Data: agosto 8, 2015 | 14:50
HOMENAJES MOVILIZADOS | El 136 aniversario del nacimiento del General se celebra con anuncios de una nueva insurgencia indígena-campesina...

EMILIANO ZAPATA NO DEJA DE VOLVER

Fotografía tomada en 12 de diciembre de 1889 en el atrio de la iglesia de Anenecuilco, Villa de Ayala. Morelos, México. En la imagen aparece el niño Emiliano (1) junto a su padre don Gabriel Zapata (5) y su hermano mayor Eufemio (2). | Foto ©Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución

Fotografía tomada en 12 de diciembre de 1889 en el atrio de la iglesia de Anenecuilco, Villa de Ayala. Morelos, México. En la imagen aparece el niño Emiliano (1) junto a su padre don Gabriel Zapata (5) y su hermano mayor Eufemio (2). | Foto ©Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución

Cual se venera a un santo, los pobres, los nobles de alma y las buenas conciencias del mundo rinden este 8 de agosto homenajes diversos al natalicio de Emiliano Zapata Salazar, General del primer ejército campesino que venció al latifundio y a la prepotencia del poder en Latinoamérica. Nació el mismo año en que Bolivia libraba la Guerra del Pacífico. En México, su patria natal, el rito de las ofrendas en torno a los monumentos, bustos y estatuas ecuestres, es el acto de rigor. Hoy, sin embargo, a 136 años de su nacimiento, los campesinos e indígenas enfrentan un nuevo proceso de despojos y la evocación al General hace que Zapata no deje de volver desde la memoria colectiva donde guarda vigilante reposo…

© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando
SÍNTESIS BIOGRÁFICA Hijo de campesinos indígenas, Emiliano Zapata Salazar nació el 8 de agosto de 1879, en San Miguel Anenecuilco, del Distrito de Villa de Ayala en el estado de Morelos. Fue hijo de Cleofás Salazar y Gabriel Zapata. A los 17 años quedó huérfano de padre.  Dedicado desde niño a las labores del campo,  en su juventud se convirtió en un domador de caballos conocido en los pueblos y haciendas de su región natal. En 1909 fue elegido Presidente de la Junta de defensa de las tierras de Anenecuilco. En 1911, Zapata levantó en armas a numerosos campesinos de Anenecuilco en contra del gobierno porfirista, respondiendo así al llamado a la rebelión que hizo Francisco I. Madero en el Plan de San Luis, con el fin de restituir las tierras arrebatadas a los pueblos por los hacendados. Al triunfo de la rebelión maderista se negó a desarmar a sus hombres hasta no ver cumplidas sus demandas de restitución de las tierras. Mientras negociaba con los representantes de Madero, sus fuerzas fueron atacadas por las tropas federales, obligando a los campesinos rebeldes a refugiarse en las montañas, donde el 28 de noviembre de 1911 Zapata proclamó el Plan de Ayala, en el que exigía la devolución de las tierras de los pueblos y la dotación de ejidos a las poblaciones. Este programa se convirtió desde entonces en la bandera del agrarismo mexicano y en una de las demandas más importantes de la revolución. Al frente de los campesinos despojados resistió durante ocho años contra los gobiernos de Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza. A partir de la segunda mitad de 1914 y a lo largo de 1915 el estado de Morelos vivió en relativa paz, mientras los aliados de Zapata, los ejércitos villistas, combatían contra los constitucionalistas. Durante esos meses, Zapata repartió la tierra e impuso un régimen de justicia elemental que beneficiara a los campesinos. Tras la derrota de los villistas, nuevos ejércitos invadieron el campo de Morelos, sin lograr doblegar la resistencia guerrillera.  El único medio fue la traición del coronel Jesús Guajardo, quien dirigía las operaciones gubernamentales contra Zapata,  y que con el pretexto de un encuentro secreto lo atrajo a la hacienda de Chinameca donde le tenía preparada una emboscada.  Allí fue asesinado, el 10 de abril de 1919.

