TERREMOTO SOCIAL SACUDE AL BRASIL
Las masivas protestas que comenzaron la semana pasada en São Paulo, Brasil liderizadas por el Movimiento Pase Libre contra la subida de las tarifas de transporte público, han tomado un camino sin retorno a pesar de que varias alcaldías anunciaron la reducción de pasajes. Los brasileños indignados claman por mayores reivindicaciones como inversión en salud y educación pública, además cuestionan la corrupción en el Gobierno y los elevados gastos para organizar el Mundial de fútbol 2014. Por su parte, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, convocó este viernes a su gabinete a una reunión de emergencia, hay preocupación porque las protestas compliquen la próxima visita del Papa. Al momento murieron dos personas en los disturbios.
© Silvia Antelo Aguilar
Pese a que numerosas alcaldías, incluyendo las de São Paulo y Río de Janeiro, ya anunciaron la reducción de los pasajes de autobús, metro y tren, los manifestantes mantuvieron sus protestas y las del jueves fueron las más numerosas hasta ahora. Las protestas comenzaron la semana pasada en São Paulo contra la subida de las tarifas de transporte público, que fue el detonante para que millones de ciudadanos salgan a las calles en 80 municipios para demandar mayor inversión en salud y educación pública, en vez de que el Gobierno gaste fabulosas sumas de dinero en la organización del Mundial de fútbol 2014. Los manifestantes también cuestionan la corrupción estatal.
Ayer jueves el Movimiento Pase Libre (MPL), que lidera las protestas, anunció la suspensión de las manifestaciones para evaluar la situación ante la infiltración de grupos con otros intereses. Los dirigentes del movimiento nacido en las universidades y que defiende el transporte público gratuito informaron de que por ahora no convocarán nuevas manifestaciones al menos en Sao Paulo para evitar que las protestas sean utilizadas para otros fines.
Rafael Siqueira, uno de los dirigentes del Movimiento, ha dicho que en las últimas manifestaciones se infiltraron «grupos conservadores» que defienden otras ideas, como la penalización del aborto y la reducción de la edad en que menores pueden ser juzgados penalmente. Pese a que el Movimiento Pase Libre dice no representar ni ser representado por ningún partido, otras organizaciones que participan en las manifestaciones rechazan los supuestos intentos de grupos de izquierda de asumir el mando en las marchas.
Los manifestantes que agredieron a los militantes de partidos de izquierda, algunos armados con navajas, se identificaron como «nacionalistas» contrarios a cualquier partido político. «La suspensión de nuevos actos no tiene nada que ver con la participación de los partidos. Vamos a analizar y hacer una reflexión profunda con nuestros aliados en la lucha contra el aumento de los pasajes para decidir qué vamos a hacer», dijo Siqueira.
«Mucha gente de derecha, con propuestas con las que no estamos de acuerdo, se está aprovechando de las manifestaciones», agregó.
Dos muertos en enfrentamientos
Por el momento, dos personas han muerto de manera accidental. El jueves murió un joven de 18 años, identificado como Marco Delefrati, en la localidad de Ribeirio Preto, ubicada en el estado de Sao Paulo. El joven fue atropellado en el marco de una manifestación. En el vídeo publicado por la Policía Militar en la red social Twitter, se ve cómo el coche atropella a una docena de personas en su intento por saltarse el bloqueo impuesto por los manifestantes en una de las calles de Ribeirio Preto. La Policía Militar ha conseguido detener al conductor del vehículo, pero se lo ha llevado a otras instalaciones para evitar que sea linchado por los manifestantes, que han llegado a sumar 25.000 en esta localidad paulista.
La segunda víctima, una mujer de 54 años falleció este viernes a causa del gas lacrimógeno que inhaló durante las manifestaciones celebradas este jueves 20 de junio en la ciudad de Belém, en el noreste del país. La víctima, identificada como Cleonice Vieira de Moraes, trabajaba para el servicio público de limpieza en el centro de Belén y aparentemente se vio atrapada por los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Militar.
Violencia en las calles
En algunas ciudades la violencia marcó las protestas. En Brasilia, los manifestantes, enmascarados con pañuelos y camisas, aprovecharon que la Cancillería estaba desprotegida, invadieron el zaguán del edificio, que es una de las obras más importantes del arquitecto Oscar Niemeyer, y encendieron una hoguera con carteles cerca al palacio. Cerca de 100 manifestantes bailaban alrededor de la hoguera, cuando fueron dispersados por la policía con bombas lacrimógenas. Los vándalos respondieron con piedras y con más focos de incendios. Manifestantes pintaron las paredes del ministerio de la Salud el mensaje: “Dónde está la salud”, uno de los temas de demanda.
