LA COCAÍNA Y SUS CLONACIONES | La Cancillería y legisladores del Brasil hablan de 128.000 vehículos robados que no vuelven de Bolivia...

Vehículos robados en Brasil ingresan a Bolivia como un negocio anexo al narcotráfico

La retroexcavadora Caterpillar robada en Brasil que iba sobre un camión boliviano de Cobija a Riberalta. El dueño del camión fue el único detenido en el operativo realizado en El Sena. Los cabecillas de la banda iban detrás en una camioneta acompañados por un capitán de la policía pandina. | Foto Sol de Pando

La retroexcavadora Caterpillar robada en Brasil que iba sobre un camión boliviano de Cobija a Riberalta. El dueño del camión fue el único detenido en el operativo realizado en El Sena. Los cabecillas de la banda iban detrás en una camioneta acompañados por un capitán de la policía pandina. | Foto Sol de Pando

Los vehículos robados en el Brasil funcionan como una moneda de intercambio en el mercado de la cocaína. «Una Hilux puede ser adquirida con cinco kilos de cocaína; un coche popular cuesta un kilo de droga, e incluso se pueden comprar camiones que llegan a costar un promedio de 18 kilos», afirmó un diputado brasileño. ¿Y cuántos kilos de cocaína cuestan una retroexcavadora Caterpillar, un tractor Volvo o una grúa Mercedes Benz…?

© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando
Cleomar Dirceu en su sala de investigaciones de Rio Branco. | Foto Sol de Pando

Cleomar Dirceu en su sala de investigaciones de Rio Branco. | Foto Sol de Pando

«No crea usted en todo lo que le dice ese brasileño Dirceu, el tipo es un filibustero, tenga mucho cuidado…», nos advierte el comandante departamental de la Policía de Pando, coronel Enrique Nogales Medina, aludiendo los datos que a través del periodista Wanglézio Braga, redactor del periódico O Rio Branco, hizo llegar a Sol de Pando el investigador privado Cleomar Dirceu Schwalbe.

La especialidad del detective privado es recuperar vehículos robados en el Brasil y que en un alto porcentaje son internados a Bolivia mediante una red de contrabando que, según pudo establecer Sol de Pando en fuentes de la Policía Federal del Brasil, es  controlado por bandas del narcotráfico operando sobre la triple frontera que incluye al Perú.

Según Dirceu,  aproximadamente 5.000 vehículos robados a lo largo de la última década en los países fronterizos con Bolivia —con altísimo porcentaje en Brasil—, «están retenidos en territorio boliviano circulando libremente en las principales ciudades del país, en el eje central, incluso en muchos casos tras ser recuperados de manos de los delincuentes». La Cancillería y legisladores del Brasil hablan de 128.000 vehiculos robados que no vuelven de Bolivia.

“O detetive relatou que carros brasileiros e com placas de São Paulo, Minas Gerais, Mato Grosso, Acre e da Argentina e Peru são encontrados circulando livremente pelas cidades de Cobija e Riberalta”, nos comunicó nuestro colega Wanglézio Braga desde Rio Branco.

En contacto posterior con Sol de Pando, el investigador brasileño asegura que varios vehículos robados en el Brasil terminan en poder de las propias autoridades bolivianas encargadas de recuperar esos bienes. «Es cuestión de que usted haga un simple seguimiento de casos en que incluso policías del país suyo han sido pillados con las manos en la masa, conduciendo autos robados en el Brasil con las placas clonadas. Yo me limito a observar lo que publica la misma prensa boliviana», dice Cleomar Dirceu.

Recordemos que en mayo del 2011 el Comandante General de la Policía, Ciro Oscar Farfán, fue destituido al haberse hallado en su mansión de la Zona Sud de La Paz una camioneta con la placa «clonada». Junto a Farfán rodaron las cabezas de varios jefes policiales y subalternos que tenían control de la Dirección de la Propiedad de Vehículos (Diprove), una apetecida dependencia policial, desde donde operaba una banda de «clonadores» (duplicación) de placas para legalizar autos robados, en combinación con bandas del crimen organizado que operan en las ciudades del eje central que son La Paz, Santa Cruz y Cochabamba; aunque también, de manera especial, en Oruro (frontera con Chile) y Pando (frontera con Brasil).

Al parecer esta estructura de corrupción en Diprove se mantuvo intacta en Pando hasta hace pocos días.  

La Conexión Pando

En la entrevista que sostuvimos con Dirceu, el investigador brasileño que tiene su base en la capital del Estado de Acre, Rio Branco, no se anima a identificar el hotel boliviano, en Pando, donde dice haber hallado un estacionamiento de diversos vehículos que fueron robados en el Brasil, desde camiones hasta motocicletas.

