El consulado brasileño en Santa Cruz anuncia inspección en la zona de los hechos en todo caso considerados aislados

Brasil se declara afectado por los linchamientos de San Matías

El velorio de uno de los asesinados en San Matías, ayer. | Foto El De­ber

Brasil repudió ayer el linchamiento de dos ciudadanos de ese país en San Matías (Santa Cruz), a manos de una turba enardecida de vecinos, mientras el Gobierno prometió sentar más presencia policial en la zona, y Fiscalía y Policía iniciaron las investigaciones…

© Agencias | El Deber El Gobierno de Brasilmanifestó su «repudio» al linchamiento de los brasileños Rafael Max Diez (27 años) y Jefferson Castro Lima (22), acusados de tres asesinatos y que estaban presos, y pidió rigor y celeridad en las investigaciones para esclarecer lo ocurrido.

«La Embajada en La Paz fue instruida a manifestarle a las autoridades bolivianas repudio al crimen contra los ciudadanos brasileños y a instarlas a adoptar medidas que eviten que ocurran situaciones similares», reza un comunicado divulgado ayer por la Cancillería brasileña.

El Ministerio de Relaciones Exteriores informó en la nota que también pedirá a las autoridades bolivianas «realizar las investigaciones necesarias con toda celeridad y rigor». El Gobierno brasileño dijo haber recibido con «consternación» la información sobre el asesinato de los dos brasileños «cuando estaban bajo detención en una prisión local».

La Cancillería informó igualmente que le pidió a su consulado en Santa Cruz de la Sierra que organice una visita de agentes consulares y policías brasileños a San Matías para «recoger informaciones detalladas sobre el incidente, estar atento al inicio de las diligencias policiales y prestar asistencia a las familias de las víctimas».

Brasil consideró los hechos un «caso aislado» ocurrido por «el contexto local», un caso policial en el que la nacionalidad de las víctimas no fue el motivo de su muerte violenta.

Una triste realidad

Los tres jovenes bolivianos asesinados por los brasileños, lo que causó el linchamiento de los asesinos.

El asesinato de tres ciudadanos bolivianos en un domicilio y el linchamiento de los presuntos autores a manos de una turba son interpretados en San Matías como el precio que hay que pagar por la inoperancia de las autoridades y por el abandono de parte del Estado, que apenas sienta presencia en esa parte de la frontera de más de 350 kilómetros con Brasil.

En San Matías pocos se sienten seguros y muchos protestan contra las autoridades. Durante el día la actividad es frenética, pero por las noches, hasta las 22:00, las calles se vacían, pues los vecinos se refugian en la seguridad de su hogar por temor a la delincuencia. Sólo hay diez policías para patrullar, investigar y realizar los trámites de Tránsito, en una población de 12.000 personas. Hay dos funcionarios de Migración que obviamente no dan abasto para cubrir 10 puertos fronterizos, por lo que muchos delincuentes ingresan a territorio boliviano sin restricciones.

Respecto a los trámites judiciales, la ciudadanía debe peregrinar 350 kilómetros a San Ignacio para ser atendidos en asuntos judiciales, pues los jueces no quieren trabajar en esa zona. El fiscal David Veizaga, que renunció hace cinco días a su cargo “por asuntos familiares”, afirma que para cualquier persona es difícil trabajar en esa localidad.

“Estamos pagando el precio de la inseguridad por el abandono de las autoridades departamentales y nacionales. El precio es la muerte de tres personas inocentes, estamos a expensas de que cualquier extranjero que entre cometa cualquier delito. Estamos olvidados. Tenemos 10 policías para 12.000 personas, un funcionario de Migración para atender la demanda de los migrantes, carecemos de una institución policial con todas sus dependencias; realmente no hay las condiciones”, dijo el burgomaestre Carlos Velarde.

 La promesa del Gobierno

El vehículo incendiado por la turba indignafda.

