Data: mayo 10, 2017 | 8:36
UN AÑO DESPUÉS DE SU QUERELLA POR “SEDICIÓN”, | "No tiene usted ninguna prueba de que estuve ni estoy conspirando contra el Gobierno de Evo Morales..."

MENSAJE DIRIGIDO AL EMAIL DE JUAN RAMÓN QUINTANA

Por favor no me manden sus sicarios ahora hasta aquí, al Distrito Federal donde estoy subsistiendo a duras penas. Cualquier atentado contra mi vida, agresión física o «accidente» que pudiese yo sufrir en el tiempo que dure mi destierro, en cualquier parte del territorio brasileño, será de absoluta responsabilidad suya y de la fiel mafia que lo rodea…

En el aeropuerto “Presidente Juselino Kubitschek” de Brasilia, arribando la madrugada del 29 de noviembre, evacuado desde Rio Branco. | Foto Sol de Pando

Le insto, señor Quintana, a que no abandone cobardemente el juicio por «sedición» que me ha iniciado hace exactamente un año, el 10 de mayo del 2016. La Fiscalía de La Paz ya debía haber emitido de oficio (como de oficio dio curso a su irracional agresión judicial) un Dictámen de Sobreseimiento a mi favor después de cumplirse legalmente los seis meses de «investigación» en los que no se aportó ninguna prueba en mi contra; pero como a pesar de ello el proceso sigue activo en esa misma Fiscalía, entonces bien, vamos adelante, demuestre mi delito de «sedición» y métame a la cárcel como es su deseo y su obsesión. Estoy esperando su pronunciamiento público al respecto, hace un año ya.

Tenga el valor civil de sostener esa imputación y de exhibir públicamente y con la transparencia más rigurosa las pruebas, indicios o evidencias que debe usted haber aportado a la «investigación» en su momento para que los fiscales que usted corrompió me hayan lanzado esa calumniosa imputación con la que han pretendido encarcelarme y eliminarme fisicamente, forzando ilegalmente mi salida del país.

Pero sé que no lo hará. No tiene usted ninguna prueba de que estuve ni estoy conspirando contra el Gobierno de Evo Morales. No estoy ni estaré nunca en la misma vereda del ex jefe de Inteligencia Carlos Valverde, su cómplice encubierto (malditos masones de mierda, ambos, infiltrados en el gobierno corrompido y en la fascista oposición), en el afán de debilitar y desprestigiar el proyecto indigenista que encarnaba —ahora ya no, gracias a la truculenta y destructiva acción combinada de ustedes dos— el Gobierno de Evo Morales.

La citación judicial enviada por Quintana desde La Paz a Cochabamba y no a Cobija, el 10 de mayo. “En caso de desobediencia se emitirá Mandamiento de Aprehensión“, advierte. | Foto Sol de Pando

¿Cuál «sedición»? ¿Apoyar informativamente la gestión gubernamental en Pando, sin pedirle permiso a usted, es sedicioso? 

Apuntalar comunicacionalmente desde Sol de Pando el trabajo de la Gobernación Autónoma que se emancipó de los tentáculos prebendales con los que usted pervertía y mediocrizaba la función pública en Pando, ¿es conspirar?

Exigirle que aclare los vínculos extorsivos que usted estrechó con Mauro Vásquez y su banda de narco-sicarios y proxenetas que abrieron fuego contra gente del MAS en la masacre de Porvenir, ¿es atentar contra su libertad de trabajo?

¿Es coacción exigirle a usted aclare por qué el narco-sicario Mauro Vásquez fue incorporado como agente y «asesor» del Comando Amazónico de las FF.AA. que usted organizó en Pando?

Afirmar que es usted quien debe alclararle al país y al propio presidente Morales cómo y de dónde surgió la meteórica fortuna mal habida de Gabriela Zapata, quien además era promovida desde el Ministerio de la Presidencia como la imagen exitosa y «fashion» de «jóvenes empresarios» (amigos suyos) que emergen como efecto del «proceso de cambio» ¿es también «sedición»?   

Mandar un mensaje de texto al jefe de prensa de ANF comunicando que descrubrí la noche del 6 de mayo el prostíbulo de Cobija donde son explotadas sexualmente mujeres brasileñas, además usadas para vender cocaina, y donde usted realizaba reuniones políticas de día, ¿es llamamiento al alzamiento armado y conspiración contra el régimen legalmente constituído («sedición»)?

¿Quién amenaza a quién? ¿Quién persigue a quién? ¿Quién proscribe y enjuicia con calumnias a quién?

Esa sobredosis de poder que ha ejercido usted tantos años al extremo de desquiciarse y deshumanizarse, le ha puesto exactamente en el mismo bando que decía usted combatir: el de los mafiosos y parásitos del Estado de siempre. Desde el bando de la corrupción y del crimen organizado me persigue usted acusándome de «sedición», destruyendo mi hogar, alejándome de mis hijos, habiendo causado la muerte de mi padre y causándome un severo daño económico y laboral, al impedir el trabajo y la circulación de Sol de Pando en Cobija y al escamotear mi relación institucional con la Gobernación de Pando. Y todo porque su único afán era y es tapar su relación cómplice y obscena con esa red internacional de narcotráfico y prostitución que empieza en el putero de la «Tia Isabel» de Cobija y donde usted, señor Quintana, instaló su «casa de campaña» para el Referendum del 2015.

