Data: mayo 2, 2016 | 5:33
LA MÚSICA BAJÓ DEL CIELO | Concluyó el XI Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana con músicos sacros de todo el mundo...

El Festival Misional de Chiquitos galardonó a su gestor Marcelo Araúz Lavadenz

El Dr. Germán Araúz con el galardón, junto a Bolivar Carvalho, el gobernador Rubén Costas, María Sarah Mansilla y Angélica Sosa. | Foto Souza Infantas | Apac

El Dr. Marcelo Araúz con el galardón, junto a Bolívar Carvalho, el gobernador Rubén Costas, María Sarah Mansilla y Angélica Sosa. | Foto Souza Infantas | Apac

La noche del sábado 30 de abril, penúltima jornada del XI Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana que se realizó en la Chiquitania de Santa Cruz del 22 de abril al 1 de mayo, fue galardonado el sociólogo cruceño Marcelo Araúz Lavadenz, fundador de la Asociación Pro Arte y Cultura (Apac) que organiza este festival desde el año 2005. La distinción conferida al artífice del festival renacentista lleva el nombre del arquitecto Hans Roth, restaurador de los templos jesuíticos que conforman la ruta del barroco cruceño…

LA OBRA DE MARCELO ARAÚZ Nacido en Santa Cruz de la Sierra en 1934, Araúz tiene una amplia trayectoria como gestor cultural. Él fue uno de los fundadores de la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), que organiza los dos festivales culturales más importantes del país: el Festival Misiones de Chiquitos y el Festival Internacional de Teatro Santa Cruz de la Sierra. Formado como sociólogo en la Universidad de Lovaina (Bélgica), el gestor fue catedrático. A nivel institucional fue presidente de la Alianza Francesa en Santa Cruz, director de extensión cultural de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, director ejecutivo de la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche. Allí estuvo 11 años y fue uno de los impulsores de la red de bibliotecas públicas, los centros culturales de barrio, centros y elencos artísticos de danza, teatro, artes visuales y otros. Araúz también fue director nacional de Promoción Cultural y director nacional de Patrimonio Cultural de la Secretaría Nacional de Culturas (hoy Ministerio de Culturas). En otros cargos fue miembro del consejo administrativo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia. A lo largo de los años, Araúz ha recibido distintos galardones, como el Cóndor de los Andes por el Gobierno boliviano. Además, ha sido distinguido con el premio de la Fundación Príncipe Claus de Holanda o el de Hijo Ilustre de parte del Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra. También recibió el premio Gunnar Mendoza a la Gestión Cultural, entregado por el Ministerio de Culturas y Turismo. © Tomado de Página Siete

LA OBRA DE MARCELO ARAÚZ
Nacido en Santa Cruz de la Sierra en 1934, Araúz tiene una amplia trayectoria como gestor cultural. Él fue uno de los fundadores de la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), que organiza los dos festivales culturales más importantes del país: el Festival Misiones de Chiquitos y el Festival Internacional de Teatro Santa Cruz de la Sierra.
Formado como sociólogo en la Universidad de Lovaina (Bélgica), el gestor fue catedrático. A nivel institucional fue presidente de la Alianza Francesa en Santa Cruz, director de extensión cultural de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, director ejecutivo de la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche. Allí estuvo 11 años y fue uno de los impulsores de la red de bibliotecas públicas, los centros culturales de barrio, centros y elencos artísticos de danza, teatro, artes visuales y otros.
Araúz también fue director nacional de Promoción Cultural y director nacional de Patrimonio Cultural de la Secretaría Nacional de Culturas (hoy Ministerio de Culturas). En otros cargos fue miembro del consejo administrativo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
A lo largo de los años, Araúz ha recibido distintos galardones, como el Cóndor de los Andes por el Gobierno boliviano. Además, ha sido distinguido con el premio de la Fundación Príncipe Claus de Holanda o el de Hijo Ilustre de parte del Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra. También recibió el premio Gunnar Mendoza a la Gestión Cultural, entregado por el Ministerio de Culturas y Turismo.
© Tomado de Página Siete

© Agencia de Noticias Fides | ANF

La versión 2016 del Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos” entregó su premio más importante, el Premio Hans Roth, a Marcelo Araúz Lavadenz.

La presidenta de la Asociación Pro Arte y Cultura (Apac), Sarita Mansilla, destacó el gran legado y compromiso de Arauz. “Él es un ícono del festival”, afirmó Mansilla.

Luego siguieron las palabras del homenajeado, quien hizo un repaso por la historia del festival. Antes de concluir su discurso, Arauz dejó un mensaje: “Le deseo muchos años de vida al festival”.

El directorio de APAC, acompañado de Rubén Costas, Gobernador del departamento, y de Angélica Sosa, presidenta del Concejo Municipal, hizo la entrega de la estatuilla diseñada por Ejthi Stih y elaborada por Juan Bustillos. Las más de 500 personas que se dieron cita en la iglesia San Roque se pararon para aplaudir a este gran gestor cultural.

Lo que siguió después corrió por cuenta de los cerca de 185 artistas que se apropiaron del espectáculo y dieron rienda suelta al programa “Fiesta a San Ignacio: camino desde Chiquitos a la Plata (Sucre)”. Esta producción, dirigida por el polaco Jacke Sykulski, implicó la unión de cuatro coros y cuatro orquestas tanto de la capital cruceña como de San Ignacio de Velasco.