Hubo también mucha tensión y enfrentamientos entre manifestantes y el batallón de choque en Río de Janeiro, donde marcharon 300 mil personas, la mayoría pacíficamente. Un grupo trató de invadir la alcaldía y otro depredó el Sambódromo de Sapucaí, donde se celebra carnaval más famoso de Brasil. Los enfrentamientos con las fuerzas del orden dejaron un saldo de 62 heridos, 10 detenidos y rastros de destrucción en el centro de la ciudad.
En Porto Alegre fueron registrados saqueos de tiendas. En Salvador, Bahia, un grupo trató de invadir un hotel de la cadena Sheraton, donde se hospeda el equipo de la Fifa. En Ceará trataron de tomar el edificio de la gobernación.
En São Paulo, la ciudad donde comenzaron las protestas, las manifestaciones fueron bastante tranquilas, pero se registraron algunos incidentes cuando militantes de partidos políticos trataban de levantar sus banderas. “Mi partido es mi país”, gritaban los manifestantes para quien tratase levantar una bandera partidaria. Una bandera fue quemada y quien usaba camisas rojas era cuestionado.
Durante el día, el presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcão, había convocado a su militancia a levantar banderas y llevar una “ola roja” a las marchas. La actitud fue muy criticada en redes sociales y por los líderes del MPL, que ha convocado las protestas. Lo que se vio en las calles fue una ola verde y amarilla. El PT, fue el partido más criticado, así como la presidenta Rousseff. La principal consigna de la manifestación cambió de “Ven contra el aumento!” por “Ven contra el Gobierno”, mostrando que el descuento de las tarifas de transporte no fue suficiente ni atiende todos los cambios que los brasileños esperan. “No queremos derribar al gobierno, queremos que nos escuchen”, decía el sociólogo Gilbert Zarnati, de 55 años. Más de 100 mil personas salieron a las calles de São Paulo, en un ambiente festivo, pero bastante crítico. Los temas de los carteles cambiaron y ahora se seguían reclamando por asuntos diferentes al de la tarifa, como la salud, la educación, los impuestos.
Preocupación por la visita del Papa
El ministro secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, ha expresado su preocupación en una reunión con varias autoridades para tratar los preparativos de la visita del pontífice que estaba cerrada para la prensa, aunque sus palabras han sido recogidas por cámaras de televisión autorizadas a captar imágenes.
«Tenemos una serie de complicaciones y preocupaciones. Lo que está ocurriendo (las manifestaciones) puede tener reflejo en la Jornada (Mundial de la Juventud)», ha afirmado Carvalho, que tiene estatus de ministro, según una transcripción de sus palabras divulgada por diferentes redes de televisión.
«No puedo decir que la Jornada ocurrirá en un clima igual al de los días de hoy porque la coyuntura evoluciona tan rápido que no podemos profetizar, pero tenemos que estar preparados en caso de que ocurra con un clima como el generado por las manifestaciones de hoy en el país», en las que murió una persona, ha afirmado, según Efe.
Rousseff convoca una reunión de urgencia
Por su parte, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha convocado este viernes de urgencia con miembros de su gabinete, entre ellos, su ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo. La reunión con Cardozo en el Palacio de Planalto fue anunciada en la agenda de la mandataria divulgada por la Presidencia. Versiones de prensa indican que la jefa del Estado también ha pedido a otros ministros que participen en el encuentro.
Según la versión electrónica del diario Folha de Sao Paulo, en la reunión será discutida la posición del Gobierno frente a las protestas, medidas que puede adoptar el Ministerio de Justicia para hacer frente a los incidentes que se han registrado en algunas manifestaciones y hasta un posible pronunciamiento de la presidenta en red nacional de televisión.
Rousseff ya había anunciado este jueves su decisión de aplazar el viaje que realizaría a Japón la próxima semana para poder estar atenta en el país a las protestas. Igualmente, canceló un viaje que a la ciudad de Salvador previsto para este viernes.
El pasado martes, en su primer pronunciamiento sobre las protestas, Rousseff afirmó que «la voz de la calle tiene que ser escuchada» y elogió el espíritu democrático de los manifestantes, de quienes dijo que han «enviado un mensaje directo a los gobernantes».
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