SU FLECHA INCENDIARIA SALVÓ LA PARTE DEL ACRE QUE HOY ES COBIJA | Su apellido es emblemático en la ciudad donde viven todos sus descendientes. Sol de Pando confirmó su existencia en el Registro Civil y entrevistó a su nieto. No fue Bruno Racua el del flechazo certero en la batalla del 11 de octubre de 1902....

TRAS LAS HUELLAS DE JUAN DE DIOS AGUADA

Auxiliados por excelentes profesionales pandinos del SERECI, rastreamos el archivo digital del Registro Civil de Pando, guiados por Rolando Aguada López, el tataranieto de Juan de Dios Aguada | Foto Wilsson Azturizaga Quiroga

Auxiliados por técnicos del SERECI en Cobija, rastreamos el archivo digital del Registro Civil de Pando, guiados por Rolando Aguada López, el tataranieto de Juan de Dios Aguada | Foto Wilsson Azturizaga

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© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando en Rio Branco

El sábado 7 de mayo fue un día memorable para Sol de Pando. Habíamos encontrado al nieto de Juan de Dios Aguada, el héroe ixiameño del pueblo Tacana que lanzó la flecha incendiaria para expulsar de Puerto Bahía (hoy Cobija) a fuerzas brasileñas que nos disputaron el territorio del Acre en la batalla decisiva de esa confrontación, la Batalla de Bahía, librada el 11 de octubre de 1902. Llegamos a su humilde morada en El Sujal, comunidad cercana a Villa Busch, guiados por sus nietos Lucía y Rolando Aguada López.

Ahora está plenamente demostrado que Bruno Racua no fue el único guerrero Tacana que salvó a Cobija de pertenecer al Brasil. Juan de Dios Aguada y Bruno Racua, ambos, fueron los principales flecheros que dieron gloria a la Columna Porvenir comandada por Federico Román.

De Juan de Dios Aguada tuvimos primera noticia leyendo un libro publicado en 1928 que nuestro colega Carlos Soria Galvarro había heredado de su abuelo don Felipe Terán, amigo personal del médico erudito José Salmón Ballivian, autor del libro “Por tierras  calientes: Impresiones, anécdotas e iniciativas referentes al Beni y Noroeste”. El libro que tiene una dedicatoria al abuelo de Carlos, fue donado por él a Sol de Pando. Allí se lee lo siguiente:

“Humildes indios de provincia, ya no ennoblecidos con el carácter de soldados sino modestos siringueros, merecen también nuestra más profunda admiración, como el ixiameño Juan de Dios Aguada, que aún vive en Cobija y que fue quien disparó su flecha incendiaria que trajo por consecuencia la toma de Bahía; hecho que bien puede parangonarse con el de Arquímedes, el que por medio de espejos ustorios incendió las naves de la escuadra de Marcelo frente a Siracusa”.

Esa y otras fuentes como las difundidas por Vincent Vos y Carlos Tiburcio Amuruz, hacían imprescindible indagar, primero, si realmente existió Juan de Dios Aguada radicando en Cobija tras la Guerra del Acre, y segundo saber por qué se lo excluyó de una gesta en la cual sólo figura el nombre de Bruno Racua.

El sábado 7 de mayo hallamos reposado en su hamaca, en su casita de El Sujal, a sabio tacana Silverio, nieto del héroe de la Batalla de Bahía Juan de Dios Aguada. | Foto Sol de Pando

Las indagaciones de Sol de Pando

Tras conversar con su nieto Silverio Aguada, pudimos confirmar que Juan de Dios Aguada existió realmente. Luego nos dirigimos al municipio de Porvenir, en busca de una foto del héroe anónimo que no pudimos hallar; entrevistamos a la profesora Febi Hurtado Tirina, quien según los testimonios orales que recogió a lo largo de varios años, zanja la “discrepancia Racua-Aguada” con esta narración clave:

«Un día antes de la Batalla de Bahía, el capitán Federico Román, que organizó y comandó la Columna Porvenir, hizo una serie de pruebas al contingente de tacanas ixiameños ordenándoles practicar tiro al blanco con sus flechas de caza. El plan era lanzar flechas incendiarias a la barraca de Puerto Bahía donde se hallaban pertrechados los brasileños, entre costales de bolachas de goma que eran muy inflamable. Eligió a tres de los más diestros flecheros: Bruno Racua, Juan de Dios Aguada y un tercero cuyo nombre se perdió en la bruma del olvido eterno, y es explicable: El día de la batalla, muy temprano, Bruno Racua lanzó su flecha pero no dio en el blanco. La flecha que si dio en el blanco fue la de Juan de Dios Aguada, haciendo innecesario un tercer flechazo».

En el número dos de la revista Enfoque Amazónico —publicación que se edita en Riberalta— el académico Vincent Vos, en coautoría con Julio César Maldonado, confirma la acción de Juan de Dios Aguada como el indígena que lanzó la flecha incendiaria contra las tropas brasileñas en Puerto Bahía (hoy Cobija). En el artículo “La batalla de Bahía, momento decisivo en la historia de la Amazonia Boliviana” dicho autor señala lo siguiente en base a una referencia proporcionada por Fernando Vaca Suárez:

“En el libro `Anotaciones y documentos sobre la campaña del Alto Acre, 1902-1903` originalmente publicado por el señor Nicolás Suárez en 1928 en respuesta a anteriores declaraciones de parte del coronel Federico Román, encontramos una declaración jurada de don Teófilo Parada (administrador de la Barraca Porvenir, nr) donde en la página 261, al describir la Batalla de Bahía, textualmente afirma: `En este primer momento el siringuero ixiameño Juan de Dios Aguada disparó la flecha que incendió el barracón’”.

Junto a don Silverio Aguada sus sobrinos nietos Lucía y Rolando Aguada López. | Foto Sol de Pando

Los aportes de Carlos Tuburcio Amuruz

Por su parte el historiador y documentalista Luis Oporto Ordóñez, en el prólogo del libro “La Columna Porvenir” de Carlos Tiburcio Amuruz elaborado en base a los documentos de Nicolás Suárez citados por Vincent Vos, hace un esclarecedor comentario:

Ante la ausencia del Ejército nacional, el industrial Nicolás Suárez Callaú organizó la Columna ‘Porvenir’, el 8 de octubre de 1902, pequeño ejército privado con 83 plazas, la mayoría trabajadores y empleados de sus barracas gomeras y un grupo de indígenas tumupaceños e ixiameños entre ellos Belisario Marupa, Eusebio Tibubay, Bruno Racua y Juan de Dios Aguada, hábiles en el manejo del arco y flecha, cuya participación en el conflicto cobraría insospechado protagonismo”.

El aporte de Tiburcio Amuruz es significativo en el tema. El comentario de Oporto Ordoñez al referido libro especifica:

“Capítulos desconocidos de la historia de ese conflicto son relatados por los comandantes de la Columna ‘Porvenir’, como el de Simón Moreno quien afirma que los ixiameños formaban parte de la tercera compañía, y que el ‘siringuero ixiameño Juan de Dios Aguada disparó la flecha que incendió el barracón’, aunque Atanasio Estremadoiro sólo menciona que ‘llamóse a un indio ixiameño, cuyo nombre no recuerdo, se le entregó un arco y una flecha provista de una mecha impregnada en kerosene; lanzada ésta sobre los techos de hojas de palmera resecas por la acción del sol, dos minutos después edificios y trincheras a merced de llamas hacían desalojar, poniendo en derrota, despavoridos, a los que días antes habían ultrajado la soberanía nacional’”.