SÍNTESIS BIOGRÁFICA
Hijo de campesinos indígenas, Emiliano Zapata Salazar nació el 8 de agosto de 1879, en San Miguel Anenecuilco, del Distrito de Villa de Ayala en el estado de Morelos. Fue hijo de Cleofás Salazar y Gabriel Zapata. A los 17 años quedó huérfano de padre. Dedicado desde niño a las labores del campo, en su juventud se convirtió en un domador de caballos conocido en los pueblos y haciendas de su región natal. En 1909 fue elegido Presidente de la Junta de defensa de las tierras de Anenecuilco.
En 1911, Zapata levantó en armas a numerosos campesinos de Anenecuilco en contra del gobierno porfirista, respondiendo así al llamado a la rebelión que hizo Francisco I. Madero en el Plan de San Luis, con el fin de restituir las tierras arrebatadas a los pueblos por los hacendados.
Al triunfo de la rebelión maderista se negó a desarmar a sus hombres hasta no ver cumplidas sus demandas de restitución de las tierras. Mientras negociaba con los representantes de Madero, sus fuerzas fueron atacadas por las tropas federales, obligando a los campesinos rebeldes a refugiarse en las montañas, donde el 28 de noviembre de 1911 Zapata proclamó el Plan de Ayala, en el que exigía la devolución de las tierras de los pueblos y la dotación de ejidos a las poblaciones. Este programa se convirtió desde entonces en la bandera del agrarismo mexicano y en una de las demandas más importantes de la revolución.
Al frente de los campesinos despojados resistió durante ocho años contra los gobiernos de Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza. A partir de la segunda mitad de 1914 y a lo largo de 1915 el estado de Morelos vivió en relativa paz, mientras los aliados de Zapata, los ejércitos villistas, combatían contra los constitucionalistas. Durante esos meses, Zapata repartió la tierra e impuso un régimen de justicia elemental que beneficiara a los campesinos.
Tras la derrota de los villistas, nuevos ejércitos invadieron el campo de Morelos, sin lograr doblegar la resistencia guerrillera. El único medio fue la traición del coronel Jesús Guajardo, quien dirigía las operaciones gubernamentales contra Zapata, y que con el pretexto de un encuentro secreto lo atrajo a la hacienda de Chinameca donde le tenía preparada una emboscada. Allí fue asesinado, el 10 de abril de 1919.

Al cumplirse el 136 aniversario del natalicio del General Emiliano Zapata, el campo está “jodido y madreado”, dijo este sábado el coordinador de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo, además diputado por el Estado de Guerrero, haciendo alusión a una frase que de manera recurrente se repite en las manifestaciones de protesta: “si Zapata viviera, qué chinga les pusiera”.

Evencio Romero informó que la Reforma Agraria en México, herencia del zapatismo, se halla en una etapa de franco retroceso desde que el actual Gobierno mexicano decretó la desaparición de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) y además advirtió sobre los efectos que traerá la reforma energética «que atentará contra los bienes patrimoniales de los hombres del campo para favorecer a las empresas transnacionales».

La Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos realizó ayer un pequeño evento para conmemorar el 136 aniversario del natalicio del General Emiliano Zapata y hoy sus integrantes depositaron una ofrenda floral en el busto ubicado en la esquina que forman el andador Zapata y calle Madero en la ciudad de Chilpaciongo, capital de Guerrero.

Los indígenas y campesinos que vuelven a reclamar su derecho a la tierra en México, se hallan ante las puertas de una nueva insurgencia nacional a raiz de la desaparición, «de un plumazo», de la SRA, que era la instancia que atendía los conflictos agrarios y las disputas de tierras entre ejidos. Es como si en Bolivia se aboliera o desvirtuara  en favor de los terratenientes la Ley INRA del Instituto Nacional de Reforma Agraria.

Evencio Romero señaló que por esta razón, los conflictos agrarios en México se recrudecieron a grado tal que algunos han dejado ya muchos muertos y heridos, como los que enfrentan en la región de la Montaña Tlacoapa y Ocoapa, y en la zona Norte San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan con sus anexos de Ahuelicán y Analco.
Abundó que este tipo de conflictos se recrudecieron ante la desaparición de la SRA, porque los tribunales agrarios lo único que hacen es “administrarlos” y sobrellevarlos, pero no solucionarlos. Dijo que en lugar de la SRA, el gobierno federal creó la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano cuya intención es hacer creer que no hay conflictos de tierras y promover la vivienda.

Por otra parte, apuntó que la Reforma Energética aprobada recientemente vendrá a atentar de manera flagrante contra el patrimonio de los campesinos, ya que priorizará los intereses de las empresas trasnacionales: “hasta ahora nadie ha reparado en el contenido de las leyes secundarias de la Reforma Energética las cuales representan una regresión a la Ley de Petróleos de 1908 que expidió Porfirio Díaz, donde sin pago el gobierno puede expropiar tierras quieran o no quieran sus propietarios, lo cual es un peligro latente que tienen los campesinos y las campesinas de Guerrero”, reclamó Evencio en una nota publicada hoy por El Diario de Guerrero.

