Data: diciembre 23, 2021 | 16:42
CENSO PACAHUARA: 26 HABITANTES | El Estado manipula las estadísticas indígenas para favorecer a loteadores y militantes partidarios que se auto-identifican como “pacahuaras” buscando ocupar tierras en Pando, donde esta etnia ya no existe más…

LOS 13 NIÑOS DEL PUEBLO PACAHUARA

Maro Yacu postrado en su hamaca y rodeado por los niños de Cachuelita. En primer plano, Busi Pistia Yacu y su nieto de seis meses, Buca Joel. | Fotomontaje Paul H. Alejandro García | Sol de Pando

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© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando en Riberalta

Fotos & videos: Paul H. Alejandro García

Traducción de entrevistas a los ancianos Pacahuara: Erlin Ortiz & Roy Carmelo Ortiz

El sistema escolar de la TCO Chacobo-Pacahuara dispone de una escuela primaria en la comunidad de Cachuelita y un colegio secundario en Alto Ivon, hasta donde se desplazan diariamente los niños y adolescentes que moran en las aldeas vecinas de Motacuzal y Tujuré. En ambos establecimientos la educación es trilingüe: chacobo, pacahuara y español.

En el encuentro que Sol de Pando sostuvo con el clan de Buca Yacu en Puerto Tujuré, el 9 de noviembre, pudimos conocer a varios de sus sobrinos, uno de ellos Rabi Alberto Chávez Yacu, el Capitán Grande, hijo de la fallecida Baji Yacu, emparentado maritalmente con la élite chacoba del clan Ortiz. Su esposa, Mery Ortiz Vaca, es descendiente de los caciques chacobos que dieron cobijo a Papa Yacu y sus dos esposas e hijos (Buca y Busi los mayores) cuando aquella familia Pacahuara llegó de Pando, en 1968.

Siete de los nueve sobrinos de Buca (dos permanecen solteros) se casaron o concubinaron, al igual que sus progenitores, con parejas provenientes de la antigua élite chacoba de Alto Ivon que descienden de los fundadores de la hoy TCO Chacobo-Pacahuara.

Los descendientes consanguíneos de Papa Yacu y sus dos esposas, suman hoy una población total de 26 pacahuara-hablantes.

Busi Pistia y Buca Yacu junto a sus sobrinos y nietos, en Puerto Tujuré. | Foto Paul H. Alejandro García | Sol de Pando

Hijos y nietos que conservan los genes Pacahuara

Después de la muerte de Busi y Baji, sobrevivieron en el núcleo pacahuara originario los últimos cuatro que hemos entrevistado: Busi Pistia (hermana menor de Busi y Baji), y sus primos Buca, Toi Guadalupe y Maro.

El patriarca Buca y la fallecida Busi se casaron en contra de los preceptos cristianos; pero no tuvieron descendencia. Hay diversas versiones sobre las causas de esa infertilidad; entre ellas, la más probable, que los predicadores norteamericanos del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) esterilizaron a Busi en represalia por su negativa a ser evangelizada.

La fallecida Baji, casada con un jefe chacobo, tuvo dos hijos con una descedencia de tres nietos. Su hermana sobreviviente, Busi Pistia, tuvo dos hijos de progenitor chacobo y tiene cinco nietos nacidos de la hija mayor, casada con un líder chacobo. La prima de Busi Pistia, Toi Guadalupe, tuvo tres hijos de padres chacobo, con una descedencia de cuatro nietos. Finalmente, el hermano menor de Buca y Toi, Maro —casado con una chacoba—, tiene dos hijos y un nieto.

Los niños Pacahuara son educados bajo la cultura y la memoria de los pueblos amazónicos en aislamiento voluntario. | Foto Paë Yacu – Sol de Pando

“Pacahuarización” dominante en territorio chacobo

En todo caso, aquella red de nexos maritales que establecieron pacahuaras y chacobos al menos durante los últimos 40 años (que es la edad del capitán grande, Rabi Alberto, el mayor de los primos), puso en evidencia un tipo de dominancia genética, cultural y espiritual —pero sobre todo lingüística— de lo Pacahuara sobre lo Chacobo.

Son los chacobos de este entorno quienes se han pacahuarizado, no al revés. Los 13 niños de este clan tienen el pacahuara como su lengua principal; pero también dominan a la perfección el español y el chacobo, son trilingües. “Todos mis sobrinos hablan el pacahuara, todos sin excepción”, asegura el Capitán Grande.