Queda abierta así la probabilidad de que los flechazos que evitaron la pérdida del Acre boliviano fueron lanzados por una comunidad de indígenas guerreros de la etnia Tacana, confundiéndose entre ellos Bruno Racua y Juan de Dios Aguada. Racua, entonces, no fue sólo él, es todos ellos.

En el número dos de la revista Enfoque Amazónico —publicación que se edita en Riberalta— el académico Vincent Vos, en coautoría con Julio César Maldonado, confirma la acción de Juan de Dios Aguada como el indígena que lanzó la flecha incendiaria contra las tropas brasileñas en Puerto Bahía (hoy Cobija). En el artículo “La batalla de Bahía, momento decisivo en la historia de la Amazonia Boliviana” dicho autor señala lo siguiente, en base a una referencia proporcionada por Fernando Vaca Suárez:

“En el libro `Anotaciones y documentos sobre la campaña del Alto Acre, 1902-1903` originalmente publicado por el señor Nicolás Suárez en 1928 en respuesta a anteriores declaraciones de parte del coronel Federico Román, encontramos una declaración jurada de don Teófilo Parada (administrador de la Barraca Porvenir, nr) donde en la página 261, al describir la Batalla de Bahía, textualmente afirma: `En este primer momento el siringuero ixiameño Juan de Dios Aguada disparó la flecha que incendió el barracón`”.

Hallazgo definitivo en el archivo digitalizado del SERECI-Pando

Aguada Carta al SERECI

El Servicio del Registro Cívico (SERECI) de Pando que dirige el prestigioso profesional pandino Fidel Ribera Justiniano, está a la vanguardia del país al haber digitalizado la totalidad de sus archivos de nacimientos y defunciones, lo cual nos ha permitido acceder de manera expedida a los registros concernientes a Juan de Dios Aguada y su descendencia.

Para tener se acceso, Sol de Pando cumplió la formalidad de solicitarla mediante una carta dirigida al Dr. Ribera, la que fue respaldada por el tataranieto del héroe, Rolando Aguada López.

Gracias a esa información sabemos que Juan de Dios Aguada nació en Ixiamas en 1878 y murió a sus 71 años en la ciudad de Cobija. No hay registro de sus matrimonios; pero las fuentes orales aseguran que tuvo dos concubinas. De una de aquellas relaciones nació su hijo Ángel Aguada con materno desconocido, quien a la vez tuvo dos matrimonios, primero con una señora de apellido Serato y luego con con Domitila Opimi. Los hijos de Ángel —nietos de Juan de Dios Aguada— fueron su primogénito Ángel Aguada Serato (fallecido el 14 de Julio del 2001), Florentino Aguada Opimi (también fallecido) y Silverio Aguada Opimi que aún vive en El Sijal, cerca a Villa Bush, camino a Porvenir.

Aguada Registro Digitalizado

La familia Aguada, ramas frondosas en Cobija

Los hermanos de padre Ángel Aguada Serato y Florentino Aguada Opimi se casaron cada uno con dos hermanas de apellido López. Una de ellas llamada Domitila.

No obstante la precisión de estos datos, aún es necesario profundizar el rastreo del archivo digital del SERECI con la participación de otros descendientes que están dispersos en la ciudad de Cobija y alrededores. Sería muy útil que la Dirección a cargo de este archivo organice una unidad exclusiva para la familia Aguada hasta agotar el rastreo.

La persecución y los afanes de proscripción que enfrentamos en la Dirección de Sol de Pando por la acción represiva que ejerce contra este medio el Ministro de la Presidencia, nos ha impedido concluir plenamente nuestro trabajo en los archivos del SERECI y posteriormente, como estaba planificado, acceder complementariamente a archivos antiguos de la Parroquia de Cobija donde se hallan partidas de bautismos y matrimonios, así como a los libros de defunción del Cementerio Municipal de Cobija.

Lo haremos al  retorno de nuestro exilio en Rio Branco, que esperamos sea pronto, muy pronto…

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