Instructivo del Obispo de Rio Branco, monseñor Joaquim Pertinés, emitido el 14 de noviembre del 2016 para proceder con la evacuación del Estado do Acre hacia Brasilia, tras la alerta emitida por la Policía Federal.

Le aclaro que jamás tenía intención sacar a luz ese asqueroso hallazgo del putero que usted frecuentaba en su calidad de «estratega político», esperaba apenas que ese episodio se pudra en su conciencia, no estaba en mis planes meterme en ese rollo porque fui a Cobija con otros fines más gratos y productivos (por eso me limité a pasar el dato a ANF y a una periodista interesada en las andanzas de la «Tia Isabel»); pero usted me obligó a procesar y profundizar una investigación de ese asunto, contra mi propia voluntad, hasta que tuve que concluirla durante mi destierro en el Estado do Acre con fehacientes pruebas obtenidas en el lado brasileño de la historia. Y entonces, para colmo, esa mafia de narco-proxenetas que usted apadrina intentó asesinarme en Rio Branco seis meses después de mi exilio, por lo que tuve que ser evacuado en un segundo destierro hacia Brasilia, 5.000 kilómetros más lejos de mi patria y de mi hogar. Por favor no me manden sus sicarios ahora hasta aquí, al Distrito Federal donde estoy subsistiendo a duras penas. Cualquier atentado contra mi vida, agresión física o «accidente» que pudiese yo sufrir en el tiempo que dure mi destierro, en cualquier parte del territorio brasileño, será de absoluta responsabilidad suya y de la fiel mafia que lo rodea.

«La organización criminal investigada continúa operando libremente en territorio boliviano, al extremo de que sicarios que responden a las órdenes de Juan Ramón Quintana y sus aliados político-delincuenciales cruzaron la frontera desde Pando con el fin de asesinarme en Rio Branco, según una alerta emitida por la unidad de Inteligencia de la Policía Federal, debido a lo cual debí ser evacuado a la ciudad de Brasilia el pasado 28 de noviembre; y ahora me encuentro mucho más lejos de mi hogar en Bolivia, a más 6.000 kilómetros de Cochabamba. El causante de todo esto es el ex ministro Juan Ramón Quintana…»

Arregle este problema señor Quintana, antes de irse a Cuba. Espero que su salida del Ministerio de la Presidencia le haya aliviado del stress politico que acumuló en tantos años de abuso de poder, y que algo del ser humano que queda en usted pudiera haber aflorado en un resquicio de lucidez. Desactive toda la maquinaria perversa que ha montado usted en Bolivia para causarme tanta muerte civil además de severos perjuicios económicos, laborales y morales desde hace más cinco años de continua escalada represiva promovida por usted en mi contra, desde el Ministerio de la Presidencia y desde Ademaf, cuando comenzó confiscando y quemando 2.000 ejemplares de Sol de Pando en Cobija en julio del 2011, intentando hacernos secuestrar cuando hicimos el cuarto relanzamiento de nuestra edición impresa en octubre del 2012, o haciéndome encarcelar por una Patrulla de Migración en Cochabamba (junto a dos inocentes como el Dr. Gustavo Giacomann y el Lic. Jesús Rodríguez que salieron en mi defensa) perseguido como «extranjero indocumentado» en agosto del 2013, cuando vendía ejemplares de mi periódico. Permita que Sol de Pando circule libremente sin ninguna proscripción ni discriminación publicitaria, no hackeen más mi edición digital. Y finalmente, déjeme defenderme en libertad del juicio por «sedición» que usted me inició en mayo del 2016, hasta que logre demostar mi inocencia absolutoria; o retráctese como corresponde, con los debidos resarcimientos de ley que en uno u otro caso tendrá usted que pagar inexcusablemente; al margen que me reservo el derecho de iniciar una acción legal contra el mismo Estado boliviano en tribunales internacionales —y contra el mismo presidente Evo Morales si fuera necesario—, por la forma ruin en que todos mis derechos y los de mi familia han sido y están siendo conculcados desde los poderes públicos.

Habrá notado que ya no hay más «tuteo» entre usted y yo, El amigo que conocí hace 30 años, a quien admiré y respeté con el más fraterno cariño, ha muerto desde que mató a mi padre en su obsesivo afán de amordazarme porque me negué a ser parte de su perversa organización compuesta por avezados mafiosos del narcotráfico, milicos fascistas y nepóticos, proxenetas impunes y políticos tránsfugos de la vieja derecha que ahora presumen de «revolucionarios» bien pegados a usted, enriqueciéndose ilícitamente a costa del desfalco estatal. Usted y sus desalmados sicarios (capangas, políticos y mediáticos) son encarnación satánica de la contrarevolución incrustada en el Gobierno de Evo Morales. Ya no es más mi amigo ni jamás volverá a serlo. Se lo digo sin rencor; mas con una gran pena y la tristeza sincera de haber perdido un compañero de lucha que alguna vez supo ser un buen tipo, hasta que el poder en sobredosis lo envileció. Usted es la prueba viviente de aquello que expresó el general Emiliano Zapata al marchar por su natal Anenecuilco: «El poder pudre la sangre y oscurece el pensamiento».

Le mando un respetuoso saludo desde mi destierro injusto:

Wilson García Mérida

DIRECTOR SOL DE PANDO

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