Una estatua ecuestre en el municipio de Lerna, Estado de México, sobre la vía entre el DF y Toluca. | Foto Archivo

Estatua ecuestre en el municipio de Lerna, Estado de México, sobre la vía entre el DF y Toluca. | Foto Archivo

Los homenajes movilizados

En el el municipio de Xochitepec, Estado de Morelos, la celebración de 136 aniversario del natalicio del general Zapata se cumplió develando una nueva estatua del Caudillo del Sur, que según las autoridades será la más alta del Estado, con una altura de ocho metros, dos de ancho y un peso de tres toneladas, «para orgullo del municipio» según declaró a El Diario de Morelos el alcalde Rodolfo Tapia López,  quien encabezó la celebración con una cabalgata desde la comisaría ejidal localizada en la calle República de Argentina de Xochitepec.

En ciudad Juárez, Estado de Chihuahua en el norte fronterizo con EE.UU., el Gobierno Municipal realizó un acto cívico llevado acabo en el Monumento erigido en su honor a Zapata ubicado en la avenida División del Norte y Álvaro Obregón, obra del artista plástico José Guadalupe Díaz Nieto.

La efigie de Zapata esculpida en bustos, de cuerpo entero o en estatuas ecuestres, se encuentra en todo el territorio de México, destacándose especialmente en los estados del Sur donde surgió y combatió el Ejercito campesino durante la Revolución Mexicana.

Pero este año los homenajes fueron más allá de las ofrendas florales en torno a los monumentos. Diversas organizaciones de la sociedad civil adscritas al movimiento zapatista se autoconvocan para salir a las calles en todo el país el próximo lunes 10 de agosto, en el marco de la recordación a Zapata.

En la ciudad de México, Distrito Federal (DF), la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) convocó  a una «gran movilización nacional» para este lunes, exigiendo la preservación y reactivación de la SRA, así como para manifestarse contra la impunidad especialmente en el caso de la masacre de Ayotzinapa.

El líder de la CNPA José Narro Céspedes, anunció que la manifestación estará acompañada  por una Jornada Cultural, en la que “convocamos a varios grupos que se dedican a la actividad cultural y a hacer de la cultura un instrumento de la lucha de los pueblos”, expresó el líder agrario.

La marcha del 10 de agosto partirá al mediodía del Ángel de la Independencia hacia la Secretaría de Gobernación, en donde instalarán un templete para que toquen bandas de rock.

Carta del subcomandante Marcos a Emiliano Zapata

Aquí estamos mi General, aquí estamos porque estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas, y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de su tierra a los campesinos.

Como entonces pasó, ahora los gobiernos buscan leyes para legitimar el robo de tierras. Como entonces, los que se niegan a aceptar las injusticias son perseguidos, encarcelados, muertos.

Pero como entonces, mi General, hay hombres y mujeres cabales que no se están callados y que luchan para no dejarse, se organizan para exigir tierra y libertad.

Por eso le escribo a usted Don Emiliano, para que sepa usted que aquí estamos, y aquí seguimos…

Bajo el grito de "Tierra y Libertad" las tropas de Zapata tomaron los latifundios.

Bajo el grito de «Tierra y Libertad» las tropas de Zapata tomaron los latifundios.

Toma de Tierras

Como hijo de granjeros, la piel mate y buen caballero, dirige el movimiento de ocupación de tierras, formado por granjeros vestidos de una camisa y pantalones blancos quienes, a los gritos de «tierra y libertad», entran en las haciendas defendidas por sus propietarios.

Después de haber obtenido su rendición, las haciendas son expropiadas y repartidas entre los paisanos que las trabajan.

Como líder de la rebelión, Zapata debe refugiarse en la montaña durante la represión.

Reaparece en 1909, siendo proclamado presidente de la Junta de Defensa de tierras de Ayala, comenzando de esta manera su actividad revolucionaria.

En este periodo de la Revolución sobresalen las batallas de Chinameca, Jojutla, Jonacatepec, Tlayecac y Tlaquiltenango. A la muerte del líder del movimiento suriano Pablo Torres Burgos, Emiliano Zapata es elegido por la Junta Revolucionaria del Sur en 1911 como nuevo jefe del movimiento.

La fuerza del zapatismo radicaba precisamente en su estructura familiar, en la familia extensa que culminaba entonces con el compadrazgo, motor de la revolución del Sur. | Foto Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución.

