Tras su primer apretón de manos, Obama y Castro se reunirán este sábado en Panamá

La imagen más esperada de la Cumbre de las Américas ya se produjo: el saludo personal entre Barack Obama y Raúl Castro, en presencia del secretario general de la ONU Ban Ki-Moon, con el que termina medio siglo de desencuentro y se afianza el deseo mutuo de normalizar relaciones. | Foto AFP

Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro sostendrán este sábado un primer diálogo frente a frente, que reafirmará su deseo de avanzar hacia la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, enemigos desde hace más de 50 años.

Ambos mandatarios se encontrarán al margen de la VII Cumbre de las Américas, luego de que la noche del viernes, en la apertura del foro, un apretón de manos reafirmó su decisión, anunciada el pasado 17 de diciembre, de avanzar hacia la reconciliación.

Aunque los gobiernos de ambos países mantienen en reserva los pormenores del encuentro —sin revelar hora ni lugar—, se espera que la cita transcurra en un ambiente relajado, en medio del coro de presidentes que elogió en la cita hemisférica los acercamientos.

El subdirector de la Agencia Nacional de Información de Cuba, Jorge Leganoa, informó el viernes que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par del país latinoamericano Raúl Castro hablaron por teléfono el jueves por la tarde, pocas horas antes de que ambos mandatarios arribasen a Panamá para participar en la cumbre regional.

El primer saludo en Panamá, breve y sustancioso

Fueron unos 10 segundos para la Historia. Barack Obama y Raúl Castro se estrecharon las manos e intercambiaron unas pocas palabras, presumiblemente de cortesía. Junto a ellos estaba el presidente de Colombia, Manuel Santos. No tuvo más relevancia. No hubo otra versión oficial más que la de la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Bernardette Meehan: «En la cumbre de las Américas, esta noche, el presidente Obama y el presidente Castro se saludaron y se dieron un apretón de manos». Un video distribuido por la Casa Blanca confirmó el encuentro.

Ambos presidentes ya se habían estrechado la mano en otra ocasión: fue en diciembre de 2013, en el funeral de Nelson Mandela. Aquella «interacción» duró sólo tres segundos. Ésta ha sido el triple de larga. Aún así, es muy poco contra 58 años y 9 meses.