Data: febrero 15, 2020 | 19:50
ROBAR A SANGRE FRÍA EN EL ESTADO PLURINACIONAL | Ostentaba un título universitario de Estados Unidos y odiaba a Evo Morales; pero usó los mismos mecanismos del gobierno neo-estalinista para cometer el “mega-desfalco” en Entel...

ELIO MONTES O LA CORRUPCIÓN FASCISTA

Elio Montes Chávez fue designado como Gerente General de Entel el 16 de noviembre de 2019 como una “cuota” de la familia Camacho en el gobierno de Añez. Fue presentado como un licenciado en Economía, con título obtenido en la Universidad de Nevada, Estados Unidos, “y más de 10 años en el rubro de las telecomunicaciones”. | Fotomontaje Sol de Pando

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© Wilson García Mérida | Redacción Sol de Pando

No alcanzó a llegar a su escondite en Miami tras salir furtivamente del país en un vuelo de madrugada, el jueves 13 de febrero, en el que también, según El Deber, viajaba su antiguo empleador y hoy candidato presidencial, Luis Fernando Camacho.

Elio Montes fue detenido por agentes de migración de Estados Unidos aparentemente por alguna irregularidad en su trámite de ingreso como ciudadano norteamericano (el ex funcionario tendría doble nacionalidad); pero también circula la versión de que llevaba en su maleta un exceso de dólares por más de $us 50.000. El Gobierno boliviano no se esmeró en aclarar cuál es la verdad. Lo cierto es que está tras las rejas y se supone que Bolivia pedirá su extradición.

Ejerció el cargo de Gerente General de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) por sólo 82 días; pero en ese breve lapso desfalcó las arcas de esta empresa estatal con una cadena de malversaciones más intensas que el saqueo perpetrado por el MAS, el partido de Evo Morales, en sus 14 años de dominación.

Se dio vida de jeque árabe, junto a sus amigos y familiares, disponiendo los dineros de Entel y tomándose atribuciones que no eran de su competencia y sin respetar las normas de control presupuestario. No cumplió ni la formalidad básica de efectuar su Declaración Jurada de Bienes ante la Contraloría.

GALERÍA | Perfil del buen corrupto

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| Foto tomada del Twitter de Elio Montes

El saqueo despiadado de Entel

Una fuente interna de Entel informó a Los Tiempos que Montes aplicó una escala salarial diferente cuando se trataba de los funcionarios que contrató desde Santa Cruz: “Existíamos trabajadores de primera y de segunda categoría. Los que trajo él de Santa Cruz ganaban mucho más que los funcionarios paceños que se encontraban en el mismo nivel de jerarquía que los cruceños”.

Comenzó favoreciéndose a sí mismo incrementando su salario mensual, de Bs 30.000 a Bs. 100.000, con el aval del Ministerio de Obras Públicas del cual depende la administración de Entel.

Se sabe que entre el 16 y el 27 de diciembre de 2019, ordenó el pago de 74.980 bolivianos por cinco vuelos privados para tres gerentes de su entorno íntimo en la ruta La Paz – Santa Cruz. En uno de aquellos suntuosos vuelos charter pagados por Entel  se lo vio a bordo junto a Camacho. “Los viajes privados se realizaron en horas en las que hay disponibles vuelos comerciales”, informó Los Tiempos.

El acusado justificó esa malversación atribuyéndola a una orden emanada desde el Ministerio del cual depende Entel:

https://twitter.com/eliomontes/status/1227641296464105474

Fuentes de la misma Entel denunciaron también que Montes tenía a su disposición una avioneta en alquiler para su exclusivo uso personal. Cuando viajó la noche de Navidad a Santa Cruz, retuvo la nave durante el feriado para retornar a La Paz 48 horas después; la empresa telefónica pagó el alquiler por ese lapso sin haberse hecho uso del avión durante los días de descanso del Gerente de Entel en Santa Cruz.

Asimismo se reveló que Montes ordenó pagar hospedajes en hoteles de cinco estrellas para el personal de su confianza movilizado de Santa Cruz a La Paz. “Primero estaban en el hotel Casa Grande, luego subieron al Europa y luego al Ritz”, dijo una fuente a Los Tiempos.

El saqueo de las arcas de Entel fue a sangre fría. Se detectaron pagos de auspicios a deportistas y artistas con montos desmedidos, como el contrato con un piloto de rally por más de un millón de bolivianos, por sólo portar el logo de Entel en la carrocería del coche.

Se sospecha que Montes cobraba a sus amigos un porcentaje por cada pago efectuado con exhorbitantes sobreprecios.

Según el periódico La Razón, en la administración de Montes se compró a nombre de la firma estatal 11 equipos de teléfonos celulares para el Ministerio de la Presidencia. El 21 de enero, la firma estatal desembolsó Bs 94.255 a un proveedor local relacionado con Montes. Se pagó por cada celular un precio de Bs 8.570, equivalentes a $us 1.250 por cada aparato.

