LA BATALLA DE COBIJA POR LA CANASTA FAMILIAR
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© Redacción Sol de Pando en Cobija
“No queremos promesas, queremos soluciones”, fue la consigna a viva voz. La marcha partió a las cinco de la tarde del lunes 17 de marzo desde el Monumento a los Héroes de la Batalla de Bahía, con las cacerolas resonando en toda la ciudad. No estuvieron presentes los mototaxistas, cuyos dirigentes, encarnizadamente divididos, optaron por bloquear las arterias troncales de la ciudad, aislándose del resto de la ciudadanía.
La marcha del cacerolazo tuvo el sello de la mujer pandina. El evento fue organizado con un mes de anticipación, lapso en el que se tejieron redes solidarias abarcando todos los barrios de la ciudad, entre las miles de familias afectadas por el alza de precios en los productos de primera necesidad.
El sufrimiento que padecen los hogares pandinos al ser Cobija, hoy, la ciudad más cara de Bolivia, se ha plasmado en carteles y pancartas con que los vecinos marcharon exigiendo precios justos para la canasta familiar.
Un liderazgo compartido por tres profesionales pandinas, a través del denominado “Movimiento de Mujeres Activistas por el Precio Justo de la Productos de la Canasta Familiar“, ha sellado la naturaleza eminentemente ciudadana y no partidaria de esta emergencia social. Al menos así se ve.
El grupo está encabezado por Liz Mayerli Moreno Piñeiro, Delfina Villafuerte y Yoisi García Manuyama, apoyadas por el padre Juan Elías Ciripi, párroco de la Iglesia matriz de la Virgen del Pilar, quien bendijo el inicio de la marcha al pie del Monumento a los Héroes de la Batalla de Bahía.