La autoridad hizo un recorrido por la calle donde una multitud quemó vivos a dos brasileños acusados de un triple asesinato y después de verificar las condiciones en las que quedó el puesto policial, anunció que expondrá ante el presidente Evo Morales las necesidades de esa zona fronteriza. Prometió canalizar recursos para la edificación de una estación integral, en la que desarrollen sus actividades la Policía, la Fiscalía y los órganos de justicia.
 “El alcalde dijo que hay un terreno, veremos la posibilidad de edificar una estación integral, nos va a presentar un proyecto y esperamos responder rápidamente para dotarlo de una infraestructura que albergue mayor presencia policial, a la Fiscalía, un juzgado y algunas instancias de defensoría. Adicionalmente, vamos a trabajar con Migración, y daremos un mayor apoyo a las actividades económicas y sociales”, dijo.

Bendición cristiana en la despedida final

Uno de los brasileños capturados antes del linchamiento.

Familiares de los bolivianos Paulino Parabá Ramos (33), Edgar Suárez Rojas (26) y Wanderley Costa Parabá (27) les dieron el último adiós ayer, cerca del mediodía, al darles cristiana sepultura en el cementerio general de la localidad de San Matías. Minutos después, agentes de la Policía enterraron en el mismo camposanto a los brasileños Rafael Alex Diez (27) y Jefferson Castro de Lima (22), linchados por una turba por la muerte de los bolivianos.

El padre de la iglesia católica matieña, Carlos Alberto Claros, ofició una ceremonia religiosa en el ritual del entierro de los primos Pulino Parabá y Wanderley Costa. A su vez roció con agua bendita las sepulturas de los brasileños enterrados en dos fosas comunes sin cruz ni lápidas. “No puedo apoyar una actitud como la ocurrida el martes (el linchamiento). No somos jueces de la vida de nadie para quitarla. Cuando me enteré de lo que estaba sucediendo, opté por hincarme y rezar en la iglesia para que la muchedumbre cambie su manera de pensar sobre estos actos”, manifestó el párroco Claros.

El cuerpo de Édgar Suárez fue el último en ser enterrado. También recibió la bendición de una hermana católica. “Mi hijo estaba por irse a trabajar a la localidad de Candelaria y en eso lo llamaron sus amigos para compartir unas cervecitas y fue a que lo maten. Dejó a su concubina y una niña de dos años”, dijo entre sollozos Antonio Costa López, padre de Wanderley. Varios pobladores acompañaron el cotejo fúnebre e intentaron calmar el dolor de los dolientes.

Una comisión de fiscales cruceños indagará los asesinatos en San Matías El fiscal de Distrito de Santa Cruz, Isabelino Gómez, designó ayer a una comisión de fiscales para investigar los asesinatos en la población fronteriza de San Matías, no sólo de los tres bolivianos sino también del linchamiento de dos ciudadanos brasileños, Rafael Max Diez (27) y Jefferson Castro Lima (22), el martes. Gómez recordó que los dos brasileños acusados de matar a balazos a los tres bolivianos el lunes ya se encontraban en manos de la Policía y estaban plenamente identificados.

“No entendemos el motivo del enojo de la población», dijo. Rafael Max Diez y Jefferson Castro Lima estaban acusados de matar a los bolivianos Paulino Parabá (33), Édgar Suárez (26) y Vanderley Costa (27) y herir a otros dos con el uso de un arma de fuego. Sobre el tema, la comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Lily Cortez, admitió que los efectivos designados en San Matías no pudieron contener los ánimos caldeados de los pobladores, por lo cual fueron retirados de ese lugar para garantizar su seguridad. «La Policía no pudo hacer resistencia porque el efectivo era muy poco, sacaron a los detenidos de las celdas y los quemaron», sostuvo. Mientras tanto, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, anunció ayer que las Fuerzas Armadas reforzarán la seguridad en la frontera con Brasil para evitar que se produzcan otros sucesos de estas características.

“No solamente hablamos de reforzamiento por parte de las Fuerzas Armadas, sino también de la Policía, de la Oficina de Migración y de otras entidades que tienen que ver con la seguridad ciudadana”, expresó la autoridad. El titular de Defensa manifestó la preocupación del Gobierno ante este tipo de sucesos en algunos sectores del país, los cuales ponen en riesgo la seguridad de la población ante el ingreso de gente extranjera con antecedentes delictivos.

Por otro lado, autoridades brasileñas han manifestado que «seguirán con atención» la investigación y las medidas adoptadas por las autoridades bolivianas tras el linchamiento de dos de sus ciudadanos.

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