Data: septiembre 29, 2025 | 15:08
EDITORIAL | La verificación establece que, hace 15 años, el hoy candidato vicepresidencial expresó una mentalidad racista y violenta. Si hubo manipulación informática para endilgarle palabras que el ciudadano no escribió, es su deber político y moral demostrarlo. De lo contrario, deberá redimirse con honesta, profunda y valiente autocrítica ante la Historia y ante la Democracia, en esa dimensión real del asunto…
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© Redacción Sol de Pando | EDITORIAL
El rol orientador que cumplen las dos verificadoras de veracidad en la información que difunden medios y redes, es prolijo y altamente profesional.
Es un rol en pro de la honestidad periodística, que se enmarca en el principio de Autonomía Informativa que rige la línea editorial de Sol de Pando, y por tanto nos adherimos a la defensa gremial de ambas entidades.
Chequea Bolivia y Bolivia Verifica son indispensables en una coyuntura de profunda crisis ética que atraviesa el periodismo boliviano, tras 20 años de dominio partidocrático y perversión neo-estalinista que no sólo han conculcado la libertad de prensa sino también han vulnerado el derecho ciudadano a una información limpia y transparente.
La verificación establece que, hace 15 años, el hoy candidato vicepresidencial de Alianza Libre dejó expresada una mentalidad racista y violenta que se registró en una cuenta Twitter de su perfil. Aquí el tiempo transcurrido no está en discusión.
No se puede atribuir esa verificación técnica a una intencionalidad de «guerra sucia», buscando minimizar tan penoso antecedente.
Si hubo manipulación informática en dicha cuenta para endilgarle palabras que el ciudadano no escribió, es su deber político y moral demostrarlo con la más rigurosa pericia que el caso exige, y a la mayor brevedad posible. De lo contrario, le corresponderá a JP Velasco redimirse con honesta, profunda y valiente autocrítica ante la Historia y ante la Democracia —en esa dimensión real del asunto—, por encima de una hipócrita, efímera y superficial disculpa.
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