La deforestación de la Amazonia hace que se descubran y se extingan «nuevas especies»
© Silvia Antelo Aguilar | Redacción Sol de PandoLas especies animales «descubiertas» y catalogadas como «nuevas», en realidad no lo son. Como por ejemplo el caso del pequeño tapir «kabomani» que se mantenía prudentemente invisible en áreas aisladas del departamento de Pando, en Bolivia, recientemente catalogado en los registros de la fauna mundial. Se trata de especies ocultas al conocimiento moderno que han convivido ancestralmente con los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, protegiéndose, alimentándose y curándose mutuamente en lo más recóndito de los bosques, hasta que la deforestación y el avasallamieto extractivista los visibiliza mortalmente…
En los bosques y ríos de la Amazonia se descubre dos especies de reptiles anualmente, una especie de ave cada año y una de mamífero cada cuatro. Sin embargo, paradójicamente, cada nuevo descubrimiento es parte de una tragedia, pues se produce debido a la deforestación que realizan empresas petroleras, mineras y los taladores de árboles.
Por lo tanto, en muchos casos el «descubrimiento» de una nueva especie viene emparejado con el comienzo de su extinción.
Los descubrimientos de aves, mamíferos y otras especies en su mayoría se producen no necesariamente por una investigación científica, sino por la presencia de empresas petroleras, minera y tala de árboles.
Este tipo de hallazgo pone en riesgo a la especie que se descubre, ya que puede entrar en peligro de extinción porque ese lugar es su único hábitat debido al clima o cuenca.
Sucede lo mismo que con los pueblos en aislamiento voluntario: su contacto con la «civilización» los pone al descubierto, y a la vez los somete a una horrenda vulnerabilidad.
Las especies animales «descubiertas» y catalogadas como «nuevas», en realidad no lo son. Se trata de especies ocultas al conocimiento moderno que han convivido ancestralmente con los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, protegiéndose, alimentándose y curándose mutuamente en lo más recóndito de los frondosos bosques, hasta que la deforestación y el avasallamieto extractivista los visibiliza mortalmente.
UN REPASO DE SOL DE PANDO
Sol de Pando vino reportando en los últimos años sobre varios hallazgos de especies «nuevas» en las selvas tropicales de diversos países amazónicos.
El mono saki del Mato Groso
En enero de este año una «nueva especie» de mono Saki (primate del género Pithecia) fue vista en tres ocasiones distintas en la selva amazónica del Mato Grosso, según un nuevo estudio de la Universidad de ese Estado en el Brasil, y en caso de oficializarse su descubrimiento podría ser declarada especie en vías de extinción debido que los bosques donde habita se hallan en pleno proceso de deforestación en favor de empresas soyeras.
La lagartija del Manu
En marzo del 2014 se informó sobre el descubrimiento de una lagartija en el Parque Nacional del Manu, Perú. Se trata de la Potamites erythrocularis, un anfibio que ha logrado adaptarse a temperaturas relativamente bajas y altas (posee capacidad de termorregulación y estilo de vida acuática), lo que significa un reto ambiental y ecológico para los de su especie. El hecho de haber sido descubierto en un área protegida, hace suponer que esta especie migró por instinto de sobrevivencia hacia el Manu desde zonas ocupadas por empresas mineras auríferas y madereras que merodean esta parte de la amazonia peruana, donde además se han descubierto de su oculta existencia otros interesantes reptiles, según se informó en junio del 2013, como la enyalioides benzayedi, o lagartija azul por su su hábitat en la Cordillera Azul, en la frontera de Perú con Ecuador.
Un tapir que ya se veía en Pando
En febrero del 2014 se confirmó que un pequeño tapir descubierto en la Amazonia de Colombia existía también en el departamento amazónico de Pando, en Bolivia. Se trataba del Tapirus kabomani, mucho más pequeño que el tapir amazónico común catalogado científicamente como Tapirus terrestris. El Tapirus kabomani es conocido vulgarmente como “tapir negrito”, “tapir enano” o “tapir pigmeo”. En Colombia esta especie fue «descubierta» el mes de diciembre del 2013, en medio de una zona avasallada por empresas extractivistas. En Pando, Bolivia, sin embargo, era habitualmente avistada en bosques donde todavía los saberes indígenas mantenían un cierto grado de equilibrio en el entorno natural.
El delfín semi-extinto de Araguaya
El 23 de enero del 2014 científicos de la Universidad Federal del Amazonas descubrieron una nueva especie de delfín de río, el lnia aragualiaensis, que se caracteriza por un color azuloso y es la quinta especie de este tipo conocida en el mundo y la primera descubierta en casi cien años. Este raro delfín fue hallado en el río Araguaia y se calcula que hay apenas mil ejemplares en las aguas de este río tributario del Amazonas. La nueva especie ya está seriamente amenazada debido a que la construcción de represas en los ríos Araguaia y Amazonas podría extinguirlos definitivamente, más aún considerando su pequeña población de sólo mil ejemplares que los torna vulnerables en extremo.
Oso perezoso que siembra huerta en su cuerpo
También en enero del 2014 se anunció el hallazgo de un filovoro u oso perezoso tridáctilo que evolucionó con la habilidad de convertir su pelaje en un invernadero para cultivar un tipo de alga que es su propio alimento y le permite ahorrar energía para mantener la extrema lentitud de sus movimientos arbóreos. Esta especie conocida por los pueblos indígenas como «aí-aí», habita en los bosques amazónicos de Venezuela.
La fabulosa rana lechera
El 2 de abril del 2013, Sol de Pando informó que entre los recientes descubrimientos de anfibios en los afluentes del Amazonas figura la “Rana Lechera Amazónica”, un anfibio del orden de las anuras, la familia Hyladaes, cuyo nombre científico es “Trachycephalus resinifictrix”. Su nombre común de Rana Lechera —que se asocia visualmente con un apetecible bombón de leche y chocolate— hace referencia a la secreción venenosa blanco lechosa que segrega la rana cuando se siente amenazada. Anfibio considerado “endémico del Brasil”, está presente también en el este de Surinam, Guyana central, Guayana Francesa, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. A pesar de la expansión territorial tan amplia de hábitat, la creciente deforestación en los bosques amazónicos que habita hace que se lo considere una especie bajo protección; aunque no necesariamente se la considera, por ahora, como una especie amenazada.
Una estadística que crece
En octubre del pasado año, más de 1.200 nuevas especies fueron dadas a conocer en una cumbre de las Naciones Unidas sobre biodiversidad.El número total de especies descubiertas por los científicos entre 2010 y 2013 y compiladas por WWF comprende 258 plantas, 84 peces, 58 anfibios, 22 reptiles, 18 aves y un mamífero. “Estas especies son un patrimonio natural único que tenemos que conservar. Esto significa proteger su hogar, la increíble selva amazónica, que se encuentra amenazada por la deforestación y la construcción de presas”, destacó en un comunicado Claudio Maretti, líder de la Iniciativa Amazonía Viva de la organización ecologista.
El número de especies que desaparece para siempre en el mundo todo los días es muy superior al número de especies que se descubren cada vez con mayor frecuencia.