Este programa fue presentado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Por ello, Emilio Urquillas, director representante de CAF en Bolivia, remarcó el compromiso de empezar a exportar el movimiento musical y la experiencia de Chiquitos hacia otros países de América Latina.

El concierto de San Roque concluyó a las 11 de la noche de su penúltima jornada ante los aplausos y los gritos de “bravo”. Para ese entonces, los fieles seguidores del Festival “Misiones de Chiquitos” ya habían presenciado más de 130 conciertos en la capital como en las provincias. Fue, sin duda alguna, una jornada llena de talento.

Hans Roth, el restaurador de un tesoro arquitectónico

La acción restauradora del arquitecto suizo Hans Roth en las Misiones Jesuíticas de la Chiquitania. | Foto Jorge Orías Herrera

La acción restauradora del arquitecto suizo Hans Roth en las Misiones Jesuíticas de la Chiquitania. | Foto Jorge Orías Herrera

© Redacción Sol de Pando

La Asociación Pro Arte y Cultura (Apac) ha instituido el premio que lleva el nombre del arquitecto suizo Hans Roth —ex jesuita— un año después del deceso de aquel meritorio y visionario restaurador de las iglesias y poblaciones de las misiones.

En 1972 Roth descubrió accidentalmente las partituras del famoso compositor jesuita Doménico Zipoli, además de otras obras musicales pertenecientes al barroco colonial boliviano. Después de este hallazgo, dedicó los últimos treinta años de su vida a la restauración de las misiones.

Christian Roth, su hijo, recordó que el arquitecto llegó a Bolivia ese mismo año de 1972 enviado por los jesuitas de Suiza para restaurar la Iglesia de San Rafael, tarea que concluiría tras dos años de trabajo delicado y minucioso por la importancia implícita.
Constató que los templos de Concepción y San Javier sufrían un deterioro causado por los años y las inclemencias del tiempo. Decidió quedarse y restaurarlos respetando los cánones de su estructura original barroca mestiza.

Esa determinación personal le llevó a ampliar su labor a las de San Miguel, Santa Ana, San Rafael y San José. Más aún, extiende su permanencia en 30 años, periodo que emplea para construir más de 200 edificaciones, entre ellas escuelas, hospitales, iglesias, capillas, casas para sacerdotes y de religiosas, particularmente en la región de la Chiquitania.

«Es la obra de su vida, es uno de los más grandes arquitectos contemporáneos que ha construido y apoyado el desarrollo de toda una región dentro de Latinoamérica, como es la Chiquitanía», sostiene con muestras de orgullo Christian Roth, al tiempo de comparar la obra de su padre —salvando distancias— con las de sus compatriotas suizos Le Corbusier o Mario Botta.

En octubre de 1985, cuando ya había concluido su obra maestra que fue la restauración del templo de Concepción, donde tenía su cuartel general, todavía dirigía los talleres de carpintería, forja y labrado en el Vicariato de Ñuflo de Chávez, recuerda el historiador de la Chiquitania Jorge Orías Herrera.

Próximo a su prematuro fallecimiento seguía trabajando en la ejecución de esta magna obra restauradora, la cual, en más de dos décadas de trabajo, había despertado la admiración de personas y organismos internacionales que respaldaron financiera e institucionalmente este esfuerzo de indudable valor histórico y artístico para el Oriente de Bolivia.

Respetuoso de la esencia arquitectónica indígena

El impresionante trabajo de Hans Roth se apoya en el sistema de los indígenas chiquitanos.
Para ilustrar lo dicho, Christian cita la Iglesia de Asunción de Guarayos, erigida sobre madera con un techo de unos 20 por 40 metros sostenido por sólo cuatro columnas.
O el Santuario Mariano de la Torre en el Chochis que fue construido en piedra arenisca roja y es uno de los monumentos que en 1996 postuló al premio Mies van de Rohe de Barcelona.
«Si hubiera sido un arquitecto boliviano seguramente lo hubiera ganado», dice con pesar Christian.

Un hallazgo de riqueza musical que es tesoro de la Humanidad

Una de las mayores satisfacciones de Hans Roth Merz fue sin duda el haber encontrado más de cinco mil hojas de partituras de música barroca en las localidades de Santa Ana y San Rafael, hallazgo que hoy guarda el Archivo Musical de Chiquitos.

Se trata de uno de los archivos más importantes de música barroca a escala mundial, tanto que ha dado lugar a la creación de un festival bienal de música barroca cuya décima edición se celebrará dentro de dos años, precisa Christian Roth.

Cabe recordar que, además de los murales, pinturas, altares dorados y magníficos tallados visibles en los púlpitos y las columnas, con cierta influencia europea y un toque singular del misionero jesuita Martin Schmid, la música tuvo un papel importante en aquel proyecto evangelizador.

Las composiciones, interpretación y enseñanza de la música a los indígenas fueron enriqueciendo el tesoro cultural de las Misiones Jesuíticas. Ello explica la satisfacción de Christian al explicar el alcance del tesoro musical encontrado por Hans Roth.

PARA LA CRUZ | Interpretada por Norwegian Winds Ensemble, música original de Don Januario Soriocó de Santa Ana de Velasco | Concierto en San Ignacio de Velasco, XI Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca | VIDEO

AVENTURA CHIQUITANA | Composición de Nikolai Clavier y el Cabildo Indigena de San Ignacio de Velasco, interpretada por la Orquesta Paz y Bien, también de San Ignacio | XI Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca | VIDEO

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