Lo espectacular del saqueo se produjo después de su destitución. Cuando fue informado que el Directorio de Entel había aprobado su memorándum de despido, se apresuró en ordenar el pago de finiquitos para sus 13 amigos de Santa Cruz, por un monto de Bs 870.000 ($us 127.000) para resarcir no más de dos meses de trabajo como beneficio social por el “despido intempestivo”.

Elio Montes intentó justificar el desfalco que perpetró a sangre fría como si fueran actos administrativos legales, amparándose en la normativa vigente del Estado Plurinacional, la misa  que “legitimaba” la corrupción cotidiana en el régimen de Evo Morales.

El fascismo y su propia corrupción

El nombre de Elio Montes comenzó a sonar en los corrillos desde hace más de un mes, cuando ex funcionarios ligados al anterior gobierno y con contactos en el Directorio de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), deslizaban datos extraoficiales sobre unos dispendiosos gastos del Gerente de esa empresa beneficiando a un cerrado entorno de amigos íntimos.

A fines de enero las acusaciones se intensificaron y el exitoso “millenial” respondía displiscente con alusiones bíblicas: “Si Dios está conmigo, quién contra mí”.

Elio Montes Chávez fue designado como Gerente General de Entel el 16 de noviembre de 2019. Fue presentado por el entonces ministro de Obras Públicas Yerko Núñez como un licenciado en Economía con título obtenido en la Universidad de Nevada, Estados Unidos, “y más de 10 años en el rubro de las telecomunicaciones”.

A las pocas horas de asumir el cargo, emitió una oración cristiana pidiendo la “bendición de Dios” para el buen desempeño en su función, exhibiendo su puño cerrado:

https://twitter.com/eliomontes/status/1204012520501067777

Cuando se produjo el cambio de ministros en el área de Obras Públicas, Montes convenció al nuevo Ministro, Iván Arias, incrementar su salario de Bs. 30.000 a Bs. 100.000, así como el sueldo de sus íntimos colaboradores, con el ardid de que con esa medida se evitaría la corrupción ya que, durante el gobierno del MAS, Entel era la “caja chica” del régimen según declaró el ministro Arias.

Sin embargo el mismo Montes hizo de Entel su “caja chica” para dispensar gastos suntuosos que no pudieron mantenerse ocultos del escrutinio público, mucho menos del Directorio de Entel que, el pasado 7 de febrero, optó por destituirlo ante las torpes malversaciones del Gerente.

Montes intentó justificar sus despilfarros arguyendo que ese era el precio de su “profesionalidad”, colocando en el Twitter este mensaje de victimización, el 12 de febrero:

https://twitter.com/eliomontes/status/1227642218707607552

Justificó el pago de finiquitos para sus amigos, que implicó un desfalco de casi un millón de bolivianos, amparándose en un decreto de 1980 que no tiene vigencia alguna. Arguyó lo siguiente:

https://twitter.com/eliomontes/status/1227688076958453763

Montes desconoció deliberadamente que un decreto del 1 de mayo de 2009, el DS 110, establece que las indemnizaciones por despidos intempestivos sólo es aplicable para trabajadores que hubiesen cumplido 90 días de trabajo continuo. Los 13 funcionarios de su círculo de amigos a los que benefició con finiquitos, no cumplieron ni un mes de trabajo en Entel.

Por ejemplo, en el caso de Shirley Gutiérrez Assaff, asesora legal de Entel, contratada el 28 de enero de 2020 y retirada el 7 de febrero, trabajando sólo 7 días hábiles, recibió una indemnizaron de Bs 80.000. Julio Peña Justiniano fue indemnizado con Bs. 96.110 por 19 días trabajados; Édgar Martín Franco Cochamanidis recibió una indemnización de Bs. 45.000 por 23 días trabajados.

Montes intentó subsanar la irregularidad falsificando las fechas de ingreso; pero no logró encubrir el delito ya que las planillas originales se hallan en poder del Directorio de Entel. Y entonces escribió con desparpajo en su Twitter, también el 12 de febrero:

https://twitter.com/eliomontes/status/1227640466700734464

Oscar Coca, el último Gerente del MAS en Entel, acusado de un desfalco similar al de Elio Montes, dijo al momento de huir que no cometió ningún daño al Estado porque Entel “gira bajo el Código de Comercio y es una sociedad de acciones en las que el Estado tiene mayoría absoluta por efecto del decreto de nacionalización; pero no es una empresa estatal sujeta a control fiscal”.

Gente de Camacho en el régimen transitorio

Cuando salió a luz pública que Montes había huido a Miami el miércoles 12 de febrero, en el mismo vuelo de la aerolínea BOA que abordó el candidato presidencial Luis Fernando Camacho, la agrupación de Camacho se apresuró en aclarar que se trataba de una “coincidencia”. También se cuestionó por el pago de Entel para un vuelo charter de Montes y Camacho en la ruta Santa Cruz – La Paz, en noviembre. El ex ministro de la Presidencia Jerjes Justiniano, correligionario de Camacho y Montes, “aclaró” que ese viaje fue por órdenes de la presidenta Jeanine Añez.

