Data: abril 30, 2021 | 13:38
EL PEZ QUE SE ALIMENTA DE FRUTAS | Baja hacia las orillas boscosas del río para recoger los frutos que los árboles derraman al agua y luego esparce las semillas garantizando la reforestación natural. Es una fiesta para los pescadores que improvisan sencillas trampas en el lecho, es pródiga pesca…

LA FABULOSA MIGRACIÓN DEL PACÚ

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© Redacción Sol de Pando

En esta temporada lluviosa los habitantes amazónicos gozan de un espectáculo prodigioso. Es el momento en que el pacú, pez que se alimenta de frutas y posee un poderoso olfato, baja hacia las orillas boscosas del río para alimentarse con los frutos que los árboles derraman al agua. El pez migratorio aprovecha también la turbulencia de las aguas y el curso fluvial reproduciéndose y transportando sus huevos hacia zonas de protección para sus alevines. De paso esparcirá las semillas que harán crecer al bosque en las riberas. Es una fiesta para los pescadores que improvisan sencillas trampas en el lecho, es pródiga la pesca.

El pacú es uno de los peces migratorios que existen en Bolivia. Es una variedad que se diferencia de los peces estacionarios por el rol fundamental que desempeñan en la preservación de los ecosistemas mediante redes alimenticias y desplazamiento de biomasa entre diferentes regiones. Son indicadores de la buena calidad de agua en los ríos.

En Sudamérica existen unas 6.000 especies de peces y en Bolivia se han registrado más de 900, de las cuales al menos el 10% son migratorias. Varias especies como los sábalos del Pilcomayo y del Amazonas, el pacú, el dorado de escama o los surubíes, realizan desplazamientos a lo largo de centenares de kilómetros entre sus zonas de alimentación y crecimiento, en las partes bajas de la Amazonia y el Chaco, hasta sus áreas de reproducción en la base de los Andes.

Algunas especies, como los grandes bagres (el dorado y la piraíba), se encuentran entre aquellas que realizan las migraciones de mayor extensión, cerca de 9.000 kilómetros en un viaje de ida y vuelta entre la desembocadura del Amazonas en el Atlántico y la base de los Andes en Bolivia, Perú y Ecuador, señalan los especialistas del Museo Nacional de Historia Natural. Otros, como el pequeño chipichipi, realizan sus migraciones contra corriente.

Los obstáculos de la depredación ambiental

¿Qué pasa cuando los peces encuentran sus rutas naturales interrumpidas por presas o contaminadas por la minería ilegal?

La sobrepesca, los depredadores, la infraestructura de las represas e hidroeléctricas y la contaminación figuran entre los problemas que deben enfrentar los peces migratorios en Bolivia y en todo el planeta.

Fabiana Méndez, directora ejecutiva del Museo Nacional de Historia Natural de Bolivia, explica que las grandes represas e hidroeléctricas impiden el desplazamiento normal de las especies migratorias, pues alteran sus rutas de migración, lo que implica que no tengan espacios para madurar, crecer y depositar sus huevos. Además, puede presentarse la fragmentación de la población puesto que una cantidad de esta población queda en un lado de la represa y otra parte sobrepasa la presa.

Al respecto, Sofía Romero Sánchez, de la comunidad de Tunte’y dijo a Mongabay Latam que  los sábalos están desapareciendo del Pilcomayo, río que cruza la comunidad. “Cuando era niña había multitud de sábalos, pero ahora el río se está secando, el río es muy delicado y nos están secando los sábalos”, comentó.

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