Le pregunto a Busi Bárbara Chávez, niña de 13 años, si es chacoba o pacahuara. “Soy pacahuara”, responde enfática; ella es hija del chacobo Alberto Ortiz Vaca y de la pacahuara Rosmery Durán Yacu, la hija fecunda de Busi Pistia; la niña es la consentida de su abuela y de su tío abuelo Buca.  A otros niños del clan con parecida herencia genética —Rabi Chávez, Gêrë Harold Ortiz, Mêya Violeta Ortiz, Ibã Chávez, Rabi Chávez y Baita Rubí Ortiz, cuyas edades oscilan entre los nueve y  cuatro años—, les pongo en la misma disyuntiva y responden sin vacilar: “pacahuaras, somos pacahuaras”.

Almorzando con Busi Pistia y Buca Yacu en la comunidad de Puerto Tujuré. | Foto Paul H. Alejandro García | Sol de Pando

El censo de 2012 y la real población Pacahuara

En el Censo de Población y Vivienda efectuado en Bolivia en noviembre del año 2012, curiosamente fueron registrados 161 habitantes del pueblo indígena Pacahuara, mostrando un incremento poblacional de más de 400% con relación al Censo de 2001 que registró sólo 30 habitantes pacahuaras.

En rigor de verdad, en aquel momento, 2012, existían en el país exactamente 20 habitantes pacahuaras cuyo hábitat tangible son las comunidades de Cachuelita, Motacuzal, Alto Ivon y Puerto Tujuré, en el municipio de Riberalta, provincia Vaca Diez del departamento del Beni.

Se trataba de los últimos seis originarios en aislamiento voluntario de Pando —llevados al Beni en medio de la matanza de 1968—: Buca Yacu, Busi Yacu, Baji Yacu, Busi Pistia Yacu, Toi Guadalupe Yacu y Maro Yacu, además de sus nueve hijos y sobrinos, con mestizaje chacobo: Rabi Alberto Chávez Yacu, Maro Chávez Yacu, Rosmery Durán Yacu, Buca Lucas Toledo Yacu, Paë Yacu Roca, Rabi Alberto Yacu Roca, Raúl Chávez Yacu, Buca Renato Chávez Yacu y Busi Erika Rodríguez Yacu, quienes se declaran pacahuaras siendo hablantes natos de lengua pacahuara. Además habían nacido los niños Cuya Román Mauricio Chávez, Baita Gabriela Chávez y Baji Chávez, los tres hijos de Maro Chávez Yacu; Busi Bárbara Chávez, hija de Rosmery Durán Yacu, y Buca Willy Chávez , hijo de Raúl Chávez Yacu. También aquellos niños fueron empadronados como nativos pacahuaras, afirma en capitán grande Rabi Alberto.

Un mes después de realizado el Censo, aquella población real de pacahuaras se redujo a 19 habitantes. En diciembre de 2012 falleció Busi Yacu. En diciembre de 2016 murió su hermana Baji; pero más niños nacerían aprendiendo a hablar la lengua pacahuara de sus abuelos. Hoy suman exactamente 26 pacahuara-hablantes en sus tres generaciones.

¿Dónde estaban los demás 141 presuntos pacahuaras que en el censo del 2012 provocaron semejante “boom” poblacional de un pueblo indígena que se hallaba, dramática y paradójicamente, en vías de extinción?

Según la correspondiente boleta censal de Instituto Nacional de Estadística (INE), serían presuntos “pacahuaras” que habitan en las provincias Federico Román y Abuná del departamento de Pando. Sin embargo esos 147 pseudo pacahuaras sólo existen en el inexacto registro censal y en la imaginación de loteadores e “investigadores” que medran a costa de esa colosal falacia. No existen, nunca existieron esos otros 147 pacahuaras, nos dice un autorizado experto, el antropólogo y lingüista Wigberto Rivero, uno de los más renombrados panólogos en Bolivia.

Las versiones sobre la existencia de pacahuaras en su territorio originario histórico, en la provincia Federico Román de Pando, carecen de toda veracidad” —asegura Wigberto Rivero durante una entrevista con Sol de Pando en Riberalta—. “En los años 90 yo hice un recorrido por toda la zona, tratando de ubicar sobrevivientes pacahuaras entre los ríos Negro, Manu, Pacahuara y Abuná, incluso hice sobrevuelos en avioneta, y sólo encontré antiguas versiones de su existencia, que se remontaban a los años 50 y 60, antes de su contacto y posterior traslado de la familia Yacu al Beni”.

