Data: junio 4, 2022 | 11:58
PETROBRAS SE NIEGA A RENEGOCIAR NUEVOS VOLÚMENES | La venta del gas boliviano a la Argentina no afecta al mercado brasileño. Las cláusulas “take or pay” y “delivery or pay” del contrato vigente con Brasil, están intactas…

YPFB DESMIENTE A BOLSONARO SOBRE RECORTE DEL GAS

Jair Bolsonaro dijo el 23 de mayo que el incremento del gas que Bolivia vende a Argentina implica una reducción del 30% de los volúmenes destinados a Brasil. Dicho porcentaje representa seis millones de metros cúbicos diarios de gas que, sin embargo, no afectan el volumen contratado para la venta al Brasil. | Foto YPFB

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© Redacción Sol de Pando en Brasilia

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) reveló que la empresa estatal brasileña Petrobras se negó a discutir la actualización de volúmenes y precios en la venta del Gas Natural boliviano al país vecino, desmintiendo así la afirmación del presidente Jair Bolsonaro en sentido de que el Gobierno de Luis Arce pretendería favorecer electoralmente al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, y perjudicar a la administración de Bolsonaro, desviando hacia Argentina el gas destinado a Brasil.

Según informó el periodista Fabio Couto —en la sección “Valor Económico” de la red O Globo—, antes del viaje del presidente Arce a Buenos Aires YPFB priorizó el contrato con Brasil intentando renegociar el ajuste de precios y volúmenes de gas que suministra a Petrobras, en medio de un escenario de alta cotización del hidrocarburo en el mercado internacional; pero Bolivia “no obtuvo respuesta formal de la estatal brasileña hasta el momento”, asegura el periodista.

YPFB considera incomprensible que Petrobras no quiera renegociar los precios del gas, como ha sucedido en el pasado, mientras que la compañía brasileña ha adquirido gas natural licuado (LNG) a valores que oscilan entre 23 y 25 dólares por millón de BTU”, afirmó Couto refiriendo una fuente reservada de la estatal boliviana en La Paz.

Dicha fuente le habría asegurado al periodista de O Globo que “YPFB no quiere causar daño al Brasil”, resaltando que el mercado brasileño es importante y estratégico para Bolivia, considerando además que YPFB y Petrobras son socias en la administración del Gasoducto que transporta el gas boliviano al territorio brasileño desde los años 90 del siglo pasado, sin contar las operaciones de exploración y explotación que realiza Petrobras en Bolivia.

Venta a Argentina no le quita un gramo a Brasil

La venta del gas boliviano a la Argentina no afecta al mercado brasileño, según el informe. Efectivamente redujo el volumen global destinado al Brasil, pero no vulneró las cláusulas del contrato suscrito entre YPFB y Petrobras.

Fabio Couto observa que la negociación de YPFB con Buenos Aires tuvo una motivación “estrictamente comercial”, ya que en la venidera estación de invierno el consumo de gas natural en Argentina se incrementará sustancialmente ante la necesidad de mayor calefacción en los hogares. En tal escenario, YPFB vio una oportunidad de negociar con argentina, aun a riesgo de asumir posibles multas emergentes de la cláusula “delivery or pay” en el contrato con Brasil, es decir pagar a Petrobras  por el volumen no vendido en caso de incumplimiento contractual.

Jair Bolsonaro dijo el pasado 23 de mayo que el incremento del gas que Bolivia vende a Argentina implica una reducción del 30% de los volúmenes destinados a Brasil. Dicho porcentaje representa seis millones de metros cúbicos diarios de gas que, sin embargo, no afectan el volumen contratado para la venta al Brasil.

Según el último contrato suscrito entre Petrobras e YPFB en marzo de 2020, Brasil está dispuesta a comprar un máximo de 20 millones de metros cúbicos por día (cláusula “take or pay”) y Bolivia obligada a vender un mínimo de 14 millones de metros cúbicos por día (cláusula “delivery or pay”). La diferencia entre ambas cláusulas es de seis millones de m3/d, exactamente el 30% reorientado a Argentina; manteniéndose intacto el mínimo de la venta pactada con Brasil (14 millones de m3/día) como obligación contractual de Bolivia.