La fuerza del zapatismo radicaba precisamente en su estructura familiar, en la familia extensa que culminaba entonces con el compadrazgo, motor de la revolución del Sur. | Foto Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución.

La Guerrilla Libertaria

En marzo de 1911, Zapata  se une al movimiento guerrillero de Madero, reforzando el Plan de San Luis Potosí contra el dictador Porfirio Díaz.

El Plan Ayala preve la restitución de las tierras a la población indígena y una verdadera Reforma Agraria.

Su ascenso político lo conduce a hacerse cargo de la organización del movimiento revolucionario en el sur de México, siendo nombrado jefe supremo del movimiento revolucionario de la región meridional, después jefe maderista de Morelos.

Después de la suba de Madero al poder, Emiliano Zapata se levanta contra éste último en razón de su poca diligencia en aplicar la Reforma Agraria, objetivo principal de la Revolución Mexicana.

Su esfuerzo por la Reforma Agraria le valió también la enemistad de Carranza.

Tomás Urbina, Pancho Villa (en la silla presidencial), Emiliano Zapata y Otilio Montaño, en el Distrito Federal, 6 de diciembre de 1913. | Foto Archivo Casasola

Tomás Urbina, Pancho Villa (en la silla presidencial), Emiliano Zapata y Otilio Montaño, en el Distrito Federal, 6 de diciembre de 1913. | Foto Archivo Casasola

Con Pancho Villa

El ataque de Victoriano Huerta contra el gobierno de Madero, quien lo hace asesinar, lo empuja a unirse a las tropas constitucionales en 1913.

Un año más tarde, con Pancho Villa y Orozco, firman la Convención de Aguascalientes, rechazada por Carranza, en el curso de la cual deciden ocupar la capital mexicana con las fuerzas convencionales (1914).

La fuerza de las tropas zapatistas le permite ocupar la capital en dos ocasiones, controlando la mitad del territorio mexicano.

Sin embargo, el fuerte contraataque del presidente Carranza y la derrota que le inflige Álvaro Obregón lo obligan a retirarse hacia Morelos y a instalar su cuartel general en Tlaltizapan, conservando la implantación del movimiento revolucionario en el sur de México.

Después de su retirada, afronta en permanencia los ataques de Carranza, defendiendo la instauración de una auténtica reforma agraria que elimine la repartición desigual de las tierras, y que tome en cuenta los derechos de los indígenas, modelo implantado por Zapata en Tlaltizapan.

Zapata crea también en esta ciudad una red de escuelas y servicios públicos.

El general Emiliano Zapata junto con su Estado Mayor en Tlaltizapan, Morelos, 15 de mayo de 1915, hace un siglo exactamente. | Foto Fundación Zapata Herederos de la Revolución

El general Emiliano Zapata junto con su Estado Mayor en Tlaltizapan, Morelos, 15 de mayo de 1915, hace un siglo exactamente. | Foto Fundación Zapata Herederos de la Revolución

Foto Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución.

Foto Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución.

El asesinato de Zapata

La acusación de Zapata hacia su antiguo compañero revolucionario, Carranza, se vuelve pública en su carta abierta de 1919 y dirigida al “Ciudadano Carranza”, en la cual lo acusa de haber « aprovechado de la lucha para su propio beneficio y el de sus amigos que lo han ayudado. Después de haber repartido el botín, las riquezas, para realizar negocios, banquetes, fiestas suntuosas, bacanales y orgías.

Y prosiguió su acusación: «Usted no ha pensado jamás que la Revolución pudiese beneficiar al pueblo, a las legiones de oprimidos que usted ha alentado con sus discursos».

En respuesta a esta acusación, Carranza organiza un plan para asesinar a Zapata.

En 1919, es convocado para una entrevista política en el curso de la cual un oficial federal, Jesús Guajardo, le ofrece tropas y apoyo para su campaña, dándole cita en una hacienda situada en un territorio dominado por el general revolucionario.

Según el relato de uno de los testigos (uno de los soldados), llegando al umbral, «a quemarropa y sin darle tiempo de sacar sus pistolas, los soldados que portaban armas tiraron dos salvas, y nuestro inolvidable general Zapata cayó para no levantarse jamás».

Con Zapata, a la edad de 39 años, se había apagado el más feroz defensor de los derechos de los indios mexicanos y de la Reforma Agraria.

VIVA ZAPATA, EN RITMO DE JAZZ

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