Estalla revuelta de estudiantes y científicos en Brasil
Se cumplió hoy el décimo día de masivas movilizaciones de estudiantes, educadores y científicos en todas las ciudades del Brasil, en resistencia al anuncio gubernamental, oficializado el 30 de abril por el Ministro de Educación, Abraham Weintraub, sobre el congelamento de un 30% del presupuesto de algunas universidades públicas para reducir el déficit del sector, afectando más de 3.000 proyectos de investigación científicas que dependen de dicho presupuesto mediante becas concursables.
El 26 de abril, el propio presidente Jair Bolsonaro declaró desde su cuenta de Twitter que su Ministro de Educación venía analizando la posibilidad de “descentralizar las inversiones en las facultades de Filosofía y Sociología” destinando ese presupuesto hacia áreas “que generen retorno inmediato al contribuyente, como Veterinaria, Ingeniería y Medicina”.
Las protestas contra estos aprestos de retroceso en la educación comenzaron a gestarse en las redes sociales, luego tomaron las calles de São Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia hasta generalizarse en las principales ciudades de todo el país.
Durante su campaña electoral, Jair Bolsonaro, ex capitán de Ejército, había ofrecido al estamento más conservador de sus votantes “reformar” el sistema universitario al que caracterizó como “un nido de rojos peligrosos y la calidad de la educación, nefasta”. Propuso en su campaña implantar “la educación a distancia porque así ayudamos a combatir el marxismo”; y erradicar lo que denomina “el marxismo cultural” y ”la ideología de género» de las aulas, una de sus obsesiones, según recordó la periodista Naiara Galarraga.
En el afán de cumplir su promesa electoral, Bolsonaro ha logrado algo poco habitual en Brasil: que los científicos salieran de sus laboratorios para protestar en las calles junto a estudiantes y educadores.
Protestas en defensa de la Educación se generalizan | VIDEO
Revuelta de científicos y académicos
Durante la jornada de ayer miércoles, miles de manifestantes se han vuelto a volcar en las calles de Brasil bajo lemas como “la educación no es gasto, es inversión”. Se trata de la primera gran muestra de descontento popular contra el polémico presidente que lleva en el poder cuatro meses y medio.
Bolsonaro, que está de visita en Estados Unidos, respondió com insultos a los estudiantes, llamándoles “tontos útiles, unos imbéciles, que están siendo utilizados por un minoría que compone el núcleo de las universidades federales de Brasil”, según declaró en Dallas cuando le preguntaron por las movilizaciones.
«Lo que dice Bolsonaro es absurdo, es una ofensa a los que hemos salido a la calle. Quiere acabar con el país y no tiene respeto alguno», sostiene la bibliotecaria Vanessa Martins en medio de la marcha que recorría la avenida Paulista de São Paulo.
Una parte considerable de las universidades públicas federales —el alumnado, el profesorado y el resto del personal— se han sumado a la huelga contra los recortes. Los manifestantes han marchado en las principales ciudades del país incluidas São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte. Miles de protestantes se han movilizado en la principal avenida de São Paulo divididas en tres bloques con los sindicatos a la cabeza, seguidos por los universitarios y con los representantes de los partidos como cierre.
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