TUNARI JAZZ: «CON PERMISO Y PIDIENDO PERDÓN A LOS FOLCLORISTAS»

El histórico primer concierto de jazz fusión en el Centro Boliviano Americano (CBA) de Cochabamba, 1976. La banda dirigida por Drazen Stahuljak junto a Jaap van Koegelenberg, Nelson Peñaranda, Javier Caballero, Ronald Martínez y Kurt Ritter, incorporó al saxofonista de cuecas Wenceslao Garnica. | Foto Archivo Sol de Pando
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Precursores del jazz cochabambino: Luis Mejìa, Rafael Rojas, Javier Caballero y Dennis Lacunza con Drazen Stahuljak. Luego se sumarían a esta vanguardia el baterista argentino Carlos Salazar Chazarreta y el guitarrista Luis Pérez Ferrufino. | Foto Archivo Sol de Pando
La necesidad de conservar las virtudes acústicas de la música tradicional boliviana creada por maestros como Simeón Roncal, empujó a los más talentosos intérpretes a recalar en las tibias aguas del jazz, ya en los años 40. Esta inclinación se profundiza en músicos con fuerte influencia academicista legada por genios de la partitura como Teófilo Vargas, hasta plasmarse en los primeros conciertos de Johnny González en La Paz o Drazen Stahuljak en Cochabamba.

El concierto de Jazz Internacional en la casa de la Cultura de Cochabamba, también en 1976. Grupo ampliado con la participación de Ronald Martínez en el saxo tenor, Miguel Jiménez saxo alto y Jean Claude Levatón en el piano. | Foto cortesía Drazen Stahuljak
Por su parte en Cochabamba, en 1976, Drazen Stahuljak incorporaba en su banda al saxofonista nativo Wenceslao Garnica (de la misma onda de Macario Pinto y Delfín Sejas, maestros de la cueca valluna), junto a Javier «Pajarito» Caballero en la batería y Nelson Peñaranda Bach en la trompeta. También colaboraban con el grupo el saxofonista holandés Jaap van Koegelenberg, que era un profesor del Instituto Tecnológico de Cochabamba, y el contrabajista alemán Kurt Ritter. La banda denominada «Jazz Internacional» debutó ese año en el Centro Boliviano Americano (CBA).
Recuerdos de La Banda Tunari Jazz
Esta línea de los padres del Jazz Andino terminó desplazada por un fusionismo light, un seudo jazz mercantil y neoliberal a lo Bebo Silvetti que mi esposa Lidia (alma bendita), fanática por igual de Bolivian Jazz y Luzmila Carpio, solía decir que suena con un sabor muy «k’aima lala«.
El disco «Jazz a 4.000 metros de de altura» de Johnny Gonzáles, 1976 | VIDEO-AUDIO
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