Justiniano se ha constituido en “vocero” de Montes. Es el encargado de desviar toda responsabilidad de Camacho en el promocionamiento del prófugo. Según el ex Ministro, la designación de Montes en Entel habría sido fruto de un acuerdo entre Añez y un político de Tarija, Oscar Montes, a quien Justinano endilgó ser tío de Elio. El dirigente tarijeño aclaró que nunca conoció al gerente de Entel y que no existe ningún parentesco con el joven oriental.

Sol de Pando confirmó que Elio Montes era un empleado de la empresa de Seguros de la familia Camacho —Inversiones Nacional Vida— antes de asumir la Gerencia de Entel. La “cuota” de Camacho en el gobierno transitorio de Añez incluye al actual presidente del Servicio de Impuestos Internos de Bolivia, Mario Renato Nava Morales Carrasco, que se desempeñaba como  Subgerente Corporativo Tributario de la compañía Inversiones Nacional Vida; y el abogado de la misma familia empresarial, Jerjes Justiniano, fue Ministro de la Presidencia.

Justiniano fue destituido del Ministerio de la Presidencia en diciembre pasado al constatarse que el abogado utilizó su cargo para influir en procesos judiciales en los que está involucrado su bufete defendiendo a un grupo de acusados de violación (la “manada”) y al alcalde de Warnes y militante del MAS Mario Cronenbold, acusado por vinculaciones con el narcotráfico,

Justiniano intentó también echar mano a fondos del programa “Evo Cumple” —a cargo de la Unidad de Proyectos Especiales del Ministerio de la Presidencia— para financiar la campaña de Camacho, otra razón por la que Jeanine Añez lo apartó del cargo.

Actualmente las obras financiadas con recursos del programa “Evo Cumple”, están siendo utilizadas por la misma Presidenta transitoria en su propia campaña electoral para los comicios del 3 de mayo.

El ex Gerente de Entel cayó preso en EE.UU tras huir de Bolivia | VIDEO

https://www.youtube.com/watch?v=d9XS8AGmr6I

Vocación prebendal del Estado Plurinacional

El Estado Plurinacional de Bolivia se estructuró con normativas que fueron torciendo la racionalidad constitucional, adecuándolas a un esquema prorroguista y prebendal que permitió a Evo Morales y su entorno palaciego re-elegirse indefinidamente y echar mano del erario público para enriquecerse de un día a otro. La Constitución Política se ajustó a un esquema autoritario dentro el cual pueden caber, por igual, corrientes que se nutren de la vena autoritaria como el populismo neo-estalinista o el neo-liberalismo fascista.

Un claro ejemplo de esta asimilación fascista del esquema estalinista es la instrumentalización del artículo 283 de la Constitución que le permitía a Evo Morales re-elegirse varias veces sin necesidad de renunciar al mando presidencial, lo cual le facilitaba un exitoso prorroguismo aprovechándose de los bienes del Estado y recursos gubernamentales en sus campañas de proselitismo. Esa misma norma prorroguista del Estado Plurinacional es esgrimida por la senadora Jeanine Añez para aprovechar su cargo de Presidenta interina lanzándose como candidata en las elecciones del 3 de diciembre, pervirtiendo el Proceso de Transición para el cual fue designada por el Poder Legislativo tras la renuncia de Morales.

Con la candidatura de Jeanine Añez, no sólo se ha impedido el surgimiento —en el devenir de la transición democrática— de una Centralidad Ética capaz de modificar la hegemonía autoritaria (neo-estalinista y neo-fascista) que el populismo de Evo Morales instauró en los órganos decisivos del Estado Plurinacional. El latrocinio, el nepotismo y en general la corrupción funcionaria mantienen bajo el actual régimen exactamente la misma cotidianidad que en tiempos del MAS.

La transición que preside Jeanine Añez ha perdido su rumbo. Es una transición a la deriva, anclada en los moldes prebendales del Estado Plurinacional. Añez no hizo nada para desempolvar la proscrita Ley Estatuto del Funcionario Público emprendiendo la institucionalización de cargos, por ejemplo.

El régimen actual tampoco derogará ni abrogará los decretos de Evo Morales que permiten el chaqueo de áreas forestales para fines agrícolas y agroindustriales. Tales decretos cuya aplicación durante el gobierno de Morales provocó el trágico incendio del bosque chiquitano, beneficia a empresarios agroindustriales del Oriente que hoy propugnan la candidatura de Añez, tras haber apoyado abiertamente al MAS en esa misma política depredatoria.

En su momento de mayor debacle ideológica, el Gobierno de Evo Morales se deshizo del Ministerio de Transparencia debilitando severamente la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, ante la complacencia de la entonces oposición de derecha, la misma que hoy releva al MAS en el poder agradeciendo a Evo por haber desmantelado aquella Ley anti-corrupción.

Durante el régimen neo-estalinista que presidió Evo Morales, el saqueo de las empresas estratégicas del Estado como YPFB, Comibol o ENTEL, fue sobre seguro. Cuando estallaban escándalos de corrupción en esas entidades, los acusados se lavaban las manos arguyendo que estas empresas no pueden ser sujetas de fiscalización porque resultaron ser “empresas privadas” en el marco de la “nacionalización”.

Entretanto el país espera la pronta extradición de Elio Montes.

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