El contrato de marzo de 2020 estipula un precio de 19 dólares por un millón de BTU (unidad no métrica utilizada para el gas); pero debido a la cotización vigente en el mercado internacional Petrobras paga un valor de sólo siete dólares por un millón de BTU, planteándose la necesidad de re-negociar volúmenes y precios como pretende YPFB, ante lo cual la empresa brasileña hace la vista gorda.

Lo que dijo Bolsonaro | VIDEO

Argumentos ciertos y motivos ocultos de Petrobras

En contacto con el periodista de O Globo, Petrobras explicó que desde inicios del pasado mes de mayo, YPFB “redujo de forma unilateral en seis millones de m3/día las entregas de Gas Natural”.

La estatal brasileña enfatizó sin embargo que “situaciones puntuales de dificultades con sus proveedores no afectan los contratos vigentes entre ella y sus clientes”. Petrobras asegura que sus discrepancias comerciales con YPFB no perjudican la distribución interna de gas a empresas intermediarias dentro del Brasil. “Tales contratos estipulan precios previamente establecidos, cuya actualización se basa en parámetros vinculados a indicadores del mercado y pactados entre partes”.

En los hechos, Petrobras viene cediendo el monopolio estatal en la distribución del gas boliviano a empresas privadas brasileñas que vienen comprando el hidrocarburo directamente de YPFB.

El 4 marzo pasado, la comercializadora brasileña de energía Tradener firmó un contrato de importación para disponer en los próximos años un volumen diario de 2.2 millones de metros cúbicos, cantidad significativa de Gas Natural que le permitirá abastecer al mercado libre brasileño incluyendo plantas termoeléctricas y distribuidoras domésticas de gas.

El 31 julio de 2021, YPFB firmó memorándums de entendimiento con cuatro empresas privadas brasileñas —Ambar Energía, EBrasil LNG Comercializadora y Delta Geração de Energía— para la exploración, explotación y recuperación de campos maduros o cerrados en territorio boliviano, proyectos ligados al transporte de gas al Brasil por parte de esas mismas empresas.

Según el memorándum suscrito, “se  evaluará la posibilidad de suministrar Gas Natural boliviano para el funcionamiento de la Unidad Térmica de Generación de Energía William Arjona”. Dicha termoeléctrica opera en Campo Grande, Matogrosso do Sul.

El 24 de noviembre de 2018, Sol de Pando publicó una investigación estableciendo que el holding de un empresario vinculado al escándalo de los sobornos en el caso Lava Jato, Joesley Batista, había confabulado política y judicialmente para debilitar y apartar a Petrobras del negocio del gas con Bolivia.

En dicho informe se estableció que Batista había entregado una “propina” de 150.000 dólares a un diputado vinculado al entonces presidente Temer, para apartar definitivamente a Petrobras del gas boliviano, desde el mismo Poder Ejecutivo brasileño, beneficiando a un holding concentrado especialmente en el Estado de Mato Grosso.

La empresa Ambar y otras compañías privadas afines que han suscrito acuerdos y convenios con YPFB durante los últimos cinco años, pertenecen al grupo de Joesley Batista.

La caída del Gas como energético imprescindible

El principal consumidor del gas boliviano en Brasil es el sector energético, especialmente las usinas termoeléctricas. El desarrollo de energías alternativas en el sector tiende a reducir gradualmente la dependencia del gas boliviano.

Según el experto Celso Dall’Orto, gerente de proyectos de la Consultora PSR, el año pasado entró en operación comercial una gran cantidad de usinas eólicas y solares con líneas de transmisión que van minimizando la necesidad de un elevado uso de la energía termoeléctrica.

Además, dice el experto, Brasil tiene un stock de electricidad acumulada en grades cantidades. “El momento actual es de tranquilidad en el sector eléctrico, con reservorios plenos en tres de los cuatro submercados del país (Norte, Nordeste y Sur) y con niveles de almacenamiento considerados satisfactorios en el Sudeste/Centro-Oeste. Este cuadro disminuye la necesidad de elevados despachos de las termoeléctricas en este momento, lo que reduce la presión hacia una mayor provisión de gas”.

Además de las termoeléctricas, otros sectores que usan el gas proveniente de Bolivia, en volúmenes más bajos, son la industria manufacturera, el transporte vehicular y el segmento residencial, sectores donde el consumo “tiende a ser estable”, según Celso Dall’Orto citado en el informe de O Globo.

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