Rivero explica que aquella distorsión censal fue causada porque, a nivel nacional, “ha existido un proceso de ‘autoindigenización’ de personas no indígenas, ante las ventajas de aprovechar los recursos naturales, sobre todo castaña y madera en el caso de la Amazonia”. El académico critica asimismo “la imprecisión de las preguntas del Censo del 2012 sobre lo indígena, que ha dado lugar a confusiones”. En el nuevo Censo, a realizarse el próximo año 2022, debería disponerse que las brigadas censales incluyan expertos lingüistas para verificar la real pertenencia étnica de quienes se declaren nativos indígenas.

Según Wigberto Rivero, “estas posiciones de que existen más pacahuaras en la selva, son promovidas por un sector de la CIDOB apoyados por ONGs, que tienen un carácter más reivindicacionista y de cuestionar a las empresas madereras que tienen concesiones”.

Coincidiendo con Rivero, su colega argetino Diego Villar admite que “surgen casos de campesinos y criollos que se presentan como ‘pacahuaras’ para reclamar proyectos, subsidios o ayudas al Gobierno, a las ONGs o bien a entidades internacionales”.

La entrevista con Rabi Alberto Chávez Yacu, capitán Grande de la comunidad Pacahuara de Alto Ivon. | Foto Paul H. Alejandro García | Sol de Pando

Una política agraria etnocida suplanta a los Pacahuara

De hecho, la enorme distorsión estadística que refleja el Censo de 2012 con relación a los habitantes pacahuaras, se originó el año 2008, cuando el INRA aplicó la Ley de Reconducción Comunitaria saneando concesiones forestales al mismo tiempo que aplicaba la llamada “cláusula de sumisión” para dotar tierras agrarias a organizaciones indígenas y campesinas, dentro las concesiones forestales.

Desde entonces todos querían ser indígenas, porque ello garantizaba acceso fácil a la tierra.

En Pando, ese proceso desató dos olas críticas: eliminó por caducidad varias empresas forestales que no resistieron el avasallamiento de tierras por parte de loteadores que aprovecharon la ola agrarista; y promovió la creación de organizaciones y comunidades indígenas apócrifas, con un frecuente uso corrompido de la denominación “pacahuara”, al calor de pugnas políticas y electorales.

Como resultado de aquel proceso de saneamiento y recortes agrarios dentro las concesiones forestales, de las 19 concesiones existentes en Pando antes del saneamiento, seis entraron en caducidad, es decir desaparecieron, restando 508.946 hectáreas (convertidas en tierras agrarias) que representan el 36% de la extensión total de concesiones forestales sobre una superficie de tierra fiscal disponible de 1’418.436 hectáreas, según datos proporcionados a Sol de Pando por la ABT.

Las concesionarias más afectadas por la sobreposición de derechos comunitarios en área forestal fueron las empresas Aguilar, en el municipio de Bella Flor, y Dajer Asociados en Bolpebra. Ambas concesiones, tomadas por las organizaciones campesinas, fueron afectadas en más del 90% de sus superficies iniciales debido a que no pudieron demostrar una efectiva actividad forestal en el área.

La Ley de Reconducción Comunitaria priorizaba la dotación de tierras —dentro las concesiones forestales— a organizaciones que demuestren ser representativas de pueblos indígenas, lo cual generó un esquema clientelar promovido desde el poder político. Fueron aprobadas personerías jurídicas en favor de campesinos militantes del partido gobernante, en su mayoría electores migrantes del occidente andino, quechuas y aymaras, que se auto-identificaban como “tacanas” y “pacahuaras” para recibir tierras fiscales disponibles dentro las concesiones forestales de Pando.

Entretando los auténticos Pacahuara, únicos guardianes de su memoria histórica y de su lengua ancestral, subsisten en el destierro, lejos de su tierra natal, resistiendo heroicamente la onda etnocida que los abate desde hace más de medio siglo, abandonados e indefensos porque “carecen de importancia electoral” según solía proferir un influyente Ministro que tuvo en sus manos la repartija de tierras en Pando. 

Continuará

Reportaje: Sol de Pando al encuentro de los últimos Pacahuara | VIDEO

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SOL DE PANDO IMPRESO | La historia de un etnocidio

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Esta separata en la edición Nro. 22 de julio del 2011, motivó la incautación de 2.000 ejemplares en Cobija, por órdenes del Gobernador de Pando y el Ministro de la Presidencia.

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