«Es gente que tiene mucho poder e influencia en Bolivia, no voy a exponer mi pellejo ante ellos. Mi trabajo consiste en rastrear los vehículos robados a mis clientes y entregarles la información que obtengo, que también se pone en conocimiento de las autoridades brasileñas y bolivianas por los conductos regulares, en virtud al convenio que mantienen ambos países para frenar este flujo delictivo. Yo no puedo acusar a nadie de manera directa», dice el investigador con profesional prudencia.

El manejo de retroexcavadoras es habitual en las riberas del Acre, especialmente en épocas de lluvia. | Foto O Rio Branco

El manejo de retroexcavadoras es habitual en las riberas del Acre, especialmente en épocas de lluvia. | Foto O Rio Branco

El escándalo reciente que surgió en Pando, donde dos capitanes de la Policía Departamental se acusan mutuamente de trabajar para bandas de contrabandistas de vehículos robados en el Brasil, develó que estas bandas han incursionado en el robo de maquinaria pesada, como tractores, grúas y retroexcavadoras, lo cual obligó al comandante departamental, Enrique Nogales, admitir el hecho ordenando el procesamiento del capitán Melvin Vargas.

Al momento de ser sorprendido junto a un grupo de brasileños que conducían una retroexcavadora sobre la carretera del municipio El Sena hacia Riberalta —durante un operativo realizado el pasado 18 de enero bajo presión de la Policía Federal del Brasil—, el capitán Vargas fungía como edecán del gobernador de Pando Luís Flores Roberts por el lapso de casi una década, desde cuando Flores ejercía el cargo de Alcalde de Cobija.

“Desconozco los detalles de ese operativo» declaró en su descargo Flores Roberts a Sol de Pando—; «pero puedo informar que el Capitán que me colaboraba como edecán ha sido replegado a su institución mucho antes de ese hecho, por disposición del Comandante Departamental y es mi obligación respetar esas decisiones institucionales, luego se me asignó otro edecán;  no es de mi competencia designar o remover a estos funcionarios, ello le corresponde exclusivamente al Comando de la Policía”.

Sin embargo el Comandante Departamental de la Policía contradijo al Gobernador. Según el coronel Enrique Nogales Medina, el capitán Melvin Vargas fue destituido del cargo de edecán del Gobernador por abandono de funciones, pocos días antes del operativo de El Sena. «Él (Vargas) alega que debía realizar un viaje para efectivizar un cobro y abandonó su puesto sin ninguna autorización durante jornadas laborales, nos vimos obligados a enviar un suplente a la Gobernación ante su injustificada ausencia”, explicó el coronel Nogales Medina.

Por su parte el capitán Melvin Vargas acusa al capitán Edwin Manu, ex director de Diprove en Pando, de ser uno de los autores intelectuales y cómplices del robo de la maquinaria pesada en el Brasil, y que los brasileños y sus secuaces bolivianos que realizaban el contrabando en las zonas de Puerto Evo (llevando una grúa Volvo) y El Sena (con la retroexcavadora), habrían huído con anticipación al haber recibido presuntamente una advertencia telefónica de Manu al momento en que se realizaba el operativo del 18 de enero. En el operativo sólo fueron atrapados el chofer boliviano del camión que transportaba la retroexcavadora a Riberalta y el capitán Vargas que se considera «chivo expiatorio» de Manu. La grúa fue hallada abandonada y enfangada en Puerto Evo.

Extrañamente el coronel Enrique Nogales pone las manos al fuego por el capitán Manu y lo defiende abiertamente. Cuando Sol de Pando le consultó sobre el curso de un proceso que habría determinado la destitución de Manu en la dirección de Diprove,  el Comandante Departamental negó tener conocimiento al respecto y destacó su «rol decisivo» en el operativo del 18 de enero. «Tengo entendido que se trata de implicar al capitán Edwin M. en este caso, pero él fue quien realizó el operativo, así que es imposible que sea el responsable”, declaró Nogales en una reciente entrevista con el periódico Página Siete respecto al tema. 

La investigación oficial del caso se encuentra bajo dirección de la fiscal Blanca Elena Ardaya, quien mantiene en reserva el desarrollo de sus diligencias, las cuales, es de suponer, tendrían que culminar con la captura de toda la banda dedicada al robo de maquinaria pesada en el Brasil. Los dos policías que se acusan mutuamente se hallan libres y el único recluido preventivamente es es el chofer del camión.

