En las presidenciales de 2010, Silva ya fue una revelación con el minúsculo Partido Verde, al terminar como la tercera candidata más votada y cosechar casi 20% de los votos.

Hoy, los mercados financieros y empresarios la miran con atención. «El mercado prefiere a Marina porque tiene una reacción alérgica a Dilma y al PT. Como parece tener condiciones más claras, el mercado está sustituyendo sus preferencias y dejando de lado a Aecio Neves a quien prefería inicialmente», comentó a la AFP André Perfeito, economista de Gradual Investimentos.

LINKS RELACIONADOS

Related Images:

dossier pacahuara



sopa de mani



coronavirus



Reporteros Sin Fronteras



CPJ



Knigth Center