Posición de la Policía Federal del Brasil

Vehículos de la Policía Federal del Brasil varados en la frontera con Bolivia, donde las huellas de los tractores robados en territorio brasileño se pierden en el lado boliviano. | Foto Archivo

Vehículos de la Policía Federal del Brasil varados en la frontera con Bolivia, donde las huellas de los tractores robados en territorio brasileño se pierden en el lado boliviano. | Foto Archivo

Sol de Pando tomó contacto con fuentes de la Policía Federal del Brasil  en cuya agenda fronteriza se registra un sinnúmero de casos de vehículos robados en el país vecino que son internados y comercializados ilegalmente en Bolivia.
Para los policías brasileños la simple recuperación y devolución de los vehículos robados, sin desbaratar las bandas que cometen esos delitos, “no tiene chiste”, en palabras de nuestro entrevistado desde Brasileia.
No tiene mucho sentido sólo quitarles a los ladrones lo que robaron, permitiéndoles seguir libres, porque sin duda volverán a robar y así este problema que estamos enfrentando en la frontera con Bolivia nunca se resolverá”, afirma el policía brasileño exhortando a las autoridades bolivianas desbaratar a fondo estas bandas, “caiga quien caiga”.
El robo de equipos pesados como tractores, grúas, retroexcavadoras, palas hidráulicas, etcétera, es un fenómeno insólito en las fronteras del Acre. Para la Policía brasileña esta novedosa emergencia delictiva estaría vinculada al narcotráfico.

Las clonaciones del narcotráfico

En noviembre del año 2011, tras el escándalo de los policías bolivianos involucrados en la «clonación» de placas para «legalizar» vehículos robados,  varios legisladores brasileños encabezados por el empresario y senador  Blairo Maggi, ex Gobernador del Estado de Mato Grosso, protestaron ante el Gobierno de Bolivia por la aprobación de una Ley que permitía legalizar en territorio de Bolivia vehículos que fueron robados en Brasil y otros países vecinos. La nueva norma boliviana echaba por tierra un convenio bilateral del 2003 que comprometía a Bolivia expatriar los vehículos robados en Brasil.

Los parlamentarios expusieron datos oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores, revelando una pérdida definitiva de 128.000 vehículos brasileños robados en ese país y que en Bolivia, al ser sometidos a la Ley 133/2011 de Regulación y Saneamiento Vehicular, legitimarían una acción estrechamente vinculada al narcotráfico. El dato oficial supera las estimaciones del investigador Cleomar Dirceu.

Según el diputado matogrossense Emanuel Pinheiro, los vehículos robados en el Brasil funcionan como una moneda de intercambio en el mercado de la cocaína. «Una Hilux puede ser adquirida con cinco kilos de cocaína; un coche popular cuesta un kilo de droga, e incluso se pueden comprar camiones que llegan a costar un promedio de 18 kilos», afirmó Pinheiro.

A principios del año este tractor perteneciente al municipio brasileño de Epitaciolandia ingresó a territorio de Pando para realizar obras clandestinas vinculadas el narcotráfico. La Policía Federal del vecino país está alarmada ante este nuevo fenómeno delictivo que trae una nueva tensión fronteriza entre Bolivia y Brasil. | Foto Archivo

A principios del año este tractor perteneciente al municipio brasileño de Epitaciolandia ingresó a territorio de Pando para realizar obras clandestinas vinculadas el narcotráfico. La Policía Federal del vecino país está alarmada ante este nuevo fenómeno delictivo que trae una nueva tensión fronteriza entre Bolivia y Brasil. | Foto Archivo

¿Y cuántos kilos de cocaína cuestan una retroexcavadora Caterpillar, un tractor Volvo o una grúa Mercedes Benz? Dirigimos la pregunta a nuestras fuentes amigas en la Policía Federal y la respuesta que la Inteligencia brasileña desarrolló al respecto es la siguiente:

“Creemos que esta actividad es otro negocio de los narcotraficantes que utilizan esta maquinaria para la construcción clandestina de pistas, caminos y sendas en las zonas fronterizas donde el tráfico de droga está recrudeciendo de manera galopante en los últimos años”, sostiene nuestro entrevistado que pide anonimato al momento de aceptar la publicación de sus puntos de vista.

La fuente recordó que hace  un mes aproximadamente, la Policía Federal detectó el traslado ilegal de un tractor perteneciente al municipio de Epitaciolandia para realizar obras de excavación y apertura de sendas dentro el territorio de Pando, aparentemente con el fin de abrir rutas clandestinas de contrabando de droga.

“Se tuvo que seguir las huellas del tractor que desapareció de la prefeitura de Epitaciolandia metiéndose hasta Pando y nos vimos en graves problemas para recuperar esa maquinaria ya que el equipo apareció al otro lado de la frontera”, reveló. El motorizado habría sido hallado en Porvenir.

En estos hechos, según se investiga, estarían incluso comprometidas autoridades brasileñas del municipio vecino al otro lado del rio Acre.

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